El ojo de Edvige
11/09/2008
Delirio orwelliano o simple actualización en soporte digital de los archivos policiales, el caso es que en Francia se ha desatado una tormenta política y social por Edvige, el plan para extender los ficheros de la policía a todas las personas mayores de 13 años "susceptibles de atentar contra el orden público", así como a personalidades políticas y sindicales. Pasó sin pena ni gloria como un decreto gubernamental en junio, pero cuando trascendió levantó tal barahúnda que centenares de asociaciones, incluidas las de magistrados y la patronal, se levantaron en armas. Al menos 13 recursos han sido elevados al Consejo del Estado, que es quien tiene la última palabra.
Edvige, acrónimo que responde a Explotación Documental y Valorización de la Información, le ha producido un sarpullido posvacacional a Sarkozy, ahora que el presidente empezaba a remontar su baja popularidad en las encuestas por sus mediaciones diplomáticas internacionales, hasta el extremo de que ha dado instrucciones a la ministra del Interior, Alliot-Marie, para revisar el decreto. Sarkozy sabe de lo que habla porque fue titular de ese departamento antes de llegar al Elíseo. Uno de los miembros del Gobierno, el centrista Morin, responsable de Defensa, ha criticado también la medida.
Sarkozy retira las medidas más polémicas del fichero policial
El archivo no incluirá la salud y la sexualidad de los delincuentes potenciales
J. M. MARTÍ FONT - París - 11/09/2008
"Sangre fría y coherencia". Éstas son las cualidades que exigió ayer el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a los miembros de su Gobierno, embarrancados en la crisis surgida en torno al polémico fichero policial Edvige, que recoge datos de personas susceptibles de alterar el orden público.
"Sangre fría y coherencia". Éstas son las cualidades que exigió ayer el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a los miembros de su Gobierno, embarrancados en la crisis surgida en torno al polémico fichero policial Edvige, que recoge datos de personas susceptibles de alterar el orden público. Sarkozy quiere que se retiren los aspectos más polémicos del proyecto, y se opone a que el archivo recoja datos sobre la salud y la orientación sexual de las personas, aunque sigue siendo partidario de que se fiche a menores de edad.
Recién llegado del periplo que le llevó a Moscú y Tbilisi, como presidente de turno de la UE, y reforzado por una impresionante remontada de su popularidad -el instituto LH2 le concede una subida de 11 puntos (hasta el 45%) entre junio y septiembre-, Sarkozy ha optado por adelantar por la izquierda a sus ministros. Así, se ha sumado a las críticas contra Edvige, pidiendo que se refuercen "todas las garantías" en la protección de las libertades.
Parece que el once de septiembre se va a especializar como día de noticias trágicas, unas más que otras, evidentemente, porque en algunos casos afectan directamente a las personas, sus vidas y en otros casos de forma más nebulosa a su seguridad o lo contrario, porque el presidente francés después de su vuelta por Rusia se ha destapado con famoso plan para extender la existencia de ficheros policiales a todas las personas mayores de trece años “susceptibles de atentar contra el orden público”. Sí así como suena es la idea de este presidente con nombre de síndrome. Dicho de forma más elemental, si las autoridades policiales así lo deciden y con carácter preventivo pasa cualquier ciudadano a ser controlado, más, con este nuevo gran hermano y con la opacidad que caracteriza estas bases de datos ahí entrará todo lo que hacemos, dónde nos movemos, dónde gastamos los pocos euros que nos deja la hipoteca, las veces que nos metemos el dedo en la nariz, si nos cambiamos o no con regularidad de calcetines. Sigan añadiendo a esta lista todo lo que puedan imaginar o no y verán que casi seguro cabe en ese fichero. Todo cabe, y no es para broma este asunto, porque imaginen que sufrimos cualquier enfermedad, queda registrada y pueden hacer uso de esos datos para lo que quieran. Pingamos un ejemplo, imaginen que la seguridad social se “personaliza”, es decir que cada uno cotice en función de parámetros como la edad, enfermedades congénitas, crónicas, adicciones, etc. (si estás gordo pagas más porque eres potencialmente persona de riesgo, o si eres adicto al tabaco, lo mismo). Esto que parece “lejano” no creo que sea así y los pasos que se están dando se dirigen cada vez más a entretejer una red que envuelva al ciudadano y lo coloque siempre como presunto.
En fin Orwell se quedó corto, la imaginación del controlador se va agudizando cada vez más y los ciudadanos, que no pasamos la llave de la puerta durante la noche, estamos indefensos, muy vulnerables ante tanto ataque de pánico de quienes gobiernan y dicen protegernos.
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