domingo, 22 de noviembre de 2009

OTRAS LECTURAS: UNOS POR OTROS

Con Unos por otros; RBA, 2008 se cierra la tetralogía Berlín Noir de Philip Kerr. Es una pena porque nuestro detective Bernhard Gunther podría haber dado un poco más de sí. siempre esperamos algo de más de nuestros personajes favoritos. En esta última entrega afronta una de las consecuencias de la segunda guerra mundial y es la “desaparición”, la “invisibilidad” de los responsables nazis de las atrocidades que se cometieron durante el conflicto.

Diversas organizaciones, unas conformadas con elementos del propio ejército alemán y que pretendían mantener vivo el nazismo con la esperanza de volver; también colabora activamente en esa “invisibilidad”; otras como la iglesia católica que pone sus medios a disposición de quienes querían emprender una “nueva vida”. Frederick Forsyth en su novela Odessa, 1972 cuenta el entramado urdido para hace desaparecer a esos personajes; Uki Goñi, periodista en La auténtica Odessa, Paidós, 2002 hace un recorrido por la auténtica Odessa y la participación de la Iglesia con la complicidad del gobierno argentino, Juan Domingo Perón, admirador de los regímenes fascistas de Europa. Daniel Jonah Goldhagen en La Iglesia Católica y el Holocausto, Taurus, 2002, confirma la tesis mayor, Pío XII fue “un colaborador nazi” y así podríamos seguir ofreciendo ejemplo de trabajos, ficción o no sobre este escabroso asunto, Kerr aporta una versión novelada interesante, creíble y muy bien documentada; el lector se sentirá dentro de la piel de nuestro detective particular y los golpes que recibe, casi nos duelen a nosotros.

Ya casi no me queda nada más que decir de “Bernie”, ya hay confianza, así que les dejo con algunos párrafos de esta obra. Espero que les resulten interesantes.

“Comenzaron a oírse pasos junto al confesionario. El padre Gotovina descorrió la cortina y se mezcló con los fieles. Esperé un minuto y salí santiguándome únicamente para no llamar la atención. Me parecía una estupidez. Otro comportamiento peculiar de los humanos que incluir en los textos de antropología. Como mecerse frente a una pared, arrodillarse en la dirección de una ciudad de Oriente Medio o levantar el brazo a frente y gritar “Sieg Heil”. Ninguno de aquellos gestos significaba nada más que problemas para otra gente. Si algo me ha enseñado la historia es que resulta peligroso creer en algo con demasiado fervor. Sobre todo en Alemania. Nuestro problema es que nos tomamos las creencias demasiado en serio.” [ob. cit; pág 153.]

OTRA VEZ LA TRANSPARENCIA

Tengo que reconocer que es como una obsesión. Una y otra vez soy recurrente y vuelvo a lo mismo y puede que las palabras que aparezcan a continuación suenen a repetidas, pero al ser una obsesión y que una y otra vez la realidad me da pie para continuar escribiendo sobre lo mismo, lo haré de nuevo. Sí mi obsesión es la transparencia en la gestión pública, algo que parece una utopía, que es inalcanzable.

Los niveles de corrupción van en aumento, o por lo menos esa es la sensación que se tiene como ciudadano que está pendiente de los diversos medios de comunicación. Junto a la avalancha de casos, de diligencias que se abren contra personas que ocupan cargos públicos y que carentes de los niveles mínimos de ética personal ponen en entredicho todo el sistema con sus actuaciones, casi se convierten, en terroristas, una nueva forma de atemorizar a la ciudadanía, con sus actuaciones. Cuando pierden la credibilidad quienes manejan fondos públicos, y están en con esa responsabilidad porque son cargos electos, acentúan el temor ciudadano, es decir son auténticos terroristas.

Nos vemos con numerosos casos que se son presentados ante la justicia, pero ésta como u gigante dinosaurio le cuesta moverse con la agilidad que requiere su actividad y pierden actualidad, y por tanto relevancia. Se cumple aquello de que lo que no aparece en los medios comunicación no existe.

Por si la lentitud judicial no fuera poco, la existencia de paraísos fiscales, estrategias para ocultar el camino del dinero colocan en franquicia a quien quiera hacer mal uso de los fondos públicos y seguir erosionando el sistema, erosión que recibe la ayuda, por omisión, de muchos partidos políticos que no toman medidas, aun cuando están ya en los juzgados, e incluso creando las condiciones para que se pueda evitar la situación, es decir que cueste mucho tener la tentación de distraer fondos públicos en beneficio propio o de su partido.

Esto lo explica y muy bien, como siempre Soledad Gallego-Díaz, así me remito a lo que ella dice, que lo dice muy bien para continuar con mi obsesión.

Transparente es aquello que se comprende sin duda ni ambigüedad. En la vida pública, transparencia es la obligación de las autoridades y organismos relacionados con el Estado de realizar sus acciones de forma que puedan ser sometidas a un control directo. Lo menos que se puede decir es que, en España, la transparencia es claramente insuficiente, porque no hay forma de practicar ese control si no existe un acceso inmediato a toda la información de que disponen esas autoridades. [leer más]

jueves, 12 de noviembre de 2009

PEREZA Y OTRAS COSAS

Que llevo tiempo sin escribir, y no sé por qué. A lo mejor hay cierta pereza, o no sé qué. La verdad es que en más de una ocasión me he dicho: “siéntate a escribir”, pero no me hago caso y encuentro otra cosa que hacer, me pongo a la labor y la hago, aunque la verdad en alguna ocasión, más de una, me he pasado el rato “empamplinando” el tiempo, pero eso también forma parte de la cosas que hay que hacer.

La verdad es que hay cosas, temas que me interesan, que me mueven a la reflexión, pero no me pongo en situación y no escribo; como ejemplo de tema para reflexión fue el avance del Centro de Investigaciones Sociológicas [CIS] del barómetro de octubre, en el que los encuestados colocan entre las principales preocupaciones la corrupción, que desplaza, incluso al terrorismo, aunque bien podría ser que la ciudadanía considere a la corrupción política como otra forma de terrorismo. La madurez de la ciudadanía da pruebas, una vez más, de tener las cosas bastante claras, porque se atenta directamente contra el fundamento del Estado de Derecho, que tiene en la confianza uno de los elementos esenciales. Se abusa de la lentitud de la justicia, se aprovechan los “artificios contables” y demás triquiñuelas para violentar esa confianza otorgada por la ciudadanía. Quienes la quiebran y se aprovechan causan un daño sustancial, importante, y así lo recogen las preocupaciones de los ciudadanos.

El secuestro del “alakrana” en las costas somalíes me ha servido para reflexionar sobre lo que está pasando en esa zona, y por un momento me coloco en lugar de “los de allí”, sabiendo que nadie tiene derecho a privar de libertad a un semejante como han hecho los secuestradores. Digo lo de ponerme en lugar de “los de allí” para poder entender el expolio que están sufriendo las aguas de ese país, un estado fallido más, que no las sabe administrar, y cuando lo ha hecho es la corrupción lo que caracteriza a esa administración. Un estado como fallido como Somalia es presa fácil de quienes aprovechan la falta de control de sus aguas para convertir las mismas en un vertedero o si hay oportunidad para saquear los bancos pesqueros. Repito que no es excusa pero casi forma parte de los riesgos que se corren en el lugar.

La explotación, o el uso sin control de sus aguas jurisdiccionales de Somalia se suma a un nuevo colonialismo en gran parte de África. Algunos países, entre ellos China, aprovechan su poder económico para “alquilar” por periodos largos de tiempos grandes extensiones en el Continente para así asegurarse determinadas materias primas, entre ellas los cereales. La corrupción local y que los intereses de explotación son ajenos a la mayoría de la población local, el resultado será, seguramente, mayor exclusión para una parte importante de la población. En definitiva contribuir el desequilibrio actual.

De libros, también, sigo leyendo, pero no escribo sobre lo leído, y eso es algo que me ayuda, así que de forma abreviada les digo que acabo con la última entrega de la tetralogía de Philip Kerr: “Berlín Noir”. En Unos por otros, título de la última entrega, Kerr nos sitúa en 1949 y nos retrata la Europa del ese momento. El fin de la guerra deja numerosas heridas abiertas, muchos asesinos que buscan la manera de eludir la justicia que les reclama. Como en las obras anteriores de la tetralogía, el resultado es una obra atrayente y muy didáctica, recomendable porque a través de los ojos de nuestro ex policía, nuestro ex agente de las SS percibimos la Alemania, la sociedad alemana que vio nacer y crecer al nazismo. Muy recomendable.

Siguiendo con libros, tengo mucho interés en una autora húngara Agota Kristof, de quien me han recomendado una obra Claus y Lucas, El Aleph Editores, que es en realidad una recopilación de tres de sus novelas. Espero este fin de semana dar cuenta de parte de ellas, no mucho porque estoy de curso y eso detrae tiempo a la lectura.

También podrá hablar de cine, he visto poco, porque hay poco “visible”. Me quedo con la segunda entrega de Millenium y el ciclo de cine documental de la Filmoteca canaria, proyectado hace poco en los cines Renoir.

Bueno aquí acaba, por ahora, mi abandono. Tengo que disciplinarme en esta y en otras cosas, pero tampoco mucho.