domingo, 27 de febrero de 2011

CINE: CIELO. DEEPA METHA


Hay ocasiones en las que ir al cine se convierte en una amargura. Sí, una amargura y no porque la película no merezca la pena, sino casi por todo lo contrario, es decir cuando la historia que te cuentan tiene unas aristas que te rasgan allí donde más daño te pueden causar. El dolor ajeno, las injusticias, el maltrato ayudan a que tu estómago se pegue al espinazo.

Cielo, 2008, película de la directora Deepa Metha te lleva ese mundo donde el dolor de la protagonista y las situaciones por la que pasa su vida recién llegada a Canadá desde la India son las que te hacen cerrar los ojos y evitas incluso oír. Metha consigue aunar la cruda realidad de una joven en una familia india con sus tradiciones y su posterior traslado por matrimonio a Canadá, donde comparte lo peor de empleos mal pagados y lo peor de las tradiciones de su país trasplantadas al occidental y moderno Canadá. A esta cruda realidad la directora la envuelve en un halo de mundo fantástico de nuestra protagonista que le permite sobrevivir y decidir.

Pues ya pasará con más pena que gloria en esta ciudad Santa cruz donde el cine que no viene avalado por una campaña de publicidad significativa pasa desapercibido. El “boca oído” sirve de poco porque pocos espectadores se ven en estas películas.


viernes, 25 de febrero de 2011

LECTURAS: EL HOMBRE VIGILADO. VESKO BRANEV


Llevo una temporada enfrascado en esto de los estados totalitarios y algunas de sus consecuencias sociales. En el tiempo casi han coincidido el visionado y comentario de películas como 4 meses, tres semanas y dos días, La vida de los otros, la guerra civil, la posguerra en España y por último el golpe de Tejero. Todo esto vino después de la lectura, por casualidad de una biografía: El hombre vigilado de Vesko Branev [1932]; Galaxia Gutenberg, 2009. En sus páginas no hallarás la épica del sufrimiento físico, ni un repaso de las atrocidades de un sistema totalitario en los campos de internamiento. Es otra cosa, es la vida cotidiana de un ciudadano no afecto al régimen y que soporta el peso de esa malla entretejida por el poder, anudada por las delaciones, el miedo y las filias al poder para alcanzar sus míseras prebendas. En esta red se favorece la vida de individuos con dos sombras, una que acompaña al militante comunista por oportunismo/necesidad y otra, atribulada, que sufre el rigor del partido único.

Vesko Branev, búlgaro de nacimiento acusado de intentar huir a occidente desde la República Democrática Alemana [RDA], es repatriado su país y allí busca ganarse la vida como escritor, periodista y cineasta, pero permanentemente vigilado hasta extremos de auténtica paranoia. El afán por controlar a los ciudadanos hasta límites inverosímiles convierte su relato en una suma de situaciones en la que la vida casi parece carente de sentido. Desconfías de todo y de todos los que te rodean. Son potenciales ojos del régimen que necesitan de una delación para afianzar su posición en quienes manejan los hilos de esta trama de desconfianza y recelos. Les dejo con algunos párrafos. Espero que sean de su interés.

Una de las pruebas a las que estábamos sometidos en tiempos de régimen comunista totalitario era saber medir qué parte de nosotros debíamos salvaguardar a toda costa, y cuál había que sacrificar para seguir viviendo, o al menos sobreviviendo. ¿Cuáles eran los valores y las prohibiciones sin las que podíamos seguir viviendo? Algunos superaban esta prueba sin sufrir, mientras que para otros era una auténtica tortura.

Lo que yo más temía era sufrir una regresión y volver al estado primario que diagnosticaba en no pocas personas a mí alrededor. Una amiga vino un día verme muy contenta para decirme que había asistido a una comida privada en casa del secretario general del partido único y su mujer. Aunque yo no le había pedido nada, ella había hablado un momento con la primera dama sobre mis problemas de alojamiento, y mi amiga me dijo resplandeciente de orgullo: “la tía Mara me ha dicho que metas tu nombre y tu dirección en un sobre y lo entregues al miliciano que vigila su casa en Oborichte”. Era evidente que se alegraba de poder ayudarme. Le di las gracias, pero nunca di ese paso. No porque me negara a beneficiarme de un favor injusto respecto de otras personas con problemas de alojamiento, sino porque el precio a apagar era muy elevado. En efecto, habría de entregar mi libertad de opinión a cambio del reconocimiento de benefactores a los que despreciaba casi abiertamente, y eso era lo que no podía sacrificar. Mi pequeña independencia –que en realidad quizá sólo fuera irresponsabilidad- era tan importante para mí que por nada del mundo la habría cambiado por un piso de tres habitaciones. A las personas que actuaban como yo las trataban de idiotas, pero si había que elegir entre el grupo socialmente impedidos y el de los moralmente amputados, preferiría formar parte del primero. [ob. cit. págs. 337-338]

LA VIDA DE LOS OTROS

CUATRO MESES, TRES SEMANAS Y DOS DÍAS

miércoles, 23 de febrero de 2011

RECUERDOS DESDIBUJADOS

Con la mayor modestia del mundo voy a intentar plasmar en estas líneas las sensaciones que tengo de aquella tarde de hace treinta años. Si de la tarde del golpe, en la que se tambalearon todas las ilusiones y las expectativas se apagaron de forma instantánea. Dicho esto, y si me atrevo a escribir es porque me lo ha pedido alguien a quien quiero mucho.

La verdad que los días previos al golpe y ya anunciado el pleno para nombrar a Calvo Sotelo, precedido del discurso de Adolfo Suárez que con un lenguaje algo críptico renunciaba a la presidencia de gobierno y me dejaba, no solo a mi seguro, con la sensación de no saber exactamente qué pasaba. El ejercicio de leer entrelíneas en momentos como ese alcanza el mayor grado de especulación posible. Los episodios y sorpresas se sucedían sin tiempo a vislumbrar el verdadero alcance de cada uno de ellos, y así, mientras se votaba en el Parlamento la candidatura del propuesto como futuro presiente, yo estaba en casa, sentado en el despacho haciendo cosas del colegio. No recuerdo si corrigiendo o preparando cosas de clase y como sonido de fondo la radio que transmitía el pleno del Congreso. No tengo conciencia del momento exacto en el que descubro la gravedad de lo que estaba sucediendo, pero sí recuerdo que tuve esa sensación de miedo, no creo que fuera otra cosa, en la que el estómago se te pega al espinazo y ya se te caen todos los palos del sombrajo. ¿Y ahora qué? El vacío y los peores vaticinios por delante.

Superado este choque inicial lo inmediato era ir a buscar a mi hijo que estaba en la guardería. Él contento, salía antes. Lo miraba y pensaba lo peor. No recuerdo nada especial en la calle que significara alarma. De ahí en adelante hasta el día siguiente se agolpan los recuerdos, difusos y desordenados. Llamadas de teléfono, la radio encendida, la televisión y poco más porque ahora parece que todo fue rápido, se resume en un reportaje de televisión o de radio y ya está, pero la realidad fue bien distinta porque las horas pasaban lentamente y entre algún dato que iba cayendo de la radio o imagen de la televisión, las cosas se veían con algo de optimismo o con el pesimismo más profundo y el cambio de perspectiva en ocasiones dependía hasta del tono de voz de quien hablara en la radio. En este punto recuerdo la llegada de la columna de soldados de la policía militar a las puertas del Congreso. Me dio la impresión de que aquello ya no tenía remedio.

El sueño me llevaba casi de la mano, pero seguía en un duermevela pendiente de la radio y la televisión sin sonido. El mensaje del rey daría un respiro, solo un respiro, todavía están los guardias estaban dentro del hemiciclo.

La mañana obliga a salir a trabajar sin saber qué va a pasar, aunque parece que la situación se normaliza, o eso quiero pensar. La jornada en el colegio no da nada más que para comentar lo que ha pasado y creo recordar que fue un día donde faltaron muchos niños, que aquello casi no parecía un colegio porque ni bullicio, el normal de cada día se apreciaba. Todos teníamos anécdotas que contar.

Los detalles de todo el desarrollo de este sonrojo nacional ya es conocido, bueno creo que casi todo, pero las sensaciones que cada uno de nosotros llevamos dentro con el paso del tiempo creo que se van desdibujando y a mi cuesta hacer un relato detallado de esas horas, aunque lo que no se podrá olvidar nunca es el miedo a vivir aquello que nos habían contado, aquello sobre lo que habíamos leído y que nunca pensamos que se podría volver a repetir, a pesar de todo lo que estaba cayendo en aquellos momentos.

En la actualidad intento que mis alumnos logren identificarse con aquella situación, pero me resulta difícil, pongo todos mis medios pero no creo que lo logre, por lo menos de forma satisfactoria. Lo seguiré intentando.

martes, 22 de febrero de 2011

TIEMPO DE ELECCIONES


Ya hemos doblado febrero, y mayo, el mes de las elecciones está cerca. Se palpa en el ambiente la tensión, aunque los pronósticos señalan que el clima tiende a empeorar, así que los contendientes siguen afilando los colmillos en busca de la yugular ajena. Algunos para organizar su discurso, además de los tópicos al uso como lo mucho que trabajan, lo sacrificada que es su labor y todos esos latiguillos que repiten sin cesar, creo que tienen como libro de cabecera El breviario para políticos del Cardenal Mazarino, que ofrece recomendaciones como las que se incluyen aquí y les sirven para andar por el patio electoral olfateando el ambiente en busca del contendiente que en ese momento flaquee, al que deje traslucir cierto desasosiego, o al que caiga en el campo del punto de mira.

En fin, largo camino hasta las elecciones, aunque después puede que el tono cambie poco o nada y así seguiremos.

No olvides nunca que la prudencia exige no atacar a varios enemigos a la vez. Así que, mientras trabajas en la ruina de uno, reconcíliate con todos los demás, provisionalmente.

Asegúrate siempre e que tu propia situación es sólida antes de lanzar un ataque. No te dejes llevar por la pasión de la venganza hasta el punto de desperdiciar las ocasiones de progresar en tu carrera. [Ob. cit. pág. 107]

sábado, 5 de febrero de 2011

CINE: MÁS ALLÁ DE LA VIDA. CLINT EASTWOOD


Con la pasión y curiosidad de siempre me acerco a la nueva producción de Clint Eastwood, “Más allá de la vida”, su último trabajo y del que espera como casi siempre una obra contundente, inigualable. Pero en esta ocasión y con el preludio de Invictus sale uno algo defraudado, inquieto porque eso no es lo que esperabas, mejor lo que esperas de la trayectoria de este director.
La verdad es que con el pragmatismo que me es habitual, no soy muy seguidor de este tipo de historias sobre situaciones de después de la muerte. No es un tema atractivo y eso actúa como elemento de predisposición negativa, pero buscas que la narración sea lo suficientemente interesante y creíbles, sus personajes. Las historias, muy trágicas por las pérdidas de los seres queridos, colocan el tono emotivo a lo largo de la proyección y como son distintas es difícil que te sustraigas a todas. El protagonista quiere ocultar su “facultad” y rehacer su vida lejos de ese mundo de los videntes, del que se siente avergonzado por lo mercantilizado que está.
Emocionar, emocionan las historias, hasta puede que sea por cierta sensiblería, pero la verdad esa incursión en el más allá no la comparto ni creo que le haga falta para seguir indagando en historias y personajes, pero, a lo mejor, es que nuestro director ya está pensando en que las papeletas que tiene para dejarnos han aumentado con eso de la edad, y haya volcado su esfuerzo en esta, sin embargo no creo que sea por ese motivo más personal o más íntima. Si tienen oportunidad no dejen de verla.

LECTURAS: NADA. JANNE TELLER


Tengo varias lecturas pendientes para comentar mis impresiones desde la pasa entrada de comienzos de enero. Nada de Janne Teller, Seix Barral, 2011 no es lo último que he leído, de hecho fue la lectura del pasado fin de semana. Llegué a esta obra después de leer algunas notas en la prensa, sobre todo me llamó la atención el hecho de que en Dinamarca fue retirado de las librerías por entender que podría ser perjudicial para los jóvenes, e incluso se prohibió en los centros educativos cuando fue propuesto como lectura recomendada.

Aún cuando se publicación es España es muy, muy reciente ya lleva funcionando diez años y ha recibido, junto con las prohibiciones citadas algunos reconocimientos significativos, así que era casi urgente su lectura. Leída con fruición sus ciento cincuenta y ocho páginas consiguen que quedes atrapado en su lectura a partir, incluso, de la portada, donde puedes leer: “Nada importa. Hace mucho que lo sé. Así que no merece la pena hacer nada. Eso acabo de descubrirlo”. Como chispa que enciende tu curiosidad, y ya coloca al lector en la obligación de iniciar la andadura con los ojos bien abiertos.

Puede que la lectura se prohibiera en Dinamarca porque entendieran que las reflexiones hechas a posteriori podrían desencadenar en los jóvenes una reacción de tal magnitud que sólo sería comparable con la que parece causar eso que ahora se llama “mercado”, o la que se generaría si se rompiera la confianza en el dinero, en el papel moneda, aunque, la verdad, creo que los jóvenes están más predispuestos, o potencialmente así lo creo, para desarmar este modelo de sociedad en la que vivimos y generar expectativas con un cambio a fondo, mientras que los adultos están más lejos de esa posibilidad de cambio profundo y radical.

No entro en insinuarles nada de la trama, salvo que un niño que abandona la clase, eso del absentismo, se convierte en una especie de detonante para sus compañeros que se defienden detrás del “significado” del significado de las cosas, pongamos como ejemplo. Que la disfruten

“-No podemos quejarnos a Eskildsen ni al subdirector ni a ningún adulto, porque si nos quejamos de Pierre Anthon subido al ciruelo, tendremos que explicar lo que dice. Y eso es imposible, porque los adultos no querrán oír que sabemos en realidad nada tiene sentido y que todos simplemente fingimos” [ob. cit. pág. 17]

viernes, 4 de febrero de 2011

COSAS DE AQUÍ Y DE ALLÁ

I] No Descubro nada nuevo si digo que en el mundo islámico algo se mueve. Se mueve desde la revuelta en Irán donde las manifestaciones ciudadanas colocaron en jaque al gobierno iraní. Túnez, Egipto son otros lugares donde cala la protesta frente a los dictadores de la zona.

El tiempo nos dirá las interrelaciones que se establecen entre estos movimientos aparentemente espontáneos y forjados en las redes sociales; también veremos hasta donde la independencia de los movimientos ciudadanos de los grupos radicales islámicos, mientras tanto a la Unión Europea parece que una vez más les ha cogido con el paso cambiado, al igual que los Estados Unidos y no han reaccionado a tiempo ante la caída de regímenes “amigos” salvaguarda de la seguridad occidental frente al islamismo radical, eso dicen.

Ahora toca esperar y ver cómo evolucionan los movimientos sociales y la reacción de los líderes que no quieren abandonar el poder, caso de Egipto, y las repercusiones en otros países de la zona, mientras el petróleo ronda los cien dólares el barril y los alimentos básicos, cereales fundamentalmente, alcanzan precios nunca vistos. Más hambre, si cabe.

II] Ya hay pacto por las pensiones y lo único que garantiza es que las generaciones que han nacido de la segunda mitad de los sesenta en adelante van a tener muy difícil alcanzar el cien por cien de una pensión, así que es posible que este pacto junto con el acuerdo laboral garantice que esas generaciones van a vivir peor que las que le anteceden inmediatamente.

Los mercados (¿?) se garantiza corto y largo plazo posibilidades de negocio donde antes era más complicado, planes de pensiones privados van a sonar como alternativa y lo público sigue cayendo en desgracia, con lo que las pensiones no contributivas están en el punto de mira de los mercados (¿?) y antes o después la sanidad pública y más tarde la educación. El proceso de desmantelamiento ha comenzado.

III] Doña Ángela, un respeto, ha llegado y en una visita relámpago pasa revista a lo que se está haciendo, da su visto bueno, pero enfatiza su mensaje: “hay que recortar más” y así para seguir rumiando la desesperación y acordarnos del santoral, deja caer lo próximo: “los salarios se moverán en función de la productividad y no del índice de precios al consumo”. Ya está a seguir ahorrando para que los mercados (¿?) sigan estrujando los bolsillos de los trabajadores. No habrá salario que se mueva al alza de aquí en adelante, porque ya se encargarán los empresarios de afirmar que la productividad no es comparable a la de China, por ejemplo. Ah, se me olvidaba, como es complicado medir la productividad de determinadas actividades, docencia, medicina o incluso el trabajo de un bombero que está tres días sin hacer nada y el cuarto salva a una ancianita de un incendio, pues nada, no habrá subida de salarios.

IV] Aquí, más cerca ya calientan motores los partidos y sus candidatos se presentan en actos donde, aparentemente, todos marchan al unísono en pos de la victoria, mientras de puertas a dentro se mantienen afilados los dientes en busca de una yugular despistada y a la que no acompañen los resultados en las urnas. Los que no han tenido cabida en las listas, en los puestos con posibilidades, ya afilan sus caninos. A cuidarse quien tenga que hacerlo.