jueves, 3 de diciembre de 2009

EN DEFENSA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN INTERNET

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia".

miércoles, 2 de diciembre de 2009

OTRAS LECTURAS: CLAUS Y LUCAS

No había leído nada de la escritora húngara Agota Kristof, Hungría 1935 y porque una compañera de trabajo me recomendó una de sus obras: Claus y Lucas, El Aleph, 2009. En realidad es una trilogía formada por El gran cuaderno, 1987, La prueba, 1988 y La tercera mentira, 1991.

La verdad es que me tuve que documentar un poco sobre quien era Agota Kristof porque cuando empecé a leer El gran cuaderno, y a medida que avanzaba en su lectura más se me encogía el estómago. La escritura de Agota es directa, concisa de frase corta, pero como un dardo. Igual son los capítulos, muy cortos, episodios muy breves y contundentes. La historia de los hermanos gemelos que su madre deja en casa de su abuela materna, que no solo no los quiere, sino que los odia a lo que ellos responden con crueldad en muchas ocasiones.

Desde los ojos de los gemelos se percibe el mundo como elemento agresor y del que hay que defenderse y para ello vale todo, no hay nada que limite esa defensa, al mismo tiempo le sirve a la autora la vida de Claus y Lucas para construir una metáfora sobre los estados totalitarios y los problemas de la guerra. Recomendable su lectura. Les dejo con un capítulo

EL DESERTOR

Encontramos un hombre en el bosque. Un hombre vivo, joven, sin uniforme. Está echado detrás de un arbusto. Nos ve y no se mueve.

Le preguntamos:

-¿Por qué estás ahí echado?

Él responde:

-No puedo andar más. Vengo del otro lado de la frontera. Llevo andando dos semanas. Día y noche. Sobre todo por la noche. Ahora estoy demasiado débil. Tengo hambre. No he comido nada desde hace tres días.

Le preguntamos:

-¿Por qué no lleva uniforme? Todos los hombres jóvenes llevan uniforme. Todos son soldados.

Él responde:

-Yo ya no quiero ser soldado.

-¿No quiere combatir más al enemigo?

-No quiero combatir a nadie. No tengo enemigos. Quiero volver a mi casa.

-¿y dónde está tu casa?

-Todavía está lejos. No llegaré si no encuentro nada de comer.

Le preguntamos:

-¿Por qué no va a comprar algo de comer? ¿No tiene dinero?

-No, no tengo dinero, y no quiero que me vean. Debo esconderme. Es preciso que no me vean.

-¿Por qué?

-He dejado mi regimiento sin permiso. He huido. Soy un desertor. Si me encuentran, me fusilarán o me colgarán.

Le preguntamos:

-¿Cómo a un asesino?

-Sí, exactamente, como a un asesino.

-Y sin embargo usted no quiere matar a nadie. Sólo quiere volver a su casa.

-Sí, sólo quiero volver a mi casa.

Le preguntamos:

-¿Qué quiere que le traigamos de comer?

-Cualquier cosa.

-¿Leche de cabra, huevos duros, pan, fruta?

-Sí, si cualquier cosa.

Le preguntamos:

-¿Y una manta? Las noches son frías y llueve a menudo.

Él responde:

-Sí, pero sobre todo que no os vean. Y no diréis nada a nadie, ¿verdad? Ni siquiera a vuestra madre.

Le decimos:

-No nos verán, no le diremos jamás nada a nadie, y no tenemos madre.

Cuando volvemos con la comida y la manta, dice:

-Sois muy amables.

Le decimos:

-No queríamos ser amables. Sólo le hemos traído estos objetos porque usted los necesitaba. Nada más.

Pero él dice:

-No sé cómo daros las gracias. No os olvidaré nunca.

Sus ojos se llenan de lágrimas.

Le decimos:

-¿Sabe? Llorar no sirve de nada. Nosotros no lloramos nunca. Sin embargo, todavía no somos hombres, como usted.

Él sonríe y dice:

-Tenéis razón. Perdonadme, no lo haré más. Era debido al agotamiento.

[ob.cit. pág 42-43]

martes, 1 de diciembre de 2009

AMINATU HAIDAR Y EL SÁHARA

Cada vez que veo una imagen de esta mujer de cuerpo frágil, de mirada cálida y voz apagada, pero de espíritu rocoso y voluntad de hierro me pregunto si era consciente cuando inició esta lucha, de que los fines que buscaba eran casi inalcanzables, casi una utopía.

Aminatu ha logrado lo que no ha logrado el Frente Polisario en mucho tiempo, mantiene de forma sostenida durante días en primera página el conflicto largo y enquistado de la descolonización del Sáhara Occidental. Sí, eso es lo que está logrando, aunque sus convicciones firmes, legítimas y comprensibles pongan en peligro su vida.

Creo que no va a lograr una resolución de las Naciones Unidas que condene a Marruecos por retenerle el pasaporte y mucho menos por la ocupación del Sáhara, al tiempo que condena al reino de España por haber incumplido los procesos de descolonización, que todos sabemos cómo se hizo la entrega vergonzosa al reino marroquí la soberanía de lo que era una provincia española, no tenía status de colonia con lo que la entrega fue más vergonzosa, si cabe.

Así que cuando no acepta el pasaporte español, cuando sabe que no va a recuperar su salvoconducto, marroquí, con esta presión, sólo cabe el dilema de cuándo y en qué condiciones va a ceder su presión, su lucha, porque tampoco España va a realizar ningún apremio sobre Marruecos para que entregue el documento que tanto se ha popularizado. Sólo quedaría la intervención de la Unión Europea, que como es habitual no tiene una voz unánime en política exterior, y en otras cosas tampoco, y quiere que el flanco sur se mantenga tranquilo y don Mohamed duerma tranquilo en su jaima.

Esperemos que no pase a mayores este hecho, ya está hecha la reivindicación, ahora sólo queda que la vida de esta mujer con ese espíritu no esté en peligro.

domingo, 22 de noviembre de 2009

OTRAS LECTURAS: UNOS POR OTROS

Con Unos por otros; RBA, 2008 se cierra la tetralogía Berlín Noir de Philip Kerr. Es una pena porque nuestro detective Bernhard Gunther podría haber dado un poco más de sí. siempre esperamos algo de más de nuestros personajes favoritos. En esta última entrega afronta una de las consecuencias de la segunda guerra mundial y es la “desaparición”, la “invisibilidad” de los responsables nazis de las atrocidades que se cometieron durante el conflicto.

Diversas organizaciones, unas conformadas con elementos del propio ejército alemán y que pretendían mantener vivo el nazismo con la esperanza de volver; también colabora activamente en esa “invisibilidad”; otras como la iglesia católica que pone sus medios a disposición de quienes querían emprender una “nueva vida”. Frederick Forsyth en su novela Odessa, 1972 cuenta el entramado urdido para hace desaparecer a esos personajes; Uki Goñi, periodista en La auténtica Odessa, Paidós, 2002 hace un recorrido por la auténtica Odessa y la participación de la Iglesia con la complicidad del gobierno argentino, Juan Domingo Perón, admirador de los regímenes fascistas de Europa. Daniel Jonah Goldhagen en La Iglesia Católica y el Holocausto, Taurus, 2002, confirma la tesis mayor, Pío XII fue “un colaborador nazi” y así podríamos seguir ofreciendo ejemplo de trabajos, ficción o no sobre este escabroso asunto, Kerr aporta una versión novelada interesante, creíble y muy bien documentada; el lector se sentirá dentro de la piel de nuestro detective particular y los golpes que recibe, casi nos duelen a nosotros.

Ya casi no me queda nada más que decir de “Bernie”, ya hay confianza, así que les dejo con algunos párrafos de esta obra. Espero que les resulten interesantes.

“Comenzaron a oírse pasos junto al confesionario. El padre Gotovina descorrió la cortina y se mezcló con los fieles. Esperé un minuto y salí santiguándome únicamente para no llamar la atención. Me parecía una estupidez. Otro comportamiento peculiar de los humanos que incluir en los textos de antropología. Como mecerse frente a una pared, arrodillarse en la dirección de una ciudad de Oriente Medio o levantar el brazo a frente y gritar “Sieg Heil”. Ninguno de aquellos gestos significaba nada más que problemas para otra gente. Si algo me ha enseñado la historia es que resulta peligroso creer en algo con demasiado fervor. Sobre todo en Alemania. Nuestro problema es que nos tomamos las creencias demasiado en serio.” [ob. cit; pág 153.]