domingo, 10 de noviembre de 2013

AL MENOS LOS CANAPÉS

         Este fin de semana se me ha ido al traste. Al carajo directamente porque desde la fiebre, la tos perruna de fumador me han tenido anclado en cama. Corregir exámenes y trabajos a rato y esperar la famosa conferencia política del Partido Socialista han sido las “tareas” posibles con este estado un tanto ruinoso.

            Esperaba yo, iluso de mi, de que tal y como está el patio, fuerza tuitera con la que se comenzada este evento, serviría para que los que no tenemos acceso a los canapés pudiéramos disfrutar de propuestas claras concisas, sin tapujos ni medias tintas. Salen unidos y con las ideas claras, dice Rubalcaba. Ya, yo creerle le creo, pero convencer, lo que dice convencer, en absoluto.

            Poniéndome “soviético” hubiese deseado oír:
-Denuncia del Concordato y anulación del mismo con el primer gobierno socialista.
-Retirada de las subvenciones a las iglesias y sus negocios particulares.
-Cortes constituyentes para dilucidar desde el modelo de estado, el papel de la doble Cámara, ley electoral,…
-Ley de transparencia real y efectiva. Cada euro público exige un control desde su recaudación hasta su inversión.
-Devolución de los préstamos hechos a la banca.
-Declaración de la renta Básica de subsistencia.
-Incentivar la expansión de la economía dl bien común como modelo económico alternativo.
-Fomento de energías limpias para aminorar la dependencia de combustibles fósiles.
-Que la educación y Sanidad tomen el protagonismo que una sociedad solidaria necesita, estableciéndose como prioritarias las inversiones en las mismas.
-Que la inversión en I+D+i se multiplique y sus beneficios reviertan en el sector público.
-Que los presupuestos participativos sean la norma en municipios de menor población, hasta alcanzar instituciones superiores.

            Como ya me cansé y no quiero dar la vara, pero seguro que tú amable lector encontrarás no una, sino muchas propuestas que añadir a esta lista, así que espero que los canapés hayan sido del gusto de todos y tú tengas el deseo de añadir alguna más.

            Me vuelvo a la cama que la fiebre no perdona.