martes, 10 de diciembre de 2013

LECTURAS: INTEMPERIE. JESÚS CARRASCO

             
Si las palabras te saben a tierra; si las frases erosionan tu garganta al tragar dejando el regusto de la sangre en el paladar; si arrebujado en tu sillón percibes el olor rancio del sudor viejo mezclado con el de la orina reseca en la entrepierna; si el bochorno casi te ahoga, no es que lo estés viviendo, es que lo estás leyendo.

            Así me he sentido mientras de forma casi enfermiza leía Intemperie de Jesús Carrasco, Seix Barral, 2013. Desde la primera línea: “Desde su agujero de arcilla escuchó las voces que lo llamaban…”, hasta la última palabra mi compañía fue el desasosiego. Mientras avanzaba en el recorrido por las páginas de esta novela, la angustia iba en aumento porque los personajes, el niño el viejo, los extremos de la vida, que se mueven en el secarral y se entrecruzan sus caminos para sumar dolor y sufrimiento.

            No dejes de leer Intemperie para comprobar qué y cómo te pueden conmover estas historias que pueden parecer simples, pero como las cuenta Jesús Carrasco dejan huella.

            Te dejo con estas líneas por si sirven de estímulo para su lectura. Si es así que la disfrutes.
            “Por suerte para él, el llano no daba para exotismo. Allí sólo había galgos. Carnes escurridas sobre largos huesos. Animales místicos que corrían tras las liebres a toda velocidad y que no se detenían a olfatear porque habían sido arrojados a la Tierra con el único mandato de la persecución y el derribo. Flameaban líneas rojas en sus costados como recuerdos de las fustas de los amos. Las mismas que en el secarral sometían a niños, mujeres y perros” [Ob. cit. pág. 10]

domingo, 8 de diciembre de 2013

HENRY MOORE EN TENERIFE

Por unos días Santa Cruz ha disfrutado de la presencia de algunas obras en bronce del escultor Henry Moore [1898-1986]. El guerrero de Goslar lleva entre nosotros desde hace 40 años y su presencia es uno de los testigos de aquella primera exposición de esculturas en la calle.

            No es mi intención analizar ni la exposición, ni la conmemoración, sólo que la evocación de Henry Moore me ha llevado a releer lo que E.H. Gombrich [1909-2001] en su obra Historia del Arte, escribe de Moore: “Creo que con este intenso sentimiento de singularidad acerca de las cosas realizadas por la magia de las manos humanas es con lo que el autor Henry Moore nos quiere enfrentar en sus creaciones. Moore no comienza mirando a su modelo, sino a la piedra. Quiere “hacer algo” de ella. No rompiéndola en pedazos, sino percibiendo su tendencia, tratando de descubrir “qué quiere” la piedra. Si ella se convierte en una sugerencia de figura humana, bienvenida sea. Pero incluso en la figura quiere retener Moore algo de la solidez y simplicidad de una roca. No intenta hacer una mujer de piedra, sino una piedra que sugiera una mujer.” [ob. cit. pág. 453].

domingo, 10 de noviembre de 2013

AL MENOS LOS CANAPÉS

         Este fin de semana se me ha ido al traste. Al carajo directamente porque desde la fiebre, la tos perruna de fumador me han tenido anclado en cama. Corregir exámenes y trabajos a rato y esperar la famosa conferencia política del Partido Socialista han sido las “tareas” posibles con este estado un tanto ruinoso.

            Esperaba yo, iluso de mi, de que tal y como está el patio, fuerza tuitera con la que se comenzada este evento, serviría para que los que no tenemos acceso a los canapés pudiéramos disfrutar de propuestas claras concisas, sin tapujos ni medias tintas. Salen unidos y con las ideas claras, dice Rubalcaba. Ya, yo creerle le creo, pero convencer, lo que dice convencer, en absoluto.

            Poniéndome “soviético” hubiese deseado oír:
-Denuncia del Concordato y anulación del mismo con el primer gobierno socialista.
-Retirada de las subvenciones a las iglesias y sus negocios particulares.
-Cortes constituyentes para dilucidar desde el modelo de estado, el papel de la doble Cámara, ley electoral,…
-Ley de transparencia real y efectiva. Cada euro público exige un control desde su recaudación hasta su inversión.
-Devolución de los préstamos hechos a la banca.
-Declaración de la renta Básica de subsistencia.
-Incentivar la expansión de la economía dl bien común como modelo económico alternativo.
-Fomento de energías limpias para aminorar la dependencia de combustibles fósiles.
-Que la educación y Sanidad tomen el protagonismo que una sociedad solidaria necesita, estableciéndose como prioritarias las inversiones en las mismas.
-Que la inversión en I+D+i se multiplique y sus beneficios reviertan en el sector público.
-Que los presupuestos participativos sean la norma en municipios de menor población, hasta alcanzar instituciones superiores.

            Como ya me cansé y no quiero dar la vara, pero seguro que tú amable lector encontrarás no una, sino muchas propuestas que añadir a esta lista, así que espero que los canapés hayan sido del gusto de todos y tú tengas el deseo de añadir alguna más.

            Me vuelvo a la cama que la fiebre no perdona.

jueves, 30 de mayo de 2013

SE ACABÓ

Ya está, ya echaron el cierre, bajaron el telón y recogieron todo. El telechantaje cerró el espectáculo y ahora toca rentabilizarlo hasta la próxima ocasión, porque sólo hay que sacar del trastero algunas cosas, desempolvarlas un poco y a comenzar de nuevo. Los pobres ya vienen de sí, porque el 29 de mayo de 2014 seguiremos aquí y no en Arcadia; porque ese mismo día la sensiblería, que no sensibilidad seguirá igual o parecida. Somos de lágrima fácil, unos más que otros, y basta conque nos echen una fogalera en el monte, en la trastienda de un escenario, o unos perros abandonados para derramar lágrimas, sobre todo si hay una cámara de televisión. Sí esas lágrimas llenan pantallas. Así creo que somos, unos más que otros, y así seremos.

            Del otro chantaje también debo decir algo, así que me planteo la pregunta: ¿Qué empresa, qué institución y/o chiringo de barrio que recibe la llamada de turno se queda al margen? Primero, porque no aparecería en la recauchutada televisión en el momento oportuno y hay que rentabilizar la emoción; segundo, hay que evitar los potenciales comentarios insidiosos en las tertulias venideras donde se darán lustre y harán repaso de ausentes, poniendo a los pies de las emociones sensibleras de espectadores henchidos de emoción y solidaridad puntual. Así que no hay escapatoria. Tienes que estar. No me da pena.

            En fin esto es lo que hay y mientras no nos curemos, unos requieren más atención que otros, de esta sensiblería, los hechos se perpetúan y ya está preparado el próximo telechantaje, sólo hace falta que llegue la fecha.

            Ah, se me olvidaba y puesto que hoy se habla mucho de transparencia, ¿dónde van esos alimentos soleados y toda esa agua, que había mucha? Ah, no, no era eso, era el dinero, el papel moneda, que empresas y particulares han aportado, supongo será contrastado todo el recorrido de ese “capitalito”, porque sería interesante saber el camino desde su origen hasta su destino final. Cosas de la transparencia.

            Si ya se nos secaron las lágrimas, a unos antes que a otros, y eso de la solidaridad se le quita el espectáculo, seguro que en tu barrio, en tu calle hay quien puede necesitar de esa ayuda; si no es así o prefieres el anonimato total hay instituciones que pueden canalizar la “callada solidaridad”, porque la “desbordante solidaridad” hay que reservarla, junto con las lágrimas, para cuando estén las cámaras, al parecer dan muy bien en la pantalla.

domingo, 26 de mayo de 2013

LECTURAS: LOS PÁJAROS DE AUSCHWITZ. ARNO SURMINSKI



   Arno Surminski, Los pájaros de Auschwitz; Salamandra, 2013. Desconocía que un oficial de las SS, ornitólogo, había publicado un tratado sobre la vida de las aves en el entorno de Auschwitz, y que los dibujos los realizó un prisionero de ese campo.
Manifiesto públicamente mi desconocimiento –ignorancia total- acerca de la historia que sustenta la novela de


            Con este material Surminski construye su relato, que escribió sobre una fina línea que lo obliga a mantener un equilibrio en condiciones muy duras para no caer en el lagrimeo de El niño del pijama de rayas de John Boyne, 2006, ni en los relatos/descripciones de los supervivientes de los campos. Tarea nada fácil, porque otro recurso sería llenar el texto de metáforas dado que la historia se presta a ello: pájaros, libertad, presos, muerte…, sin embargo, el camino que toma el autor es el del relato poco explícito, sutil, casi de un observador ajeno a lo que allí sucede, incluso desconociendo lo que sucedía a su alrededor. Esto obliga al lector a construir las metáforas, o que sea él el que busque lo descarnado del relato.

            Nuestro ornitólogo, oficial de las SS, no lo olvidemos, siempre acompañado por su preso/dibujante se manifiesta preocupado, mucho, por lo que le pueda pasar a un pájaro que ha estado encerrado en un vagón que llega lleno de personas que van a ser gaseadas. No hay nada más que distraiga su interés por los pájaros, salvo su familia. La crueldad en grado sumo en la que está inmerso parece que le resbala, no hace mella en su conciencia. Hay otros ejemplos, pero es más recomendable la lectura, así que les dejo con algunos párrafos por si sirven para despertar su interés.

            “En el silencio que se hizo a continuación, Marek se atrevió a preguntarle al guardia por qué estaba en el campo.
            Grote lo miró asombrado
            -Jamás hagas preguntas de ese tipo –respondió.
            Marek inclinó la cabeza a modo de disculpa; decididamente, había ido demasiado lejos. “estos alemanes han aprendido a obedecer para no tener que pensar. Las órdenes son las órdenes, dicen cuando deben hacer algo a lo que como personas normales se negarían. Habrá recibido la orden de venir a este maldito campo. Como le interesaba la ornitología, se le habrá ocurrido investigar la avifauna en un campo de concentración, desde una óptica puramente científica, claro.” Marek lo consideraba un lance de fortuna.
            -Incluso de las circunstancias más adversas hay que sacar partido, mi querido Marek” [ob. cit. págs.. 43-44]