lunes, 30 de mayo de 2011

A PROPÓSITO

A propósito de unos versos de Juan Gelman en lo último que de él se ha publicado: El Emperrado corazón amora, Tusquest, editores; mayo de 2011, en los que dice:

[…] Con los pedazos
de indignación y esperanza que
se les cayeron de golpe
se puede hacer una cuidad.

[La cosecha, pág. 257]

            Me pregunto qué se podrá hacer con los cuajarones de inquina y resentimiento que se destilan de forma permanente. Una ciudad creo que no.

jueves, 26 de mayo de 2011

DE LA LEY ELECTORAL Y ESAS COSAS

Ya está, ya pasó la jornada de reflexión, el día en el que la ciudadanía fue a depositar su voto y ahora estamos en el postparto electoral, en el momento de las  ecuaciones para ver cómo y con quién se parte/comparte la tarta del poder; también, como es habitual en estos momentos del “post”, nadie pierde porque el que menos, presume de tener votos “etiqueta negra”, otros se convierten en “llave de la gobernabilidad”, papel importante, y los más tienen un canto triunfalista; “Hemos ganado, dijo Soria [Partido Popular], tenemos sesenta mil votos más que Coalición Canaria”. Paulino Rivero no se quedó corto y afirmó: “Hemos ganado en la mayoría de las islas”. En fin, los ejemplos seguro que los han “disfrutado”  desde el momento en el que abrieron las urnas.
            Lo de la ley electoral y de su injusticia, presunta por aquello de, al menos, el qué dirán, es otra cantinela que se ha repetido hasta la extenuación de la ciudadanía, claro, no de quienes repiten y repiten sin más. La ley electoral es la que nos hemos dado desde el comienzo de esta andadura democrática, y es una pieza más del puzle que se armó en aquel momento para arrancar y dar juego a partidos en ámbitos autonómicos, que ni siquiera estaban definidos, pero sí se proponía un estado descentralizado. Con esos antecedentes y teniendo en cuenta que el criterio territorial primaba se dan las “perversiones electorales” a las que se acude una y otra vez, sin embargo cuando se dice que hay que cambiar la ley electoral, no se acompaña esa petición con una propuesta clara y definida, porque se está a verlas venir, es decir, qué será lo que más me conviene sabiendo que si hablo desde un partido muy localista, las huestes de Corrales o las de Domingo Medina, por ejemplo, solo podré sobrevivir dependiendo de cómo se reforme esa ley electoral y de las alianzas que pueda hacer.
            Para simplificar la cuestión, y cumplir con: “Un ciudadano, un voto” en el sentido más estricto no puede primar la condición territorial, así en las autonómicas en el caso de Canarias, por ejemplo, habría que contemplar una única circunscripción y así los votos obtenidos, independientemente de la isla en la que se vote, el “peso” será el mismo.
            Hagamos un pequeño ejercicio de aplicación de los resultados en Canarias al Parlamento, pero considerando una única circunscripción.
Partidos
Votos recibidos
Circunscripción única
Actual ley electoral
PP
288807
21
21
CC
225757
17
21
PSOE
190310
14
15
NCA
82318
6
3
ACSSP
19372
1

VERDES
18777
1

            Sí, ya sé que las campañas y sus estrategias están hechas en función de los “votos insulares”, pero nos puede dar una idea de lo que podrá pasar, suponiendo, que igual es mucho suponer, que el “sustrato ideológico” no tiene frontera. Ahí queda eso, que me lo acabo de inventar, pero da mucho de sí.
            Pues nada, la idea es circunscripción única para autonómicas y generales, y si queremos adornar la propuesta incluimos lo de listas abiertas y así acabamos con el “yo soy de aquí” y lo convertimos en el “yo estoy aquí”, que tiene un sentido más universalista, menos posesivo y excluyente y al que se agarran como pulgas a un perro casi todos, porque el ramalazo nacionalista-excluyente es muy, pero que muy contagioso.
No me detengo a comentar los datos de la tabla porque se comentan por sí solos.

sábado, 21 de mayo de 2011

miércoles, 18 de mayo de 2011

CARTA A PAPÁ NOEL

Sí, ya sé que parece extraño, muy extraño que una persona mayor, o muy mayor le escriba a Papá Noel. Éste no se ha enterado de que Noel solo recibe carta de niños donde solo hay ilusiones y deseos. Ya, ya lo sé, no se preocupen porque no estoy para ingresar en un frenopático y además mis ilusiones están puestas en otros lugares, pero les cuento. La verdad es que no se me ocurría otro destinatario al que contarle y hacerle partícipe de mis “ilusiones”, si entre comillas.
            Verán por qué. Estamos a pocos días de las elecciones y tengo dudas en quien depositar mi confianza, mi voto. Ya sé que es uno, uno entre muchos y que se perderá dentro de la urna, pero la verdad es que no sé a quién “querer”, aunque no sea al cien por cien.
            Para ayudar a Papá Noel y ver si me encuentra lo que busco, él que cumple las ilusiones de los niños, le adelanto que no busque en partidos de derecha, nacionalistas y resentidos, que es una nueva categoría y están ahí con argumentos tan peregrinos como “me cambié de partido para defender las mismas ideas”, que traducido significa: “no tengo hueco en las listas, así que me fabrico otras y a ver qué cae”. De nacionalistas y conservadores o al revés mejor no hablar, porque se me calienta el ordenador y luego digo cosas de las que no me arrepiento, pero…
            Pues ya está, busca en la izquierda y mira a ver si encuentras las cosas que te pido para depositar mi voto, si ya sé que es solo uno, pero, lo quiero.
            UNO. Que pida una ley electoral donde primen las personas y no los territorios, es decir circunscripción única.
            DOS. Ley de transparencia que permita conocer la trazabilidad de los presupuestos públicos y las relaciones contractuales con las administraciones públicas. Transparencia no es que los candidatos publiquen sus declaraciones de la renta, eso es soplillo.
            TRES. Presupuestos participativos, suena asambleario, pero no se asusten porque la idea no es asaltar el palacio de invierno, solo es exigir que la ciudadanía decida donde van los dineros públicos y cómo han de gastarse.
            CUATRO. Contemplar la progresiva implantación del salario social o renta básica para la ciudadanía.
            CINCO. Apuesta decidida y abierta por lo público. Enseñanza, sanidad deben ser la prioridad absoluta junto con la atención de mayores con una pensión digna y mayores dependientes con la creación de una red asistencial para garantizar la calidad de vida.
            SEIS. La reestructuración del mapa municipal acabando  con el despilfarro administrativo de tantos municipios en un espacio tan reducido.
            SIETE. La progresiva reducción de la dependencia energética deriva de combustibles fósiles, primando las energías limpias.
            OCHO. Prioridad al transporte público frente al privado.
            NUEVE. La ciudad para el peatón
            DIEZ. Cambios en los modelos constructivos de manera que la depredación del suelo se limite al máximo.
            ONCE. Iba a poner algo de la república, algo como que entrara en las discusiones de cara a una futura consulta ciudadana, pero vamos a dejarlo hasta la próxima carta.
            Si lees esta carta antes de que le llegue a Papá Noel y quieres añadir algo más, seguro que él estará encantado de leerlo y yo quedaré profundamente agradecido por todas las aportaciones.