martes, 16 de octubre de 2007

VA DE LIBROS

Me voy a permitir la libertad de hablar de libros, no de los míos, pues el mismo Umbral decía que si hay alguien activo en el binomio escritor/lector es este último. Hago de lector, que no de crítico y por eso me atrevo, por lo tanto no busquen aquí una crítica literaria sino simplemente lo que se me ha ocurrido al leerlos.

El primero del que voy a decir algo es una novela, extensa, intensa y creo que excepcional: Hacia los confines del mundo de Harry Thompson; Salamandra, 2007. Thompson (1960-2005) consigue en esta su primera obra de ficción aunar la aventura de un barco planero, el Beagle, su joven capitán FitzRoy y los estudios sobre la evolución cuando en el segundo viaje embarca Charles Darwin como filósofo naturalista. La linealidad de la narración así como la claridad de la misma creo que tiene relación con las actividades anteriores de Thompson, guionista de televisión, creo que trabajó en la BBC y como autor de biografías de algunos personajes como Hergé, Richard Ingrams y Peter Cook. Junto a las características ya citadas hay que añadir el rigor científico y el nivel de las discusiones entre el capitán del navío con el propio Darwin; no era nada fácil en ese momento para dos creyentes las pruebas irrefutables que aportaba la naturaleza sobre los procesos evolutivos y lo escrito en la Biblia. Interesante esta parte del libro, aunque no lo es menos la descripción de tareas en el buque, muy cercanas a las de Patrick O’Brien y las referencias antropológicas de los pueblos con los que iban contactando, así como su intento de educar algunos en Inglaterra y luego trasladarlos a su lugar de origen. Es una obra muy amplia, más de ochocientas páginas pero crea adicción, lo juro.

Algo completamente distinto por su temática es la obra de J.M. Coetzee Contra la censura. Ensayos sobre la pasión de silenciar; Debate, 2007. El título puede dar lugar a cierta confusión porque los ensayos recogidos en este volumen no tienen como finalidad hablar contra la censura sino sobre la censura y lo que significa como pasión por el poder para silenciar. Son varios los trabajos aquí reunidos, todos ellos muy densos y de lectura, no complicada, pero si muy pausada y con lápiz en la mano para marcar los interrogantes y acudir a las citas, pues la bibliografía es amplísima y muy completa. Si tuviera que destacar alguno de los trabajos incluidos me quedaría con el primer capítulo: Ofenderse, que viene bien porque cada día te encuentras más de una persona que sin saber por qué se siente ofendida, que no sé si es un derecho o no, pero cada vez son más. Ceño fruncido, caminar rápido y mirada un tanto atravesada caracterizan al ofendido. También es bastante frecuente quien cree tener razón a pesar de todos los pesares y esto es peligroso porque ese sentimiento o convencimiento intuitivo de tener siempre la razón, como dijo Karl Popper “se corre el peligro de convertirse en un fanático intolerante”, y claro después pasa lo que pasa.

El capítulo sexto Osip Mandelstam y la Oda a Stalin es un ejemplo nítido de cómo ejercer el poder el Estado y el miedo que éste tiene a la literatura. Es tal la presión que se ejerce desde el Estado sobre determinados ciudadanos que éstos pueden llegar a la locura por miedo, en este capítulo, el resto, diez más, son, creo, igual de interesantes, pero como es cuestión de gustos he citado esos dos.

Y por último para cerrar el triplete y como una de mis debilidades confesables es el mundo de la información y la comunicación, hay un libro ¡Basta de mentiras! Cuyo editor John Pilger; RBA, 2007 reúne hechos periodísticos donde el periodismo de investigación ha puesto al descubierto manejo de gobiernos, multinacionales y ha acercado al gran público hechos que de lo contrario hubiesen quedado en la oscuridad. De los 21 trabajos recopilados, todos esenciales, cada lector haría una selección distinta, todas válidas, por eso me atrevo a sugerir algunas de las investigaciones recogidas sin que el resto no tenga tanto o más valor periodístico o incluso literario. El primero sería el trabajo de Martha Gellhorn, 1945 titulado Dachau y describe de forma magistral el horror de un campo de exterminio. Creo que la expresión “una imagen vale más que mil palabras”, cae después de leer este texto; el trabajo de Seymour M Hersh, 1970 La Matanza de My Lai” demuestra que no hay tema pequeño y se cumple la cita de Cockbourn “Nunca te creas nada hasta que lo nieguen oficialmente”. Es interesante el trabajo de rastreo y como buen periodista tiene que tener muy desarrollada la capacidad de dudar, de lo contrario se hace periodismo de comunicados oficiales. No sigo porque en todos los trabajos compilados hay cosas muy interesantes, tanto de Amira Hass, Günter Wallraff, que se hace pasar por trabajador turco en Alemania, o Robert Fisk, posiblemente el mejor reportero de guerra actual. Se puede leer en Rebelión; o de la periodista rusa Anna Politkovskaya que destapó la guerra sucia en Chechenia y le costó la vida. En fin periodismo del bueno.

domingo, 14 de octubre de 2007

Dª Milagros Luis Brito y la Ciudadanía

Reproduzco a continuación la respuesta de la Consejera de Educación Milagros Luis Brito a la pregunta del diputado popular Carlos Ester en el Parlamento de Canarias. El texto está sacado de la edición digital de El Día, hoja parroquial local, que copia literalmente la nota de la agencia sin pararse a verificar si la pregunta y la correspondiente respuesta son correctas y atiende a lo realmente expresado por el citado texto, y luego aporto el contexto de donde se ha entresacado para hacer esta vil pregunta.

Luis Brito tilda de ofensivo para los canarios un libro de Ciudadanía

EFE, S/C de Tenerife JUEVES, 11 DE OCTUBRE DE 2007

La consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes, Milagros Luis Brito, señaló ayer que hay una parte del manual de Educación para la Ciudadanía que "deforma la realidad, es falso, inadmisible y ofensivo para los canarios". Luis Brito respondió así a una pregunta formulada por el diputado popular Carlos Ester sobre las consideraciones respecto a Canarias en un texto que aparece en el manual de Educación para la Ciudadanía. El texto aludido indica que en Canarias "se tiraban por los barrancos plátanos y tomates que no se podían vender, mientras las empresas cerraban, aumentaba el paro y la miseria y miles de jóvenes se engancharon a la heroína". "Estas afirmaciones son de catecismo socialista y ofenden a los canarios", agregó el diputado popular. La consejera regional de Educación y Universidades indicó que aunque en este curso no se imparte la mencionada asignatura en Canarias, sino hasta el ejercicio correspondiente a 2008-2009, "nos hemos dirigido a las autoridades escolares para que retiren esas afirmaciones".

Como la hoja parroquial no se ocupó de este asunto y parece que ha caído en saco roto y vale todo en estos lares, voy a reproducir de dónde se ha entresacado este texto y dar el título del manual, pues seguro que será de interés para alguno.

En el capítulo IV de EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA; democracia, capitalismo y estado de derecho; editado por AKal, 2007 y cuyos autores son los Carlos y Pedro Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero; ilustrado por Miguel Brieva, se puede leer [pág. 114]: “El capitalismo es un sistema en el que se produce más para producir más. Se acumula capital para acumular más capital. [….] El capitalismo vive continuamente bajo la amenaza de la crisis económica. Pero no porque falten productos, sino porque sobran. Se trata de una situación que, humanamente hablando, es disparatada. ¿Cuándo ha sido, en efecto, un problema para el hombre que sobre riqueza? Sin embargo lo es, y muy grave bajo el capitalismo. Así, por ejemplo, en la crisis de los ochenta, las vacas gallegas se alimentaron de mantequilla. Una cosa bastante absurda, porque la mantequilla sale de las vacas y cuesta mucho trabajo y mucho esfuerzo producirla. Ahora bien cuando las empresas capitalistas han producido más mantequilla que la que se puede vender, no hay muchas alternativas. […] Todo ello con la esperanza de resistir con la esperanza de resistir sin quebrar en la crisis económica del sector. Lo mismo ocurrió en otros muchos sectores, en los astilleros en la siderurgia, en la agricultura en general. En Canarias tiraban los por los acantilados toneladas y toneladas de plátanos y tomates que no se podían vender. Mientras tanto, por supuesto, multitud de pequeños fabricantes quebraron sin remedio, grandes empresas tuvieron que cerrar o reducir su plantilla, el paro aumentó, la miseria se incrementó; fue un desastre humano muy grande: el paro trajo la desesperanza, depresión, degradación, millares de jóvenes se engancharon a la heroína… en muchos casos la tragedia familiar que se desencadenó no tenía límites”.

Hasta aquí la transcripción del texto que ha dado pie a la pregunta del grupo popular en el Parlamento de Canarias y la desaforada respuesta de la Consejera, que al parecer quiere darle a vuelta a los hechos y reescribir la Historia de estas Islas y donde proceda según la visión sesgada y manipuladora que es habitual en el mundo nacionalista. La crisis de los ochenta y los problemas derivados con la droga al parecer son un invento, así como el supuesto principio del capitalismo el producir más para seguir produciendo. Si en Galicia o en cualquier lugar de este país se pagó con creces la crisis económica y la extensión de drogas como la heroína causaron datos que están constatados, no creo que Dª Milagros nos vaya a ser ver que los empresarios y productores que están en las islas no practican un capitalismo salvaje cuando se ven con el agua al cuello. Negar lo de los tomates en los barrancos de Guía de Isora y echarle de comer plátanos a los cochinos es, sencillamente, insultar e intentar que afirmaciones como la que quiere retirar es un intento de practicar la censura. Que rebata con datos que en época de crisis no se ha hecho lo que se transcribe más arriba, y al mismo tiempo que indique la incidencia de drogas como la heroína en Canarias en la década de los setenta y ochenta. Creo que la respuesta a este hecho y otros similares que no se responden van calando y quedan como verdades y potencia el victimismo al que acostumbra el nacionalismo y en el que son expertos en manejar, pues lo queda es: “los libros godos machan las islas”. “No nos entienden”. En fin con esto y con la constitución de Cubillo ya tenemos para seguir sumando.