I] No Descubro nada nuevo si digo que en el mundo islámico algo se mueve. Se mueve desde la revuelta en Irán donde las manifestaciones ciudadanas colocaron en jaque al gobierno iraní. Túnez, Egipto son otros lugares donde cala la protesta frente a los dictadores de la zona.
El tiempo nos dirá las interrelaciones que se establecen entre estos movimientos aparentemente espontáneos y forjados en las redes sociales; también veremos hasta donde la independencia de los movimientos ciudadanos de los grupos radicales islámicos, mientras tanto a la Unión Europea parece que una vez más les ha cogido con el paso cambiado, al igual que los Estados Unidos y no han reaccionado a tiempo ante la caída de regímenes “amigos” salvaguarda de la seguridad occidental frente al islamismo radical, eso dicen.
Ahora toca esperar y ver cómo evolucionan los movimientos sociales y la reacción de los líderes que no quieren abandonar el poder, caso de Egipto, y las repercusiones en otros países de la zona, mientras el petróleo ronda los cien dólares el barril y los alimentos básicos, cereales fundamentalmente, alcanzan precios nunca vistos. Más hambre, si cabe.
II] Ya hay pacto por las pensiones y lo único que garantiza es que las generaciones que han nacido de la segunda mitad de los sesenta en adelante van a tener muy difícil alcanzar el cien por cien de una pensión, así que es posible que este pacto junto con el acuerdo laboral garantice que esas generaciones van a vivir peor que las que le anteceden inmediatamente.
Los mercados (¿?) se garantiza corto y largo plazo posibilidades de negocio donde antes era más complicado, planes de pensiones privados van a sonar como alternativa y lo público sigue cayendo en desgracia, con lo que las pensiones no contributivas están en el punto de mira de los mercados (¿?) y antes o después la sanidad pública y más tarde la educación. El proceso de desmantelamiento ha comenzado.
III] Doña Ángela, un respeto, ha llegado y en una visita relámpago pasa revista a lo que se está haciendo, da su visto bueno, pero enfatiza su mensaje: “hay que recortar más” y así para seguir rumiando la desesperación y acordarnos del santoral, deja caer lo próximo: “los salarios se moverán en función de la productividad y no del índice de precios al consumo”. Ya está a seguir ahorrando para que los mercados (¿?) sigan estrujando los bolsillos de los trabajadores. No habrá salario que se mueva al alza de aquí en adelante, porque ya se encargarán los empresarios de afirmar que la productividad no es comparable a la de China, por ejemplo. Ah, se me olvidaba, como es complicado medir la productividad de determinadas actividades, docencia, medicina o incluso el trabajo de un bombero que está tres días sin hacer nada y el cuarto salva a una ancianita de un incendio, pues nada, no habrá subida de salarios.
IV] Aquí, más cerca ya calientan motores los partidos y sus candidatos se presentan en actos donde, aparentemente, todos marchan al unísono en pos de la victoria, mientras de puertas a dentro se mantienen afilados los dientes en busca de una yugular despistada y a la que no acompañen los resultados en las urnas. Los que no han tenido cabida en las listas, en los puestos con posibilidades, ya afilan sus caninos. A cuidarse quien tenga que hacerlo.
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