"Somos el continente más injusto, donde menos se distribuye la riqueza"
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo hoy que muchos gobernantes nacionales "compraron las teorías o modelos formulados en el consenso de Washington", al disertar en la conferencia de la Fundación Alas, en Nueva York.
Cristina dijo que "la más formidable intervención estatal" realizada por Estados Unidos para salvar su sistema financiero "era algo que parecía que venía de países emergentes, que aparecían únicamente cuando mueren chicos por desnutrición o problemas de carácter climático".
"La gran responsabilidad -continuó- que tenemos como dirigentes, producto del voto popular, es mayor, porque si hubo políticas que se instalaron en América Latina no es culpa de los que formulaban el Consenso de Washington sino nacionales que compraron estas teorías o estos modelos".
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró hoy que América Latina "es todo un tema" y afirmó que "no somos el continente más pobre, somos el más injusto, donde menos se distribuye la riqueza".[+]
Doña Cristina tiene razón, toda la razón le asiste en este mensaje directo y claro. América latina es un continente injusto, no pobre. No cabe mayor claridad y realismo a la hora de exponer una verdad evidente. Al cierto en la formulación de verdad tan evidente no le acompaña el mismo carácter asertivo de sus palabras y sus hechos, porque no nos olvidemos doña Cristina es la presidenta de la República de Argentina, no es una empleada de hogar, una médico, una arquitecto o una bióloga, es por ahora la presidente de ese inmenso país y no sólo es lícito hacer el discurso de obviedades, sino que su puesto le obliga y mucho, a atender aquella parte de la sociedad de su país que vive al límite de subsistencia y sin tan claro es el mensaje que aplique los mismos criterios y transmita a sus colegas del entorno el mismo discurso y arbitren medidas que permitan sacar de la pobreza y de la indigencia casi absoluta a millones de personas. Ya está de bien de discursos para la galería, de discursos vacíos y más justicia en el reparto de la riqueza. Proceda señora Presidenta.
El problema es que a los políticos lo que les pierde es la ambición por el poder como objetivo en sí mismo.
ResponderEliminarUna vez instalados allí, les da igual ayudar a aquellos que los apoyaron y muchos solo actuan declarativamente.
Más talento y menos cemento ¿Suena?