Pues no creo que realmente las obras que estaban protegidas por esta valla-cartel revolucionaran la vida porque mostraban un aspecto de vejez, pero vejez provocada por el abandono y la desidia. Lo quedaba detrás del cartel me dio la impresión que llevaba sin ser tocado desde hacia mucho tiempo y ya el cartel, los restos de la cinta amarilla, los cascotes y escombros apilados mostraban los efectos del paso del tiempo que inexorable actuaba sobre estos elementos castigando la idea revolucionaria, que por propia definición busca los cambios de forma inmediata y radical. Como este ejemplo hay muchos en la ciudad (¿o no-ciudad?) que forman parte del paisaje urbano y ya nadie les hace caso, han dejado ser lo que algunos llaman "paisajes de interferencias".Puede que este sea el modelo de revolución caribeña mecida por el viento y el petróleo fácil.
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