Creí por un momento que estaba se me estaba deteriorando el gusto por el cine y que había perdido cierta orientación porque las claves que tenía, no como paradigmas, pero casi no me servían para enjuiciar y valorar lo estaba viendo. Digo esto porque en las últimos días sufrí decepción tras decepción después de ver la última película de los hermanos Coen, “Quemas después de leer” y la última de Woody Allen: “Vicky Cristina Barcelona”. Como ustedes comprenderán ir a ver lo que proponen estos directores es, en principio, una garantía, pero la realidad me ha llevado a un cierto desánimo, porque en ambos casos son productos mediocres, faltos de tirón, personajes, en el caso de la obra de W. Allen muy tópicos, vacío, incoherentes que buscan el lucimiento de los actores sin que su papel sea medianamente creíble, ninguno de los tres, ni Bardem, ni Penélope ni Scarlett, que está imponente, pero nada más. Es esta película una “postalita” tópica de Barcelona y poco más. En el caso de los hermanos Coen, es verdad que cuando lo intentan con la comedia disparatada no donde mejor se desenvuelven, aunque hay que reconocer que tiene golpes, pocos, muy buenos, los de uno de los personajes secundarios –el jefe de la CIA- tiene pocas intervenciones, pero muy buenas. Las figuras como Brad Pitt, George Clooney, Tilda Swinton, John Malkovich, Frances McDormand, incuestionables como actores, pero no es lo mejor de cada uno de ellos. Todavía recuerdo a Clooney como protagonista de O brother, (2000), donde tampoco se puede decir que culminara una gran actuación. En fin mejor comprarse un bocadillo y acompañarlo de una cervecita bien fría, antes que ir q ver estas películas.
Y, ¿entonces, qué queda? Pues hay otras cosas, más pequeñas, con menos promoción y que pasan con bastante humildad por las salas de cine, sin hacer ruido, pero que llegan a quienes vamos al cine a que nos cuenten historias con final feliz o no, pero historias. Y he conseguido disolver el mal sabor de boca de las películas que ya he comentado cuando vi la obra del director Philippe Claudel: “Hace mucho que te quiero”, 2008. Kristin Scott Thomas borda su papel de mujer que recupera la libertad después de quince años en la cárcel –no cuento más-. Tampoco había visto una mujer con el ceño fruncido tan bella y con un rostro tan expresivo. Deseas que se acaben las secuencias donde aparece el primer plano de su rostro. Recomendable, muy recomendable.
Pero no es lo único que he visto, pues en el cine Víctor, que depende del Cabildo Insular de Tenerife y que en la época que Ángel Llanos, dirigente del Partido Popular, era consejero del Cabildo pensó en cerrarlo porque el cine que se veía allí no era “bueno” –menos mal que alguien le quitó la idea-. Como decía allí he visto la semana pasada: “La primera noche”, 2003 del director colombiano Luis Alberto Restrepo. La crudeza de la historia deja al descubierto la inseguridad en la que ha vivido y vive Colombia. Y como el 10 de octubre era el día mundial de la Salud Mental vi los trabajos de Medem, como productor: “1% esquizofrenia” y “LT22 Radio La Colifata”. La primera dura, muy dura con testimonios de enfermos, familiares y psiquiatras. Te quedas pegado a la butaca ver cómo sufren los enfermos y sus familias. La Colifata y esa experiencia radiofónica y luego en televisión es la vida en un psiquiátrico desde otra forma de atender a los enfermos.
Bueno ya no doy más la vara con esto del cine y a pesar de los fallidos de Woody Allen y los hermanos Coen seguiré con mi afición a las salas oscuras y a consumir cine.
Por cierto, no he visto y no veré “el niño con el pijama de rayas” porque cuando has leído el texto y has visto “El pianista” o “La lista de Schindler” no crees que merezca la pena.
QUEMAR DESPUÉS DE LEER
LA COLIFATA Y CÓMO NO LOS DESEOS DE MACRI
VICKY CRISTINA BARCELONA
O BROTHER
Y, ¿entonces, qué queda? Pues hay otras cosas, más pequeñas, con menos promoción y que pasan con bastante humildad por las salas de cine, sin hacer ruido, pero que llegan a quienes vamos al cine a que nos cuenten historias con final feliz o no, pero historias. Y he conseguido disolver el mal sabor de boca de las películas que ya he comentado cuando vi la obra del director Philippe Claudel: “Hace mucho que te quiero”, 2008. Kristin Scott Thomas borda su papel de mujer que recupera la libertad después de quince años en la cárcel –no cuento más-. Tampoco había visto una mujer con el ceño fruncido tan bella y con un rostro tan expresivo. Deseas que se acaben las secuencias donde aparece el primer plano de su rostro. Recomendable, muy recomendable.
Pero no es lo único que he visto, pues en el cine Víctor, que depende del Cabildo Insular de Tenerife y que en la época que Ángel Llanos, dirigente del Partido Popular, era consejero del Cabildo pensó en cerrarlo porque el cine que se veía allí no era “bueno” –menos mal que alguien le quitó la idea-. Como decía allí he visto la semana pasada: “La primera noche”, 2003 del director colombiano Luis Alberto Restrepo. La crudeza de la historia deja al descubierto la inseguridad en la que ha vivido y vive Colombia. Y como el 10 de octubre era el día mundial de la Salud Mental vi los trabajos de Medem, como productor: “1% esquizofrenia” y “LT22 Radio La Colifata”. La primera dura, muy dura con testimonios de enfermos, familiares y psiquiatras. Te quedas pegado a la butaca ver cómo sufren los enfermos y sus familias. La Colifata y esa experiencia radiofónica y luego en televisión es la vida en un psiquiátrico desde otra forma de atender a los enfermos.
Bueno ya no doy más la vara con esto del cine y a pesar de los fallidos de Woody Allen y los hermanos Coen seguiré con mi afición a las salas oscuras y a consumir cine.
Por cierto, no he visto y no veré “el niño con el pijama de rayas” porque cuando has leído el texto y has visto “El pianista” o “La lista de Schindler” no crees que merezca la pena.
QUEMAR DESPUÉS DE LEER
LA COLIFATA Y CÓMO NO LOS DESEOS DE MACRI
VICKY CRISTINA BARCELONA
O BROTHER
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