Ayer tuve la paciencia de escuchar parte del debate del estado de la nacionalidad canaria, no lo aguanté todo por infumable. Sí, hay que tener mucha paciencia y un estómago a prueba de choque porque soportar el tono chulesco y camorrista del presidente de la Comunidad, unido a su verbo farragoso, incomprensible e incoherente. Es casi de medalla. Cuando este discurso lo intenta adornar con citas, una de Óscar Wilde, sobre la esperanza, y otra de Giulio Andreotti, (de la de Andreotti dice que era una cita literaria) sobre el poder comprendes que la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) no es la culpable de todo. A don Paulino tienen que ponerlo al corriente de algunas cosas, por ejemplo que Andreotti tiene poco de literario, puede que quisiera decir ”funerario”, pues si que el apego de Andreotti a una religiosidad casi enfermiza y la ambición por el poder le hacían algo siniestro. Ya está muy mayor.
El tono camorrista usado no tiene desperdicio. Parece que estaba llamando, gritando, con la vena del cuello hinchada, para que salga a la calle que “te voy a dar dos trompadas”. No se entiende esa forma de hablar, poco apropiada y que a lo mejor con un repaso por la ESO se le hubiese suavizado. Tampoco se entienden las largas pausas que hacía. Daba la impresión que no sabía cómo continuar, o a lo mejor, esperaba los aplausos que los suyos le negaban, se veía a la tropa popular y nacionalista un poco apagada, por ejemplo a Barragán se le veía como adormilado, casi como cuando ve los documentales de la dos después de comer unas papas con costillas en casa “El Nervioso”. De Barragán hay que recordar en momento en que mirando despectivamente al banco de la oposición manda a los diputados a las parroquias para que vean la miseria y aplaudan con las orejas esa idea de repartir alimentos caducados. Para eso que se disuelvan y dejen a las ONG, que eso lo saben hacer mejor. Barragán estuvo sembrado, pleno
Bueno, pues nada a seguir esperando y comprobar que si Paulino ha llegado donde ha llegado, incluidos los auto halagos, en los que resalta las cualidades que le adornan, hay que tener confianza en la juventud porque todo es posible, casi, casi hasta los milagros. Puede que Paulino sea un milagro, fallido, pero milagro a fin de cuentas.
Ah, se me olvidaba, a lo mejor podríamos crear una organización sin ánimo de ganar el cielo, pero sí de lucro, y buscarle las citas adecuadas para cada ocasión, y redactarle un prontuario que podríamos llamar “Como hablar en público y parecer creíble”. Se aceptan sugerencias.
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