lunes, 30 de marzo de 2009

A CIEGAS

Hace algunos días vi en el cine “A ciegas” del director brasileño Fernando Meirelles. Me gustó mucho porque logra poner en imágenes las consecuencias de una gran catástrofe, pero no tanto en lo que se refiere al entorno, o como dibuja la ciudad sin la luz, sin la visión y por tanto sin el orden que necesita la ciudadanía. Me refiero a otra cosa, como ante esa calamidad sale lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros y como hasta en las situaciones límites, extremas el egoísmo y avaricia no abandonan al ser humano.

No se pierdan el papel de Julianne Moore quien tiene los ojos, ve donde nadie ve y esa “ventaja” y responsabilidad le da un potencial de poder que tiene que administrar en función de el conjunto de principios y valores que no improvisa en ese momento, eso es imposible. Son los principios con los que había vivido allí en aquella situación nueva se ponen a prueba. Comer/no comer, matar/morir son algunas de las disyuntivas con las que se tiene que enfrentar Julianne, también el resto, pero ella tiene la responsabilidad añadida de disponer de lo que carece el resto de mortales. No les adelanto como las resuelve.

Después de ver la película y para castigar a mi insomnio volví a releer algunas páginas que tenía subrayadas de Ensayo sobre la ceguera, Alfaguara, 1996 de José Saramago del que Meirelles como director y Don Mckellar construyen el guión de A ciegas. Les dejo algunos párrafos. Espero que les resulten interesantes.

“lo más probable es que tarde o temprano se queden ciegos también ésos, además, tal como está la cosa, supongo que contagiados ya estamos todos, seguro que no queda nadie que no haya estado a la vista de un ciego. Si un ciego no ve, pregunto yo, cómo puede transmitir en mal por la vista, Mi general, ésa debe ser la enfermedad más lógica del mundo, el ojo que está ciego transmite la ceguera al ojo que ve, así de simple. Hay aquí un coronel que cree que la solución más sencilla sería ir matando a los ciegos a medida a medida que fueran quedándose sin vista, Muertos en vez de ciegos, el cuadro no iba a cambiar mucho, Estar ciego no es estar muerto, Sí, pero estar muerto sí es estar ciego, Bueno, el caso es que vais a mandarnos unos doscientos, […] Les voy a dar una noticia, aquel coronel de quien le hablaba hace un rato, se ha quedado ciego, A ver qué piensa ahora de aquella idea suya. Ya lo ha pensado, se ha pegado un tiro en la cabeza, Coherente actitud, sí señor, El ejército estará siempre dispuesto a dar ejemplo.”

ooo000ooo

“De qué servían el jabón, las lejías, los detergentes por ahí olvidados, si las duchas, muchas de ellas, estaban atascadas o rotas las cañerías, sí los desagües devolvían el agua sucia, que salía de los cuartos de baño impregnando la madera del piso de los corredores, infiltrándose por las juntas de las tablas. En qué locura me voy a meter, dudó entonces la mujer del médico, aunque no exigiesen que los sirviera, cosa que podría suceder, yo misma no aguantaría ponerme a lavar, a limpiar, cuánto tiempo me durarían las fuerzas, ése no es trabajo para una persona sola. Su valor, que antes le había parecido tan firme, comenzaba a desmoronarse, a romperse en mil pedazos ante la realidad abyecta que invadía las narices y ofendía sus ojos, ahora que se presentaba el momento de pasar de las palabras a los actos.” Soy cobarde, murmuró exasperada, para eso más me valdría estar ciega, no andaría con veleidades de misionera.”


RECOMENDABLE LA BANDA SONORA DE MARCO ANTÔNIO GUIMARAES


No hay comentarios:

Publicar un comentario