lunes, 8 de marzo de 2010

LECTURAS: EL PODER DEL PERRO. DON WINSLOW


No creo que el recorrido, la lectura, de El poder del perro, Don Winslow, r&n, Mondadori; 2010, deje impasible a quien se atreva con esta novela. Sí, ya sé que es ficción, que el autor clava los pilares en los que se sostiene el texto en algunos personajes, casi tópicos, el policía incorruptible, defensor de la justicia, solitario, vengativo y con cierta “flexibilidad” a la hora de aplicar la ley. Una prostituta de altos vuelos, modales refinados y con un amor no confesado. Los policías corruptos, políticos ambiciosos, adictos al poder y claro está los narcos, los señores que manipulan, mueven la “hierba”, el “barro mexicano” y la cocaína de las mil y una maneras posibles e imaginables, las conductas, las reglas y compromisos adquiridos, el escaso valor de la vida los otros son otros elementos de este entramado.

En una geografía que abarca prácticamente el continente americano y a lo largo de treinta años los problemas de esta zona tan amplia y variada se entremezclan haciendo difícil una disección de los mismos. Los narco-dólares ponen en marcha las “maquiladoras” en la frontera mexicana, pero también arman a la Contra, ponen marcha casinos de juego, sostienen a la iglesia que les “limpia” el alma después de hacer correr la sangre, sostienen escuadrones de sicarios que se mueven en el terreno donde la vida no vale nada y la violencia, la más extrema imaginable es casi cotidiana. Hay párrafos que casi se saltan durante la lectura por la violencia que se describe.

Creo que si quieren ver a México desde otro punto de vista y que sirva para entender la realidad que aparece diariamente en los medios de comunicación y sumar o restar argumentos, según convenga, para ver si se mantiene esa afirmación que se repite cada vez con más frecuencia y que coloca a México como un estado fallido, El poder del perro nos da algunas pistas. Sí, México no es Somalia, pero ambos tienen rasgos compartidos y esta novela, lógicamente, no da todas las claves para “entender” los conflictos que se entrecruzan, pero ayuda para ampliar no el conjunto de conocimientos que podamos tener, no sólo de México, sino de toda esa parte del mundo, pero si el número de preguntas que nos podamos formular, que en el fondo es lo que nos interesa.

Recomendable, por eso le dejo algunos párrafos que espero les sean sugerentes. Que los disfruten.

“Encadenando un cigarrillo tras otro, escucha las cintas y examina los documentos. Informes de reuniones, notas de Cerro. Nombres, fechas y lugares. La documentación de quince años de corrupción… No, no sólo de corrupción. Eso sería la triste norma, y esto es extraordinario. Más que extraordinario. No hay palabras.

Lo que hicieron, en los términos más sencillos posibles: vendieron el país a los narcotraficantes.

No lo habrá creído de no haberlo oído. Cintas de una cena, a veinticinco millones de dólares el cubierto, para contribuir a la elección del presidente. Los asesinatos de interventores electorales y el robo de las elecciones. Las voces del hermano del presidente y del fiscal general planeando tales atrocidades. Y pidiendo a los narcos un pago por ellas. Y por cometer los asesinatos. Y por torturar y asesinar al agente norteamericano Ernie Hidalgo.

Y después la Operación Cerbero, la conspiración para financiar, equipar y entrenar a la Contra mediante la venta de cocaína.

Y la Operación Niebla Roja, los asesinatos de la extrema derecha financiados en parte por los cárteles de la droga de Colombia y México, y apoyados por el PRI.

No es de extrañar que Cerro tenga miedo del inferno. Ha contribuido a construirlo en la tierra”. [ob. cit, págs., 444-445]

Ahora está sentado en un campo de coca arrasado y frota la superficie de una hoja con el pulgar. Está pegajosa, y se vuelve hacia el representante de Monsanto que revolotea a su alrededor como un mosquito

-¿Están mezclando Cosmo-Flux con Roundup?

Roundup Ultra es el nombre de una marcha de glifosfato defoliante, que el ejército colombiano, con el patrocinio de asesores norteamericano, rocía desde aviones que vuelan bajo, protegidos por helicópteros.

Por más que cambien las cosas, piensa Art… Primero Vietnam, después Sinaloa, ahora Putumayo.

-Bien, sí, así se pega mejor a las plantas –dice el representante de Monsanto.

-Sí, pero también aumenta el riesgo tóxico para la gente, ¿verdad?

-Bien, tal vez en grandes –dice el tipo-, pero aquí estamos utilizando dosis pequeñas de Roundup, y el Cosmo-Flux consigue que esa pequeña cantidad sea mucho más eficaz. Resultados mucho mejores a cambio de su dinero.

-¿Qué cantidades están utilizando aquí?

El tipo de Monsanto no lo sabe, pero Art no ceja hasta obtener la respuesta. Paran a uno de los pilotos, abren su depósito y lo averiguan. Después de tenaces preguntas, y de intimidar a los tipos que llenan el depósito, Art descubre que están utilizando diez litros por hectárea. La literatura de Monsanto recomienda dos litros por hectárea como dosis máxima no tóxica.

-¿Cinco veces la dosis no tóxica? –Pregunta Art a John Hobbs-. ¿Cinco veces?” [ob. cit. págs. 647-648]

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