domingo, 7 de marzo de 2010

CINE: UN PROFETA. JACQUES AUDIARD

Pensé que iba a ver una película taleguera más. Una película taleguera donde el esquema habitual se iba repetir, joven encarcelado injustamente, claro, el impacto del primer cacheo, la ducha con violación, o intento, incluida; pelea en el patio, en el comedor, liderar una revuelta de los “parias” del presidio, choque con los cabos de vara de turno. Pues me equivoqué, me llevé una grata sorpresa, porque aunque se repiten algunos tópicos-realidades, no muchos y perfectamente administrados asistimos al desarrollo de una historia muy, muy recomendable.

El joven interno, Malik [Tahar Rahim] de origen árabe, analfabeto llega a la cárcel para cumplir condena de seis años, la primera impresión no es buena porque piensas que se va a cumplir el modelo clásico de este tipo de películas, sin embargo Malik es el modelo de lo podríamos llamar un “status climber”, su ascenso dentro del ambiente carcelario donde una estructura rígida de bandos con intereses, con privilegios comprados no parece el lugar más adecuado para que alguien ajeno al sistema pueda ascender en esa escala social que se da en ese ambiente carcelario. Sería más fácil en los ámbitos del mundo financiero actual, creo. Ese proceso de ascenso se desarrolla dentro y fuera de los muros de la cárcel, ¿será porque no hay mucha diferencia para escalar socialmente? No, supongo que no es igual pero él lo consigue. A su alrededor y sólo con iniciativa, con estar al lado del poder, con cierta sumisión, consigue que sus metas se transformen de forma sustancial desde las dibujadas en los inicios, es decir, sobrevivir, hasta el dominio que va a ejercer al final.

En ese recorrido el director logra que mantengamos a lo largo de casi dos horas y media el interés en este personaje y cómo sortea los obstáculos que se va encontrando en su meteórico ascenso, su condena es de seis años y lo conseguirá. No se pierdan el contrapunto de la escena inicial y la final, marca el recorrido de ese “status climber”. Jacques Audiard logra crear el ambiente carcelario francés adecuado, los grupos raciales con intereses, unas veces encontrados, otras coincidentes en el exterior; los privilegios que se disfrutan en el interior, el papel de la institución con sus corruptelas, la justicia y sus sombras, y claro la violencia explicitada en dos secuencias que no voy a contar, pero que vi con un ojo cerrado y otro abierto.

Bueno, si deciden ir a verla espero que les satisfaga. A mí me gustó.

Ficha de la película [++]



No hay comentarios:

Publicar un comentario