jueves, 11 de marzo de 2010

LA OPORTUNIDAD DE CALLAR

Hay ocasiones en las que estar en silencio, incluso, es hablar demasiado. Celestino Corbacho, ministro de trabajo, creo que tendrá que aplicarse esta reflexión, porque últimamente le está alegrando el día a los dirigentes del partido popular [PP], al tiempo que le da los titulares a la prensa en general y a la conservadora en particular que los destaca a toda página.

La última aportación de nuestro ministro ha sido la de los planes de pensiones privados, de los que hizo una loa casi encendida, sin menosprecio del sistema público, eso es cierto, pero que se la podía haber ahorrado en estos momentos y porque sabe que los mismos no están al alcance del grueso de la población trabajadora, así que reflexione un poco más don Celestino y no dé munición a quine dispara a todo lo que se mueve.

De todas maneras, creo que los argumentos para defender un sistema privado complementario de pensiones se tambalean cuando se afirma lo que ya es un tópico: “no hay cultura del ahorro”. Señor ministro, si ahorramos, léase cuotas con las que contribuimos, pero no solo ahorramos sino que además somos solidarios, aportamos para el pago de las pensiones no contributivas, por ejemplo, mientras que las aportaciones a los sistemas privados, aunque complementarios no tiene esa función. Creo que don Celestino debería poner a sus colaboradores a rastrear los datos del INE sobre los porcentajes que se dedican a alimentación, vivienda, etc. de los salarios de la mayoría de los trabajadores y así podrá hacernos algunas indicaciones de dónde ahorrar.

El otro argumento de defensa es que los planes privados tiene la función de cubrir el “gap”, cuando debería decir el diferencial entre el salario y el valor de la pensión, que tiene un tope. Cambiemos la premisa, ¿por qué esa aportación privada no se suma a la pública y se recorta el diferencial entre sueldo y pensión? También podría tener en cuenta que la defensa del sistema público lleva consigo no sembrar dudas en el mismo y defender, porque se puede, la limitación de la edad de jubilación a los sesenta y cinco años, y voluntaria la ampliación para quien quiera.

Espero que su plan vaya bien.

Don Celestino Corbacho y su defensa del plan [++]

Para leer otras cosas de pensiones [++]

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