sábado, 30 de agosto de 2008

BASURA



La basura es basura en todos lados, y no hay basura de primera o de segunda. La habrá más contaminante, menos, pero en definitiva es basura. La generación de desperdicios es un signo de desarrollo, pues son los países ricos quienes más residuos generan, residuos de todo tipo. En los países donde no hay nada es difícil generar desperdicios.

En una ciudad la basura en las calles es signo de muchas cosas, entre otras de la falta de civismo de quien tira los desperdicios, de la falta de los servicios públicos que atiendan la recogida, en definitiva es mantener la relación equilibrada entre los ciudadanos que no ensucian porque tienen claro que el espacio público sólo puede mostrar la mejor cara cuando la ciudadanía colabora y los servicios públicos que comparten el objetivo de una ciudad limpia.

Cuando falla alguno de los dos pilares citados o los dos a la vez la basura adquiere una nueva dimensión y es “la basura vieja”, si la que está ahí por tiempo indefinido, que se consolida y forma parte del paisaje cotidiano, es, en definitiva, la dueña de las calles y el ornato de las mismas. Se integra en el paisaje y convive en igualdad con el resto de elementos de ese escenario que son las calles.

Esto es una muestra de esa consolidación alcanzada por la falta de civismo, por un lado, y que los servicios de limpieza en esta ciudad no son prioritarios, y es una pena porque una ciudad con un cielo azul que enamora y un sol radiante enmarcan, lamentablemente, la basura consolidada.

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