Intento recordar lo que he leído de John le Carré de su época en la que la Guerra Fría enmarcaba sus historias. En las novelas de aquella época John le Carré eran algo farragosas, muy pesadas, algo monótonas y no sé por qué razón sus personajes quedaban desdibujados.
Con “El hombre más buscado”, Debolsillo, 2009, logra exactamente todo lo contrario, unos personajes perfilados, claros, definidos a modo de telegrama por su lenguaje conciso y parco en palabras. Creo que también favorece el cambio, el marco en el que se desarrollan las historias. De la pugna de las dos grandes potencias, protagonistas de la Guerra Fría con unos escenarios muy definidos, se pasa a un enfrentamiento entre una parte de la sociedad que concibe el mundo, su modelo de sociedad, como un mundo que tiende hacia un progreso basado en la posesión de bienes conseguidos en un modelo económico fundamentado en el desequilibrio. A esa parte de la sociedad se enfrenta otra porción que repudia de ese modelo alguna cosas y que, además, está teñido de un fanatismo religioso, intolerante y que hace de la violencia una de sus herramientas de cambio.
Del enfrentamiento, que tiene lugar en un ámbito sin fronteras, sin líneas de batallas definidas, sin ejércitos concebidos al modo tradicional, esparce el terror y es combatido en muchos casos al margen de la legalidad y respeto a los derechos del individuo y la sociedad a la que se dice proteger mira hacia otro lado y acepta estas violaciones del orden establecido y también cambia a favor de una supuesta mayor seguridad de nuestro modelo social parcelas de libertad individual. Paradójicamente somos potenciales víctimas de esos actos terroristas y potenciales terroristas cuando viajamos, sobre todo en avión, y nuestra vulnerabilidad es cada vez mayor porque no sólo se estrechan las libertades individuales sino que también lo hace la privacidad de la que disponemos.
Pues en esta novela de le Carré se encuentran todos los personajes de uno y otro lado, o de ambos a la vez, que viven una trama interesante, factible y por lo tanto muy creíble, así que creo que es recomendable, muy recomendable su lectura. Les dejo con algunos párrafos y espero que les resulten interesantes
En fin, veamos que tenemos entre manos, por Dios. Una abogada liberal, una mema al borde del ataque de nervios. Un banquero semiextinto que se ha encoñado con ella. Y un defensor de la libertad semichecheno, fugitivo de la justicia rusa, que lanza aviones de papel y cree que algún día será médico. ¿Y vosotros chicos, en serio creéis que juntándolos en una habitación, van a llevar al huerto a un recalcitrante blanqueador de dinero y extremista islámico que se ha andado toda la vida con pies de plomo? ¿Lo he entendido bien? ¿O por casualidad se me ha reblandecido la mollera? [pág. 310]
… - ¿De qué justicia hablas?
-La justicia americana, gilipollas. ¿Cuál va a ser? La justicia a punta de pistola, tío. Una justicia que no se anda con chorradas, esa clase de justicia. Una justicia sin un puto abogado que pervierta la acción. ¿Nunca has oído hablar de la rendición extraordinaria? Ya va siendo hora de que vosotros los boches tuvierais algo que decir a favor. ¿Has renunciado a hablar o qué?
Pero como Bachmann sin pronunciar una sola palabra, Newton continuó:
-Joder, Günther, ojo por ojo. La justicia como merecido castigo, ¿lo pillas? Abdullah estaba matando americanos. Nosotros llamamos a eso pecado original. ¿Quieres jugar a espías de andar por casa? Pues ve a buscarte a unos cuantos europigmeos. [pág. 391]
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