La militancia en un partido, sindicato o secta religiosa tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes cuando la disciplina de grupo obliga más, o está por encima, de la conciencia. El caso Taguas, seguro que ha puesto a más de un diputado del grupo socialista en el congreso en la disyuntiva de si atender a su conciencia o a las órdenes de votar la desestimación de la propuesta hecha por Izquierda Unida por el ya citado caso Taguas. Juan Antonio Barrio Penagos diputado del PSOE manifestó antes de la votación su desacuerdo con el sentido de la votación propuesto por su grupo. Cuando rompe la disciplina del partido, afirma que fue un error, queda entre la espada y la pared. Ha sido sancionado con 600€. Sólo él sabe si ha sido un error o se arrepintió tarde, tal vez algún día sea sincero consigo mismo y se aclare.
