He leído con cierto detenimiento la ponencia marco publicada para el trigésimo séptimo congreso del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y lo he hecho buscando algo que me parece de muy importante para modernizar un estado y sobre todo su administración. Una herramienta fundamental para conseguir esa modernización es contar con una ley de transparencia y buenas prácticas de la administración pública. En la página 45 es cuando se acerca más a la posibilidad de plantear clara y abiertamente la posibilidad de afrontar en esta legislatura la redacción y puesta en práctica de esta norma que afectaría a todas las administraciones del Estado en todos sus ámbitos. De esta manera se acabaría el oscurantismo al que nos tiene sometidos la administración y al mismo tiempo podríamos saber todo lo que concierne a los ciudadanos como administrados que somos. Piensen que tendríamos derecho a saber cuánto y dónde se han gastado las administraciones nuestros dinero, cuánto cobran los cargos públicos por ejercer su función, es decir asistir a reuniones, plenos y comisiones; sabríamos cuánto nos cuesta los servicios inherentes a los cargos como portavoz de grupo, etc.; a lo mejor sabríamos hasta el presupuesto de la casa real.
En fin a título de curiosidad he copiado los párrafos donde aparece la palabra transparencia en el documento de ponencia marco, 57 páginas y sólo aparece nueve veces. Por si alguien tiene interés ya se las marco yo. No hay de qué.
Pág. 3: “La mejor garantía de que los poderes públicos cumplan su función de protección y promoción de la libertad individual es la conformación democrática de sus decisiones. La participación en los procesos de reflexión y decisión, la transparencia en la información y el derecho al acceso a la misma, son factores que garantizan una mejor calidad de las decisiones de las instituciones públicas. Y si esos rasgos democráticos deben impregnar las instituciones, lo son igual para los partidos políticos como sujetos de la acción política en democracia.”
Pág. 26: “Se hace cada vez más necesaria la identificación preventiva de riesgos, la transparencia más severa en el uso de productos (pesticidas, metales pesados, hormonas, antibióticos, aditivos, etc.), el estricto control veterinario, el establecimiento de un sistema eficaz y responsable de alertas tempranas de alcance global, el seguimiento inteligente de los procesos de producción, procesamiento, preservación y distribución.”
Pág.45: “La reforma de la Administración debe centrarse, también, fundamentalmente, en la mejora de la transparencia y de la responsabilidad.
Necesitamos una Administración realmente volcada a la ciudadanía, facilitadora, receptiva y creadora de valor. Las competencias institucionales requeridas en este momento, a efectos de hacer frente a los difíciles retos de nuestro país, exigen cambios estructurales y culturales que obligarán a un liderazgo innovador muy sostenido en nuestra Administración.”
Pág. 45: “Los socialistas creemos que hay un derecho y un deber cívico a la buena administración. La ciudadanía tiene derecho a una buena administración, a una acción de gobierno que promueva y respete el interés general y que aporte transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas.
Todo esto no implica menos gobierno, como desde el neoliberalismo se proclama. Tras veinte años de reformas los gobiernos están más presentes que nunca en los países de la OCDE y siguen siendo requeridos para intervenir. Pero ha cambiado muy significativamente la naturaleza de los problemas que tienen que enfrentar y los modos de intervención. Es el paso del llamado estado productor y proveedor de servicios al estado catalizador.
Catalizador de crecimiento y catalizador de equidad. La economía actual requiere ser regulada, pero la regulación debe ser sólo la necesaria e imprescindible, y siempre evitando los costes de la hiperregulación.”
Pág. 45: “Para las y los socialistas, un instrumento fundamental para conseguir estos objetivos es la transparencia de las Administraciones Públicas. La discusión y el diálogo bien informado son esenciales en una democracia, pero para ello necesitamos gobiernos abiertos que aporten información y se sometan al escrutinio público. El único remedio contra el abuso de poder público por personas privadas yace en la esfera pública misma, en la luz con la que muestra cada acto realizado dentro de sus límites, en la visibilidad a la que expone a todos los que se sitúan en ella. De ahí la conexión casi constante de corrupción y opacidad, de abuso y secreto. Todos los estudios recientes sobre calidad de la democracia señalan la transparencia como uno de los indicadores clave. Los beneficios de la transparencia de las Administraciones y la buena información para la democracia son muy numerosos pues, para empezar, previenen contra el abuso de poder, la discriminación y la corrupción, y para continuar, favorecen discusiones sensatas y racionales mejorando la toma de decisiones públicas.”
Pág. 46: “En suma, los socialistas hemos comprobado que es posible, en estos momentos, definir un nuevo marco de acción gubernamental, de acción de los poderes públicos, un nuevo tiempo en el que el aprendizaje de los errores y excesos del pasado y de sus hallazgos nos permitan una fusión virtuosa entre eficiencia y legalidad, entre honestidad y eficacia, entre transparencia y economía, entre regulación y competitividad para hacer de nuestra Administración el instrumento que la ciudadanía española necesita para su bienestar y el de las generaciones futuras.”
Pág. 48: “Una de las mayores ventajas de la democracia es la transparencia y la posibilidad de medición en términos de resultados electorales expresados en votos ciudadanos. Por eso cualquier estructura del partido ha de tener correlación con su ámbito institucional y electoral de referencia.
En fin a título de curiosidad he copiado los párrafos donde aparece la palabra transparencia en el documento de ponencia marco, 57 páginas y sólo aparece nueve veces. Por si alguien tiene interés ya se las marco yo. No hay de qué.
Pág. 3: “La mejor garantía de que los poderes públicos cumplan su función de protección y promoción de la libertad individual es la conformación democrática de sus decisiones. La participación en los procesos de reflexión y decisión, la transparencia en la información y el derecho al acceso a la misma, son factores que garantizan una mejor calidad de las decisiones de las instituciones públicas. Y si esos rasgos democráticos deben impregnar las instituciones, lo son igual para los partidos políticos como sujetos de la acción política en democracia.”
Pág. 26: “Se hace cada vez más necesaria la identificación preventiva de riesgos, la transparencia más severa en el uso de productos (pesticidas, metales pesados, hormonas, antibióticos, aditivos, etc.), el estricto control veterinario, el establecimiento de un sistema eficaz y responsable de alertas tempranas de alcance global, el seguimiento inteligente de los procesos de producción, procesamiento, preservación y distribución.”
Pág.45: “La reforma de la Administración debe centrarse, también, fundamentalmente, en la mejora de la transparencia y de la responsabilidad.
Necesitamos una Administración realmente volcada a la ciudadanía, facilitadora, receptiva y creadora de valor. Las competencias institucionales requeridas en este momento, a efectos de hacer frente a los difíciles retos de nuestro país, exigen cambios estructurales y culturales que obligarán a un liderazgo innovador muy sostenido en nuestra Administración.”
Pág. 45: “Los socialistas creemos que hay un derecho y un deber cívico a la buena administración. La ciudadanía tiene derecho a una buena administración, a una acción de gobierno que promueva y respete el interés general y que aporte transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas.
Todo esto no implica menos gobierno, como desde el neoliberalismo se proclama. Tras veinte años de reformas los gobiernos están más presentes que nunca en los países de la OCDE y siguen siendo requeridos para intervenir. Pero ha cambiado muy significativamente la naturaleza de los problemas que tienen que enfrentar y los modos de intervención. Es el paso del llamado estado productor y proveedor de servicios al estado catalizador.
Catalizador de crecimiento y catalizador de equidad. La economía actual requiere ser regulada, pero la regulación debe ser sólo la necesaria e imprescindible, y siempre evitando los costes de la hiperregulación.”
Pág. 45: “Para las y los socialistas, un instrumento fundamental para conseguir estos objetivos es la transparencia de las Administraciones Públicas. La discusión y el diálogo bien informado son esenciales en una democracia, pero para ello necesitamos gobiernos abiertos que aporten información y se sometan al escrutinio público. El único remedio contra el abuso de poder público por personas privadas yace en la esfera pública misma, en la luz con la que muestra cada acto realizado dentro de sus límites, en la visibilidad a la que expone a todos los que se sitúan en ella. De ahí la conexión casi constante de corrupción y opacidad, de abuso y secreto. Todos los estudios recientes sobre calidad de la democracia señalan la transparencia como uno de los indicadores clave. Los beneficios de la transparencia de las Administraciones y la buena información para la democracia son muy numerosos pues, para empezar, previenen contra el abuso de poder, la discriminación y la corrupción, y para continuar, favorecen discusiones sensatas y racionales mejorando la toma de decisiones públicas.”
Pág. 46: “En suma, los socialistas hemos comprobado que es posible, en estos momentos, definir un nuevo marco de acción gubernamental, de acción de los poderes públicos, un nuevo tiempo en el que el aprendizaje de los errores y excesos del pasado y de sus hallazgos nos permitan una fusión virtuosa entre eficiencia y legalidad, entre honestidad y eficacia, entre transparencia y economía, entre regulación y competitividad para hacer de nuestra Administración el instrumento que la ciudadanía española necesita para su bienestar y el de las generaciones futuras.”
Pág. 48: “Una de las mayores ventajas de la democracia es la transparencia y la posibilidad de medición en términos de resultados electorales expresados en votos ciudadanos. Por eso cualquier estructura del partido ha de tener correlación con su ámbito institucional y electoral de referencia.