La Consejería de Educación Cultura y Deportes, parcela que tiene como “dueña” a Milagros Luis Brito, una vez muestra su talante y su forma de hacer. Y no es de homologación lo que les quiero contar, pues ya el tema está más que trillado y las posturas están claras, pero hay hechos que pasan desapercibidos pero son sintomáticos del fin último de este gobierno nacionalista. Les cuento
Cada final de curso y en la programación del siguiente la Consejería “planifica” el número de grupos en cada una de las enseñanzas que se van a impartir en cada centro, además dice las medidas de atención a la diversidad con las que va a contar cada centro. No se sabe, o por lo menos, no es público el sistema de adjudicación de esas medidas, entre ellas la de grupos de diversificación de un año o dos años, según sean para tercero o cuarto de la ESO. Otras medidas de atención a la diversidad tienen que ser propuestas por el centro explicitando en el proyecto de la petición las razones que justifican la medidas que se solicitan y el alumnado al que va dirigido; entre las medidas que se pueden solicitar están los desdobles de grupos o grupos flexibles. Lo lógico que desde el momento que se dicta la resolución para que los centros preparen los proyectos y la recepción de los mismos debe mediar un tiempo prudencial, no me atrevo a decir cuánto tiempo es necesario, pero lo que sí está claro es que no se puede dictar la orden el 28 de mayo y cerrarse al día siguiente el plazo de recepción de los proyectos.
La finalidad, y sin pensar excesivamente mal, es evitar que se propongan medidas y así fomentar el ahorro y de paso desprestigiar un poco más a la enseñanza pública.
Tenía que decirlo y ya lo he dicho.
Por cierto hoy es día de Canarias y esta es, a lo mejor, una forma de celebrarlo