Me he tomado la libertad de enviarle un comentario a una entrada que tiene por título: Sin flores ni coronas. Un testimonio de Auschwitz; Odette Elina. Publicado por la editorial Periférica, 2008. Como el tema me apasiona y ha sido objeto de muchas, muchas horas de lectura le he remitido el poema de Primo Levi que incluye en su primer libro-testimonio de igual nombre: Si esto es un hombre.
Si esto es un hombre
Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal.
Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.
(Primo Levi, Si esto es un hombre, 1947)
Gracias Enrique por esta nota y todas las cosas bonitas que dices. Estuve a punto de no colgar los pequeños textos de Odette Elina porque a mí me causan estragos y me producen una angustia terrible. Pero ese es precisamente el efecto de deben producir, pensé después. La memoria, el testimonio del Holocausto. Un abrazo. JUAN
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