domingo, 11 de julio de 2010

PATRIOTISMO EFÍMERO

Como en este país no tenemos nada parecido a un cuatro de julio de Estados Unidos o el 14 de julio francés una parte importante de la ciudadanía de este país acude a una forma de patriotismo que dura lo que la efervescencia de una aspirina en un vaso de agua, es decir poco, además que se sustenta en los éxitos deportivos, que tienen su mayor expresión por el alcance en el fútbol, así que previo a la final del mundial de Sudáfrica se vive esa efervescencia en las calles. Muchas, muchísimas personas llevan objetos con los colores de la bandera. Camisetas, banderolas y una lista casi interminable se mueve por las calles, de forma masiva en la mañana calurosa de este domingo.

Como estamos acostumbrados a lo a magnificar lo efímero, pues nada mejor que las victorias deportivas que duran lo dura el comienzo de una nueva competición. El próximo lunes terminará la marejada y se vivirá durante unos días del reflujo de la misma, gane o pierda, luego todo volverá a la casi normalidad, las banderolas a la basura, la bandera arrinconada en un cojón o también camino al vertedero, los brazos fraternales y de comunión por una causa pasarán a mejor vida. Los héroes de ahora caerán en el olvido, vendrán otros y otros y al final sólo formarán parte de los relatos de los abuelos.

En fin que disfruten los aficionados al fútbol, los patriotas por un rato y todo el que lo desee, pero por favor no pisemos a los demás, ni hagamos del patriotismo un arma arrojadiza, que en más de una ocasión así ha ocurrido.

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