Como éramos pocos ahora se suman al coro de pedigüeños que buscan una subvención los cocineros, no todos, sólo los que creen que freír un huevo es lo mismo que escribir un tratado de metafísica, los que han elevado a la sapiencia máxima hacer un huevo frito con puntillitas.
Cuando se les oye hablar, pontificar, con la cocina española, que tiene todas las virtudes que ustedes quieran y que yo aprecio, pero sólo es eso un conjunto de tradiciones, sí tradiciones, que distinguen el buen hacer en esta parte del mundo que cuenta con unos productos y una larga tradición popular que hace de la buena mesa y de los guisos una marca de diferenciación, de distinción, pero nada más.
No confundamos el arte con lo que no lo es, por ejemplo las fiestas taurinas; no convirtamos en cultura con lo que son sólo tradiciones, hacer de comer, por ejemplo. Arola, Sergi, que está encantado de conocerse como “cocinilla”, dicho en tono coloquial, se suma al coro que busca una subvención. No es el primero en pedir, tampoco será el último, pero imaginen a los “cocinillas”, directores de cine, español, por supuesto, modistos, presidentes de comunidades, plataneros en un coro a varias voces reclamando que con el dinero de todos los subvencionemos. Cuidado con la cartera que nos arrebatan la calderilla que nos queda para más subvenciones. Están avisados.
Sergi Arola pidiendo [+]
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