Muy pocos autores son capaces de perfilar en sus textos los sentimientos como Zweig [1881-1942]. En el amor de Erika Ewald, Cuadernos del Acantilado, 2004. Una novela corta, muy corta, 107 páginas, publicada por primera vez en 1904, donde el autor hace un recorrido por los sueños, por el inicio de un amor platónico de la joven Erika y un virtuoso del violín hasta el posterior alejamiento de ambos por la falta de decisión de Erika. Ese alejamiento disuelve el interés de nuestro joven violinista y cuando Erika quiere retomar la relación, ya es imposible, les separa un mundo porque sus caminos se han hecho divergentes. La vida le enseña de forma cruda como las oportunidades no se repiten, pasan una vez y no más. Contar este tránsito llenos de sutilezas solo es posible a muy pocos, entre ellos nuestro autor.
Esta decisión, mejor las consecuencias, le costará asumirlas y buscará rehacer su vida, aunque será la venganza quien mueva sus deseos. Les dejo con algunos párrafos. Espero que les resulten interesantes.
Erika callaba. Instintivamente hubiera querido rechazarlo, pero todo lo anterior la había llevado a extraños pensamientos. Ahora quería empezar otra vida, y no este vegetar entre ensueños y esta nostalgia sin objeto que le había deparado tantos pesares, al fin habría de comenzar una nueva vida, cálida, resuelta y llena de indómita fuerza. Y, entonces, volvió a pensar en él…, quería vengarse de él, humillarlo terriblemente. Quería entregarse al primero que se presentara porque él la despechaba, la rechazaba, saborear la humillación hasta la última gota, la más amarga y tal vez mortal. En su interior concibió rápidamente un plan y tomó la decisión de inmolarse, optar por una nueva deshonra para olvidar la antigua que la consumía en su fuego…, la oportunidad llegaba en un momento preciso…
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