Estas pasadas vacaciones, los otros carnavales, permiten dedicar más tiempo a la lectura. Así que manos a la obra y dedicación plena a la lectura. Como hacía tiempo que no prestaba atención a Henning Mankell [1957] y a su personaje, el inspector Wallander me pareció oportuno volver a ambos. La quinta mujer, 1996 es una de sus novelas, buena prueba de su forma de escribir, de contar historias que te “obligan” a pasar la página y continuar leyendo para ver qué ocurre y cómo con sus intuiciones y con observaciones sutiles va desbrozando el camino que le pone en la estela del asesino.
Sí, pero no sólo es eso. En sus reflexiones, sus diálogos con su hija, por ejemplo se pueden encontrar cosas como las que les dejo a continuación. Espero que les resulte interesante su lectura.
“Ella se sirvió té de un termo y preguntó de repente por qué era tan difícil vivir en Suecia.
-A veces he pensado que es debido a que hemos dejado de zurcir los calcetines –dijo Wallander.
Ella le miro inquisitivamente.
-Lo digo en serio –siguió él-. Cuando yo era pequeño, Suecia era todavía un país en el uno zurcía sus calcetines. Yo aprendí incluso en la escuela cómo se hacía. Luego un día, de pronto se terminó. Los calcetines rotos se tiraban. Nadie remendaba ya sus viejos calcetines. Toda la sociedad se transformó. Gastar y tirar fue la única regla que abarcaba de verdad a todo el mundo. Seguro que había quienes se empecinaban en remendar sus calcetines, pero a ésos ni se les vía ni se les oía, mientras este cambio se limitó sólo a los calcetines, quizá no tuviera mucha importancia. Pero se fue extendiendo. Al final se convirtió en una especie de moral, invisible, pero bastante presente. Yo creo que eso cambió nuestro concepto de lo bueno y lo malo, de lo que se podía y de lo que no se podía hacer a otras personas. Todo se ha vuelto mucho más duro. Hay cada vez más personas, especialmente jóvenes como tú que se sienten innecesarias o incluso indeseadas en su propio país. Y ¿cómo reaccionan? Pues con agresividad y desprecio. Lo más terrible es que, además, creo que estamos sólo al principio de algo que va a empeorar todavía más. Está creciendo una generación ahora, los que son más jóvenes que tú, que van a reaccionar con más violencia que aún. Y ellos no tienen el menor recuerdo de que, en realidad, hubo un tiempo en el que uno se remendaba los calcetines. Un tiempo en el que no se usaban y tiraban ni los calcetines ni las personas”. [pág. 256]
Henning Mankell, La quinta mujer, 1996
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