Una vez más, y no será la última, las
islas menores e ven atacadas, vilipendiadas y todas esas cosas, por las islas
mayores. Esta vez El Hierro, sufrida ella, recibe un nuevo ataque porque se
quiere resquebrajar la entereza herreña, pero no van a poder. Sí, esta vez es el transporte marítimo el que se ve
afectado, pues se suprime la frecuencia semanal; no importa que vayan casi
vacíos, pero hay que mantener la frecuencia. Un transporte con dignidad es lo
que ha acuñado Alpidio, presidente del Cabildo, y por fin lo ha conseguido.
Este
tema es primordial para Alpidio y desde el primer momento lo ha tomado como
algo personal, y en los ratos libres que le quedaban entre manifestación y
manifestación ha puesto en marcha un proyecto científico para estudiar en
profundidad la tele-transportación. “Si dio resultado en la serie Star-Trek,
que él vio cuando era más joven, ¿cómo no va a funcionar en El Hierro? Sin dilación
ya ha encargado los materiales necesarios para el proyecto con una inversión
significativa en estos momentos de crisis. Un juego de química, un equipo
informático, ambos de la marca CEFA, de
los buenos, buenos y también un curso por correspondencia en el afamado centro
de educación CEAC de: “aprender a tocar la flauta dulce en diez lecciones”
(regalan la flauta). No, no le vemos relación alguna, pero no estamos a su
nivel.
El
Hierro, Canarias y el mundo en general se mantienen en una tensión contenida y
a la espera de los resultados de los estudios que van a solucionar los
problemas del transporte a la Humanidad. En deuda quedaremos con el Insigne,
que no ha perdido ni un ápice su familiaridad en la isla y así se le puede ver
desayunando una quesadilla acompañada del café con leche y leyendo El Día. Se
cuenta como anécdota que la inspiración le vino el día que con el codo tiró el
plato con las migas de la quesadilla y se dijo: “Si Newton tuvo una manzana,
¿por qué yo no puedo tener una quesadilla? La Historia, La Ciencia y la Naviera
Armas le harán justicia.
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