Científicos majoreros adscritos a la
quesería del Cabildo han descubierto, después de arduos trabajos y numerosos
ensayos, que el consumo de leche de cabra majorera perfecciona el dominio de
otros idiomas.
Tras
numerosos ensayos con el cochino negro procedente de La Palma se ha podido
comprobar que después de la ingesta de la leche de forma controlada y el
cochino hoza en un terrero, su gruñido tiene similitudes con un dialecto del Norte
de Noruega. Marcial Morera, miembro de la Academia de la lengua canaria,
constata dichas similitudes, pero también señala que hay rasgos en el gruñido
que lo acercan al amazigh clásico del norte de África, pero mirando al sur.
Hasta
el momento no se ha experimentado con humanos, pero la intervención del
portavoz del gobierno explicando las razones del aumento del desempleo en
Canarias, mientras que en el resto de comunidades descendió, resultaron muy
confusas y es posible que en el desayuno de ese día hubieran trazas de esa
leche, o por lo menos un pelo de cabra majorera cerca.
Marcial
Morera, una vez más, afirmó que no existe coincidencia con lo experimentado con
el cochino negro, sin embargo en las expresiones y fonética del portavoz si se
detectó cierta relación con un dialecto del Papúa-Guinea del sur, común en
aquel lugar, por lo visto.
Dado
lo extraordinario y excepcional de las investigaciones realizadas el gobierno
de Canarias está pensando cambiar las prospecciones petrolíferas por la cría de
cabras, y de camino lanzar una campaña para que cada canario ponga una cabra en
su vida
Dímelo a mí, que me encontré en Maxorata la semana pasada con la cabra que ordeñó Paulino en su día y estaba la mar de contenta; vamos, lo que se dice como una cabra.
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