El pasado 19 de diciembre el presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Canarias presentaba su informe anual del barómetro de la opinión pública en Canarias, cuyo trabajo de campo se realizó entre el 22 de octubre y el 14 de septiembre. Como no soy sociólogo no pretendo hacer un examen, interpretación, exhaustiva de los resultados, sin embargo si me voy a permitir la libertad de hacer algunas reflexiones al hilo de los resultados publicados, y como son mis reflexiones de ellas me hago responsable. La primera y de forma genérica es que un documento como este estudio, que en definitiva es la radiografía de la sociedad canaria en un momento determinado, no ha tenido el eco que teóricamente debería tener, o por lo menos no lo he visto reflejado en los medios de comunicación locales, y parece que instituciones públicas, universidades, partidos políticos, etc. no se han manifestado sobre su contenido, espero que al menos hayan tomado nota del mismo y den respuestas a aquellas preocupaciones que se ponen de manifiesto en este trabajo.
En la ficha técnica no me voy a detener porque no soy experto, pero con la poca experiencia que tengo me parece están representados de forma ponderada todos los grupos de edad, sexo y residentes en las islas, así mismo la muestra da un margen de error relativamente bajo.
Se inicia el estudio con los datos de calidad de vida, entendiendo por la misma la valoración que se hace de forma global de los servicios, oportunidad y limitaciones del lugar en el que se vive y con esta formulación más de la mitad de los residentes en las islas (55%) considera que esa calidad de vida es alta y la media es de 6,54%; sólo el 6% la considera baja. Los niveles más altos de satisfacción se dan entre los residentes de La Palma y Lanzarote, mientras que en el extremo contrario se sitúan los residentes en Fuerteventura y La Gomera. Se hacen otras valoraciones en función de la edad y el municipio en el que se resida, dependiendo éste del número de residentes. Si el grado de insatisfacción es destacado en La Gomera parece que las autoridades autonómicas y del cabildo insular deben corregir aquellos desfases que se produzcan en esta isla para que las expectativas de los residentes se coloquen en el mismo nivel que en el resto de las islas. El caso de Fuerteventura tendrá seguramente matices diferenciados con el caso de La Gomera, pues el desarrollo turístico de esa isla posiblemente ha mejorado las expectativas de trabajo, pero no así en otros aspectos como pueden ser los servicios.
Cuando en el barómetro se pregunta por los principales problemas que tiene el archipiélago diferenciando entre una valoración general y los que les afectan directamente al encuestado, los tres más citados son: paro (41%), sanidad (39%) e inmigración (38%). El primero, que con el efecto dominó arrastra otros, se manifiesta mes a mes con los datos de desempleo en las islas donde se mantiene en niveles bastante altos con respecto al resto de la nación; además cuando se crea empleo, éste suele ser en precario y no ofrece expectativas a largo plazo a los jóvenes que se incorporan al mundo laboral. Más acuciante es el empleo femenino. Que la sanidad ocupa el segundo lugar es palpable en los medios de comunicación donde los usuarios manifiestan una y otra vez las listas de espera que no se aminoran, el colapso de los servicios de urgencia. (Seguro que casi todos tenemos alguna anécdota y yo no me voy a privar de poner una que me afecta: una cita para cirugía vascular en el Hospital Universitario pedida el día 28 de diciembre de 2007 la posponen para noviembre de 2008). No sé las razones que señalan o mejor que tiene un porcentaje significativo 38% para indicar que la inmigración es un problema. Puede que más una percepción real sea el resultado del martilleo permanente al que los nacionalistas nos someten con esos mensajes directos en muchos casos y otros subliminales en los que se achacan los problemas al exceso de población que viene de fuera y eso provoca el deterioro de servicios como sanidad o educación, entre otros y claro los que pagan son “los de aquí”. Otros datos referidos a los problemas de Canarias son llamativos, por lo menos para mí, pues la educación sólo es un problema para el 13% de los encuestados, ocupa el noveno lugar; otros como la corrupción (8%), medioambiente (1%) y políticos (1%) caen a los últimos puestos de esta lista. Si la educación no se considera un problema, significativo no se entienden bien las quejas que se oyen un día y otro también acerca de su apatía, falta de interés y preocupación y todo el conjunto de lamentos que se oyen permanentemente.
Con los datos presentados hasta ahora no me cuadra mucho el nivel de satisfacción, es decir, la calidad de vida y los problemas que se plantean, hay como una especie de discordancia o disparidad, pero eso y otras cuestiones me las plantearé en otra entrega.
He incluido los enlaces con los documentos del CES para ver en su totalidad el trabajo presentado
http://www.cescanarias.org/Barometro_CES_07/barometro/barometro.pdfEn la ficha técnica no me voy a detener porque no soy experto, pero con la poca experiencia que tengo me parece están representados de forma ponderada todos los grupos de edad, sexo y residentes en las islas, así mismo la muestra da un margen de error relativamente bajo.
Se inicia el estudio con los datos de calidad de vida, entendiendo por la misma la valoración que se hace de forma global de los servicios, oportunidad y limitaciones del lugar en el que se vive y con esta formulación más de la mitad de los residentes en las islas (55%) considera que esa calidad de vida es alta y la media es de 6,54%; sólo el 6% la considera baja. Los niveles más altos de satisfacción se dan entre los residentes de La Palma y Lanzarote, mientras que en el extremo contrario se sitúan los residentes en Fuerteventura y La Gomera. Se hacen otras valoraciones en función de la edad y el municipio en el que se resida, dependiendo éste del número de residentes. Si el grado de insatisfacción es destacado en La Gomera parece que las autoridades autonómicas y del cabildo insular deben corregir aquellos desfases que se produzcan en esta isla para que las expectativas de los residentes se coloquen en el mismo nivel que en el resto de las islas. El caso de Fuerteventura tendrá seguramente matices diferenciados con el caso de La Gomera, pues el desarrollo turístico de esa isla posiblemente ha mejorado las expectativas de trabajo, pero no así en otros aspectos como pueden ser los servicios.
Cuando en el barómetro se pregunta por los principales problemas que tiene el archipiélago diferenciando entre una valoración general y los que les afectan directamente al encuestado, los tres más citados son: paro (41%), sanidad (39%) e inmigración (38%). El primero, que con el efecto dominó arrastra otros, se manifiesta mes a mes con los datos de desempleo en las islas donde se mantiene en niveles bastante altos con respecto al resto de la nación; además cuando se crea empleo, éste suele ser en precario y no ofrece expectativas a largo plazo a los jóvenes que se incorporan al mundo laboral. Más acuciante es el empleo femenino. Que la sanidad ocupa el segundo lugar es palpable en los medios de comunicación donde los usuarios manifiestan una y otra vez las listas de espera que no se aminoran, el colapso de los servicios de urgencia. (Seguro que casi todos tenemos alguna anécdota y yo no me voy a privar de poner una que me afecta: una cita para cirugía vascular en el Hospital Universitario pedida el día 28 de diciembre de 2007 la posponen para noviembre de 2008). No sé las razones que señalan o mejor que tiene un porcentaje significativo 38% para indicar que la inmigración es un problema. Puede que más una percepción real sea el resultado del martilleo permanente al que los nacionalistas nos someten con esos mensajes directos en muchos casos y otros subliminales en los que se achacan los problemas al exceso de población que viene de fuera y eso provoca el deterioro de servicios como sanidad o educación, entre otros y claro los que pagan son “los de aquí”. Otros datos referidos a los problemas de Canarias son llamativos, por lo menos para mí, pues la educación sólo es un problema para el 13% de los encuestados, ocupa el noveno lugar; otros como la corrupción (8%), medioambiente (1%) y políticos (1%) caen a los últimos puestos de esta lista. Si la educación no se considera un problema, significativo no se entienden bien las quejas que se oyen un día y otro también acerca de su apatía, falta de interés y preocupación y todo el conjunto de lamentos que se oyen permanentemente.
Con los datos presentados hasta ahora no me cuadra mucho el nivel de satisfacción, es decir, la calidad de vida y los problemas que se plantean, hay como una especie de discordancia o disparidad, pero eso y otras cuestiones me las plantearé en otra entrega.
He incluido los enlaces con los documentos del CES para ver en su totalidad el trabajo presentado
http://www.cescanarias.org/Barometro_CES_07/barometro/barometro.pps
http://www.cescanarias.org/Barometro_CES_07/menu0.htm
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