miércoles, 8 de junio de 2011

PROGRAMA ELECTORAL FALLIDO

Hace unos días en Facebook hice la promesa de intentar redactar un programa político para cualquier partido y válido para pactar con cualquiera, no hay límites a las posibilidades, así que…. Un programa flexible, tan elástico como un chicle después de varias horas en la boca de un adolescente, y les digo que lo he intentado, le he dado vueltas al asunto pero no llego a ningún lado, salvo a lo que podría ser un comunicado donde se plasma el resultado del pacto.
            En ese ir y venir, rebuscando papeles, recordando lecturas ya hechas, acosando a Google, y ni aún así. Volví a la lectura para intentar olvidarme de la promesa hecha y comunicar mi fracaso, porque uno de los contactos en Facebook me dijo: “Quedo a la espera” y claro no es cuestión de incumplir lo prometido.
            Pues nada volví a mis lecturas, Sinclair Lewis [1885-1951] me sigue deleitando con Doctor Arrowsmith, Nordicalibros, 2011. Sigo la vida del protagonista desde que llega a la facultad de medicina, y ya cuando llego a la página 346, encuentro algunas ideas que podrán servir para confeccionar ese programa, pero no las interpreto, las transcribo por si sirve de algo. (Lo que si sirve y es muy recomendable es la novela)
            “Se celebraron actos multitudinarios. Pickerbaugh era amplio y vago respecto a sus proyectos políticos. Sí, se oponía a que entrásemos en la guerra europea, pero aseguraba, lo aseguraba sin lugar a dudas, que era partidario de utilizar toda la fuerza de nuestro Gobierno para poner fin a aquella terrible calamidad. Sí, era partidario de unas tarifas elevadas, pero debían ajustarse de manera que los campesinos de su distrito pudiesen comprarlo todo barato. Sí, era partidario de sueldos altos para todos los trabajadores, pero se mantenía firme como una roca, como un peñasco, como una morrena, para proteger la prosperidad de todos los fabricantes, comerciantes y propietarios de bines raíces.
            Mientras atronada esta campaña grande, discurría en Nautilus otra más pequeña y mucho más hábil, para reelegir como alcalde a un tal señor Pugh, amado jefe de Pickerbaugh. El señor Pugh se sentaba bonitamente en los escritorios y era agradable y prometía cosas a todo el mundo que iba a verle; eclesiásticos, jugadores, veteranos de la reserva, representantes de circos, policías y damas de razonable virtud… todo el mundo…
            … F.X. Jordan era un contratista con un generoso interés por la política. Pickerbaugh le llamaba tramposo, y la última vez que había sido elegido (había sido en una Plataforma de Reforma, aunque desde entonces se había convencido a la reforma de que debía portarse bien y ser práctica)” Ob. cit. págs. 346-347.
            No sigo, pero creo que puede ser ilustrativo del contenido de un programa electoral elástico y adaptable a cualquier situación. Las necesidades de cada uno les pondrán en situación para estrujarse el cerebro y parir algo. A mi solo se me ocurrió el comunicado final donde se materializa el pacto después calificarlo de “natural”, “equilibrado” y muchas más lindezas que no voy a repetir, pero que se han dicho
            Ese comunicado final sería: “Dadas las circunstancias actuales [ponga aquí lo que quiera] y el momento [lo mismo, lo que quiera] que atravesamos y en aras de la gobernabilidad de [vale cualquier lugar] hemos firmado [no sé qué] por encima de [vale también cualquier cosa] anteponiendo los intereses generales [igual cuela] a los de nuestras formaciones políticas [cuidado al escribir no pongan deformaciones] Y sin más nos ofrecemos a inmolarnos en el altar del poder los próximos cuatro años.
            En fin, esto es a lo que he llegado.
            Se me olvidaba, muy recomendable la novela de Sinclair Lewis, alguien que retrata muy bien la sociedad norteamericana en un momento determinado de comienzos del siglo pasado.

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