viernes, 17 de agosto de 2007

YA DOBLAMOS AGOSTO

Pues sí, ya doblamos agosto, al igual que en julio el mes lo partió una celebración religiosa: la asunción y con esta celebración la polémica en las islas, si la patrona del archipiélago es la virgen del Pino o si es la virgen de Candelaria, menos mal que el resto de patronas insulares no entran en la disputa porque si fuera así esto terminaba como el rosario de las vírgenes. Soria lo arregló fácil: virgen sólo hay una, y le faltó decir y a ti te encontré en la calle. No son más totorotas porque no practican, pues si esta fue la contestación del vicepresidente, digna del momento, de la reflexión pausada y serena, la de Paulino no se quedó atrás: “ni quito ni pongo patronazgos”. Ahí queda eso, y si después lees el titular de portada de El Día: “los canarios se rinden a la patrona” mejor te cortas las venas con la visa de Cajacanarias. Por cierto lo de patrona no tiene algo que ver con las casas de mal vivir, es decir de señoritas de vida fácil y licenciosa. Así doblamos agosto con este pesar en el cuerpo por no estar rendido a la patrona y por enterarte que según los últimos datos de los nombres de los recién nacidos en Canarias son Alejandro para los varones y Lucía para las hembras. ¿Dónde están los Romén, Jonay, Agoney, Ruymán, Chaxiraxi, Yurena, Iguanay, Beneharo, Nisdafe, Irú,… que tanta identidad nos daban? ¿Ya no se siente esta tierra? Estos peñascos aislados frágiles mecidos por las olas del Atlántico, aquí llega Juan Manuel García Ramos y pone su granito de arena con la Atlanticidad, saca la bandera del partido nacionalista canario PNC y le da unos variscasos a Paulino si está lejos de las elecciones, pero si está cerca vamos a ver si rascamos algo, pues no se olviden que “nosotros los del PNC somos los nacionalistas de etiqueta negra”, el resto son recién llegados del insularismo hermosiano. Con dos memoles. Ángel Isidro con su moreno Coppertone, que pasaba por allí, les dice que los lleva al juzgado, que esto es un pelotazo como Las Teresitas y que a mí no me avisaron con tiempo, porque si no…., este moreno que llevo puesto no sería de Teresitas, sino de Acapulco. Nos quedamos en nada, nos estamos disolviendo como azucarillos entre tanto emigrantes que viene aquí a quitar los puestos de trabajo, no puede ser, dónde va a ir a parar esta gente; y a todas estas los “sociatas” que vienen con la educación para la ciudadanía. El macho canario no necesita nada de esto, aquí la educación la da la chola de la vieja y punto, y cuando hay que recuperar está el cinto del viejo.

Me imagino a don Pepe Rodríguez preocupado con el desaire, el desamor de los canarios con sus viejas y ancestrales tradiciones, que no las siguen y mira que sus escribidores llenan páginas y páginas con sus tesis soberanistas, que junto con la guerra de Gran ya llenamos el periódico, porque el resto es la cartelera, las esquelas y los anuncios picantitos. Sus lágrimas, las de don Pepe, y mocos, se unen a las de Cubillo. Ambos lamentan la falta de espíritu canario, de sensibilidad con lo nuestro, con lo auténtico, con lo verdadero; esos niños que ya no juegan a la lucha canaria y el palo; prefieren la Nintendo y el “ordenata” antes que los boliches y el trompo; la hamburguesa antes que la pelota de gofio, todo se está perdiendo, que bonito sería ver a nuestro jóvenes vestidos con el chaleco hecho de piel de cabra, las alpargatas del ocho, los collares de cáscaras de lapa y las faldas de hoja de palma trenzada y camino a la huerta a buscar higos picos. Nuestra singularidad se está desvaneciendo en el mundo, no tenemos el ombligo en la frente, pero vivimos en el mejor y más bello lugar de la galaxia y descendemos de un pueblo de nobles y valientes guerreros a los que no le olían los pies, ni el aliento, sudaban Chanel nº 5 y todo lo pedían por favor. Por eso Cubillo le promete a la virgen de Candelaria que si de aquí al próximo año los Jonay y las Chaxiraxi desbancan a los Alejandros y Lucías en los recién nacidos lleva a pela a Pepe a Candelaria, caminando por la carretera vieja, alumbrando el camino Domingo Medina, esclavo mayor del Cristo de La Laguna, algo canarión él, con un farol de carburo, y Sindo que va abriendo vía con una moto de guindilla.

Bueno ya está bien. Mañana más

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