jueves, 28 de junio de 2012

LECTURA: DE EL ALEMEIN A ZEM ZEM, KEITH DOUGLAS

Como suele ocurrir con esto de las lecturas existen pequeñas joyas escondidas que llegan tarde, pero llegan a tus manos. Eso me ha pasado con el relato que escribe Keith Douglas (1920-1944) sobre su participación en la famosa batalla de El Alemein en la segunda guerra mundial. De El Alemein a Zem Zem; Reino de Ronda, 2012, es la desmitificación de la épica de la guerra, es el relato de alguien que quiere estar allí y cuenta qué y cómo vive: “No escribo sobre estas batallas como soldado, ni intento comentarlas en tanto que operaciones militares. Pienso en ellas –de forma egoísta, pero tal como siempre las recordaré- como mi primera experiencia de combate: y así es como hablaré de ellas. Decir que consideré la batalla de El Alemein como una ordalía suena pomposo, pero sí pensé en ella como una prueba importante, que tenía todo interés en superar”.
           
            Desde un destino cómodo en la retaguardia hace lo posible y lo imposible por participar activamente en el frente, en la campaña de África a bordo de un blindado Crusaders, que durante gran parte del relato se convierte en el ombligo del mismo y lo que sucede en él y su alrededor dan cuerpo a numerosas páginas en las que desgrana lo cotidiano y más pegado a la piel del conflicto y que en definitiva son las historias que no salen en los grandes tratados sobre la guerra. “Tuve que esperar hasta 1942 para entrar en acción. Me alisté en septiembre de 1939 y, durante los casi dos años que anduve haciendo tiempo por ahí, nunca me abandonó la certeza de que la experiencia del combate era algo que debía adquirir. Con independencia de los cambios que se puedan producir en la naturaleza de misma de la guerra, el campo de batalla es el sencillo escenario principal de la misma: es en él donde ocurren las cosas interesantes”. Las noches sirven para, no solo descansar sino comentar, discernir el por qué de la guerra, consecución de intereses, y allí está la tropa para que se materialicen esos intereses. Y así ve a sus iguales: “Resulta emocionante y asombroso ver a miles de hombres, muy pocos de los cuales tienen un atisbo de por qué luchan, pasando penalidades, viviendo en un mundo antinatural, peligroso, aunque no del todo terrible, teniendo que matar y ser muertos y, con todo, a ratos conmovidos por un sentimiento de camaradería hacia los hombres que los matan y a quienes ellos dan muerte, porque están sufriendo y experimentando las mismas cosas”. Las relaciones con los compañeros en un ejército como el inglés donde la vieja escuela marca mucho, junto con su tradición de ejército colonialista y donde las diferencias de clases están muy marcadas son las coordenadas que enmarcan las palabras anteriores y el conjunto de la obra; el pillaje como forma de sustento y de obtener trofeos de conquista, es otro de los momentos a los que Douglas dedica tiempo. Una Lüger, una Beretta son algunos de los ejemplos de trofeos, que después si hace falta se intercambian por lo que se necesite en un momento determinado.

            La vida cotidiana en los campamentos, el papel de los libros en los momentos de ocio; el miedo antes de entrar en batalla o al percibir al enemigo en la lejanía, el dolor físico producido, no ya por heridas de guerra, sino picaduras de insectos, dolores de cabeza, resacas, como no. La falta de aseo, suciedad y los “achaques” del blindado son algunos de los “lugares” por donde discurre el relato, junto con todo el recorrido que hace por los hospitales de campaña después de sufrir las consecuencias de la explosión de una mina. Todo esto junto a las descripciones del paisaje, el desierto se presta a ello, y a lo mejor como lectores tenemos presentes las imágenes que nos ha dejado el cine con Lawrence de Arabia, por ejemplo.
           
            En fin, una obra necesaria para colocar al lector cerca de lo cotidiano del soldado y que lo es porque ha buscado estar en primera línea de batalla y que a pesar de ese interés no lo tiene o no busca en el relato, como indica al principio la visión del militar. Les dejo con algunos párrafos más y espero que les resulte sugerente lo comentado.
           
            “Las tumbas cavadas y marcadas con más premura eran de italianos, en algunas de las cuales habían colgado o depositado el feo casco colonial italiano forrado de verde. Hay algo impresionante en esos cascos de acero colgados en las cruces, algo que vincula a esos muertos con caballeros enterrados bajo su escudo de armas. Pero cuán patéticamente lógico y humano –uno de esos toques de involuntaria comedia que hace difícil que se enfade uno con ellos- que los italianos hayan suplido el casco de acero con un ridículo salacot de rebajas abollado. Pero el casco de acero constituye una lápida impresionante y es su propio epitafio. El casco colonial de cartón sólo parece indicar que hay basura debajo y para eso bien se podría dejar un desecho cualquiera para marcar el sitio. Tal vez este epitafio le llegue más al corazón a los que lo lean”

domingo, 24 de junio de 2012

LECTURAS: EL IMPERIO DE LAS MENTIRAS, STEVE SEM-SANDBERG

Creo que me voy a rendir, que ya he llegado a la página 386 de El imperio de las mentiras, Steve Sem-Sandberg; Mondadori, 2012 y me resulta imposible digerir a un personaje como Mordechai Chaim Rumkowski. Llegar a la página seiscientas cincuenta y siete se me antoja una tarea difícil, muy difícil.

            Esta deserción merece una explicación porque no es habitual que deje un libro a medias y menos cuando el tema me interesa mucho, así vayamos con los datos y la explicación pertinente. Steve Sem-Sandberg, noruego; 1958, autor del que no conocía nada de lo que ha publicado, pero su incursión en lo que se podría llamar “literatura del holocausto” le ha dado un prestigio singular al abordar un capítulo muy controvertido, así como el personaje central de esa historia.

            A partir de la Crónica del Gueto, (Lódz) documento de más de tres mil páginas Steve Sem-Sandberg escribe su novela, El imperio de las mentiras, amplia, documentada, compleja por los numerosos personajes, sus interrelaciones y lo vidrioso del tema. Desde el pragmatismo más puro intenté leer esta novela y buscar lo elementos que sustentaran el principio de Mordechai Chaim Rumkowski, “la salvación de algunos judíos, dependería de que otros tendrían que ser sacrificados”. Este “rey” del gueto, ambicioso es el calificativo menos hiriente que se me ocurre, así que de ahí para arriba se pueden añadir los que quieran. No, no he encontrado esos elementos en lo que he leído, al contrario cada página, cada mención de este personaje más lo acercaba al tirano esclavista supeditado a la maquinaria nazi del exterminio y de la explotación de sus conciudadanos. Hay otros elementos para ser repudiado, pero los dejo para su lectura. La sumisión ante las autoridades alemanas: “La tarde del 3 de septiembre de 1942, las autoridades volvieron a convocar a l Presidente del gueto. Él se presentó ante ellos con su actitud habitual, la cabeza gacha, las manos colgando a los lados” [Ob. cita pág. 257] contrastaba con el despotismo ante los iguales. Su capacidad de decidir sobre la vida de los demás le había endiosado.

            He leído descalificaciones de los supervivientes del holocausto, que de forma generalizada los colocaba al nivel más bajo imaginable, Laura Adler, biógrafa de Hanna Arendt, recoge de un miembro del Jewish Committe: “Los que han sobrevivido no son los más aptos, sino mayoritariamente los judíos más bajos, que mediante la astucia y los instintos animales pudieron escapar”. No menos sangrante: “Huyeron como ratones, se escondieron como chinches y murieron como perros” Hair Nahman, poeta, quizá podría explicar esta palabras. A pesar de “estar curtido” no he podido continuar con lo que se cuenta de Mordechai Chaim Rumkowski, espero que ustedes si lo desean lo puedan hacer y cuenten su experiencia.

            Les dejo con algunos párrafos donde se ilustra su principio del trabajo para la salvación, el resto lo averiguan si leen esta novela.
            “A los demás niños del gueto intentaba salvarlos de forma más concreta. La ecuación era después de todo, bastante simple: cuantos más niños pudiera poner a trabajar, más niños eximirían las autoridades.
            Ya en marzo de 1942 había comenzado a crear talleres especiales de aprendizaje para niños y niñas de diez a diecisiete años […] Tras algunas semanas de formación, a los más capacitados se les destinaba a un turno de producción en la Sastrería Central, donde debían trabajar bajo la supervisión de unos inspectores que se paseaban por la fábrica recriminando cada error y cada minuto perdido. La tarea de los niños era confeccionar gorras especiales de camuflaje para el ejército alemán, con una capa exterior de tela blanca para la campaña bélica de invierno y otra interna de color gris para el combate en terreno normal. […] hacia el mes de julio de 1942 ya había logrado crear puestos de trabajo fijo en el sector de la confección para más de mil setecientos niños del gueto mayores de diez años. […]
            […] Pero mientras fortificaba así las murallas de la ciudad de los trabajadores, el desmoronamiento seguía sin tregua:
             Ya a finales de abril habían empezado a llegar noticias de las masacres de Lublin.
            Más tarde (junio): Pabianice y Biala Podlaska. Cuarenta vagones llenos de mujeres y niños procedentes de Biala Podlaska habían desaparecido sin dejar rastro.
            A veces, sentado tras las puertas cerradas del Secretariado, tenía la impresión de allá fuera se estaba produciendo un gran corrimiento de tierras. Como si los cimientos de la realidad misma hubiesen cedido” [ob. cit. págs. 235-236]

CINE: THE TURIN HORSE, BÉLA TARR

Ayer, mientras las calles estaban casi desiertas y los televisores eran un imán para millones de espectadores que esperaban que la selección española de fútbol diera buena cuenta del equipo francés, un puñado de espectadores, no muchos, la verdad nos sentábamos en la sala del TEA (Tenerife Espacio de las Artes) para contemplar The Turin Horse del director húngaro Béla Tarr.

            El mundo cerrado, anodino de un padre y una hija que viven aislados en una granja en ninguna parte en la que la música la pone el viento y lo cotidiano se convierte en un sin vivir. ¿Para qué vivir, si la vida es lo que experimentan este hombre y su hija? El blanco y negro, muy crudo el negro, casi sin matices, la inexpresividad de los rostros, la repetición fatigosa y cansina de cada día me dejaron pegado a la butaca buscando algo que justificara la vida, pero la vida con sensaciones, cualquiera que sirviera para demostrar vitalidad, ruptura con lo repetitivo de cada día y que no aparece por ninguna parte.

            En solo treinta y dos planos (del número me enteré al final) se pasan dos horas y media de metraje en los que buscas una variante en lo cotidiano, vestirse, alimentarse, buscar agua, solo el cambio de punto de vista de la cámara le da cierto dinamismo a la película, que arranca con la anécdota de Nietzsche y el caballo maltratado. Aquí ese caballo, viejo, maltratado es la imagen de esa Humanidad abandonada y sin esperanza. El animal deja de comer y espera la muerte, que no es otra cosa que la imagen de una sociedad desencantada y sin futuro.

            En fin, dos horas y media en las que el director una y otra vez, hasta seis, insta al espectador a reflexionar. Lo que estás viendo también se llama vida. Si tiene oportunidad la pueden ver hoy domingo.

martes, 19 de junio de 2012

LECTURAS: EN EL JARDÍN DE LAS BESTIAS. ERIK LARSON

Sin tener una explicación clara hay determinados momentos de la Historia que para mi tienen más interés, y repito sin saber a ciencia cierta la razones que sostienen ese interés. De todas maneras los años treinta en Europa tienen el atractivo que ser, por segunda vez, una quiebra de aquellas ideas de la Ilustración y la que Europa con mayúscula parió, bien con su origen holandés, como se apunta en los trabajos sobre Spinoza, o en Francia. Es lo de menos en este momento, pero si es cierto que el auge de los estados totalitarios y cómo se fraguó su contenido es para mí un tema apasionante.
            El análisis de este periodo, como cualquier otro, requiere una óptica poliédrica y paciencia y reflexión para el encaje de los distintos puntos de vista. Julián Casanova, Europa contra Europa, 1914-1945; Saul Friedländer, El Tercer Reich, (1933-1939); o Victor Klemperer, Quiero dar testimonio hasta el final, 1933-1941; por citar algunas de las cosas que últimamente he leído y que tengo más a mano. La ficción también ha dejado novelas interesantes y ateniéndose a los hechos ocurridos se cuentan historias que son muy, muy interesantes.
            Una muestra de ese acercamiento desde la novela a esta época es: En el jardín de las bestias, Erik Larson, Ariel, 2012. Larson nos coloca a los pocos meses de llegar Hitler al poder, y lo hace desde la perspectiva del embajador de los Estados Unidos William E. Doddy su familia, especialmente su hija, muchacha en edad de merecer (expresión viejuna) y con ganas de ampliar su círculo de relaciones en el más amplio sentido del término.
            Supongo que ya se podrá imaginar por donde circulan las tramas que Larson desarrolla, todas ellas elaboradas, interesantes y que añaden diversos componentes muy propios de una novela de terror, amor, algo de novela negra, en fin un buen producto, que tiene la capacidad de atraer desde las primeras páginas. A mí me lo parece.
            Creo que en conjunto esta obra tiene todos los ingredientes para mantener la atención de quien se acerque con interés a esta época y busque añadir otro punto de vista distinto al académico para el conocimiento de unos años que fueron significativos para torcer el rumbo de Europa y del mundo.
            Les dejo con algunos párrafos por si les resultan sugerentes. El primero tiene que ver con los momentos iniciales de la llega da al poder de Hitler, todavía se podía escuchar, o hacer cosas como la que aquí se describe: “En el cabaret Katakombre, Werner Finck seguía metiéndose y haciendo bromas con el nuevo régimen, a pesar del riesgo de arresto. Durante una actuación, un miembro del público le llamó judío piojoso, a lo cual él respondió: -Yo no soy judío. Sólo parezco inteligente. El público se rió entusiasmado” [Ob. cit. pág. 56].
            Otra mención al texto, que la he elegido para hacer notar lo de académico de esta novela. Larson hace referencia a Victor Kemplerer (filólogo): “Hasta el lenguaje usado por Hitler y los oficiales del partido estaba extrañamente invertido. El término ‘fanático’ se convirtió en algo positivo. De repente, tenía la connotación que el filólogo Vicotr Kemplerer, judío residente en Berlín, describía como ‘una mezcla feliz de valor y devoción ferviente’. Los periódicos controlados por los nazis informaban de una interminable sucesión de ‘votos fanáticos’ y ‘declaraciones fanáticas’ y ‘creencias fanáticas’, todo ello cosas buenas. Se describía a Göring como ‘un amante fanático de los animales’. Fanasticher Tierfreund.
            Ciertas palabras muy antiguas estaban adquiriendo un nuevo uso oscuramente robusto, como averiguó Klemperer. Übermensch: superhombre. Untermensch: subhumano, queriendo decir ‘judío’. También surgían palabras totalmente nuevas, entre ellas Strafexpedition: ‘expedición punitiva’, el término que aplicaban las tropas de asalto para sus incursiones en barrios judíos y comunistas”. [ob. cit. pág. 141]

martes, 12 de junio de 2012

LECTURAS: Diario de invierno. Paul Auster

Caramba. Ya terminé de leerlo y se me quedó corto el relato de Paul Auster, Diario de invierno, Círculo de Lectores, 2012. En poco más de doscientas páginas hace un recorrido apretado por su vida y las situaciones que le han marcado. Su lectura te reconcilia con el heroísmo, que vivir en una heroicidad y él pone por escrito una vida normal, sin estridencias, sin grandes detalles, pero una vida llena de momentos para recordar, pues casi como la de todos.
            Creo que no es la gran obra de Paul Auster, pero la sencillez de lo relatado se eleva en cómo lo hace y de ese relato se desprende algo de intriga, cierto suspense en la descripción de sus casas, por ejemplo, que por cierto me parece la parte más floja del relato, y evidentemente muy reflexivo.
            Tengo que confesar que sostener que la descripción de sus hogares es un tanto anodina ha suscitado un debate interesante, sobre todo con lectoras fieles a Auster que perdonan poco este tipo de controversias. La fidelidad como lectoras les lleva a rebatir de forma vehemente, pero eso es bueno muy bueno.
            En fin, me ha gustado mucho y muy recomendable para quienes somos fieles seguidores de su obra, algunos ya tenemos una edad y comprendemos mejor sus sensaciones, pero también para quienes están lejos de ser mayor, y así : “Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona en el mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro” (Así empieza el relato)
            Les dejo con algunas líneas y espero que les anime a la lectura.

            “También nieva hoy, y cuando te levantas de la cama y vas a la ventana, en el jardín las ramas de los árboles se están poniendo blancas. Tienes sesenta y tres años. Se te ocurre que durante el largo viaje de la niñez hasta aquí rara vez ha habido un momento en que no hayas estado enamorado. Treinta años de matrimonio, sí, pero en los treinta anteriores, ¿cuántos caprichos y enamoramientos, cuántas pasiones, cuántos delirios y afanes, cuántas oleadas de loco deseo? Desde el comienzo mismo de tu vida consciente, has sido un solícito esclavo de Eros. Las chicas que amaste de niño, las mujeres que quisiste ya hombre, cada una diferente a las demás…” [Ob. cit. pág. 10]

sábado, 9 de junio de 2012

ALPIDIO Y EL TRANSPORTE

Una vez más, y no será la última, las islas menores e ven atacadas, vilipendiadas y todas esas cosas, por las islas mayores. Esta vez El Hierro, sufrida ella, recibe un nuevo ataque porque se quiere resquebrajar la entereza herreña, pero no van a poder. Sí, esta vez  es el transporte marítimo el que se ve afectado, pues se suprime la frecuencia semanal; no importa que vayan casi vacíos, pero hay que mantener la frecuencia. Un transporte con dignidad es lo que ha acuñado Alpidio, presidente del Cabildo, y por fin lo ha conseguido.
            Este tema es primordial para Alpidio y desde el primer momento lo ha tomado como algo personal, y en los ratos libres que le quedaban entre manifestación y manifestación ha puesto en marcha un proyecto científico para estudiar en profundidad la tele-transportación. “Si dio resultado en la serie Star-Trek, que él vio cuando era más joven, ¿cómo no va a funcionar en El Hierro? Sin dilación ya ha encargado los materiales necesarios para el proyecto con una inversión significativa en estos momentos de crisis. Un juego de química, un equipo informático, ambos  de la marca CEFA, de los buenos, buenos y también un curso por correspondencia en el afamado centro de educación CEAC de: “aprender a tocar la flauta dulce en diez lecciones” (regalan la flauta). No, no le vemos relación alguna, pero no estamos a su nivel.

            El Hierro, Canarias y el mundo en general se mantienen en una tensión contenida y a la espera de los resultados de los estudios que van a solucionar los problemas del transporte a la Humanidad. En deuda quedaremos con el Insigne, que no ha perdido ni un ápice su familiaridad en la isla y así se le puede ver desayunando una quesadilla acompañada del café con leche y leyendo El Día. Se cuenta como anécdota que la inspiración le vino el día que con el codo tiró el plato con las migas de la quesadilla y se dijo: “Si Newton tuvo una manzana, ¿por qué yo no puedo tener una quesadilla? La Historia, La Ciencia y la Naviera Armas le harán justicia.

miércoles, 6 de junio de 2012

LA LECHE DE CABRA Y LOS IDIOMAS


Científicos majoreros adscritos a la quesería del Cabildo han descubierto, después de arduos trabajos y numerosos ensayos, que el consumo de leche de cabra majorera perfecciona el dominio de otros idiomas.
            Tras numerosos ensayos con el cochino negro procedente de La Palma se ha podido comprobar que después de la ingesta de la leche de forma controlada y el cochino hoza en un terrero, su gruñido tiene similitudes con un dialecto del Norte de Noruega. Marcial Morera, miembro de la Academia de la lengua canaria, constata dichas similitudes, pero también señala que hay rasgos en el gruñido que lo acercan al amazigh clásico del norte de África, pero mirando al sur.
            Hasta el momento no se ha experimentado con humanos, pero la intervención del portavoz del gobierno explicando las razones del aumento del desempleo en Canarias, mientras que en el resto de comunidades descendió, resultaron muy confusas y es posible que en el desayuno de ese día hubieran trazas de esa leche, o por lo menos un pelo de cabra majorera cerca.
            Marcial Morera, una vez más, afirmó que no existe coincidencia con lo experimentado con el cochino negro, sin embargo en las expresiones y fonética del portavoz si se detectó cierta relación con un dialecto del Papúa-Guinea del sur, común en aquel lugar, por lo visto.
            Dado lo extraordinario y excepcional de las investigaciones realizadas el gobierno de Canarias está pensando cambiar las prospecciones petrolíferas por la cría de cabras, y de camino lanzar una campaña para que cada canario ponga una cabra en su vida

VOLVER, UNA VEZ MÁS


[…]
Quiero quedarme en medio de los libros
en ellos he aprendido a dar mis pasos
a convivir con mañas y soplidos vitales
a comprender lo que crearon otros
y a ser por fin
este poco que soy

            Aprovecho la última estrofa del poema Libros de Mario Benedetti; Biografía para encontrarme, Alfaguara, 2011, porque me sirve para señalar dónde he estado desde la última entrada en este cuaderno, enero de este mismo año. Es verdad que no solo he estado entre libros y películas, son mis pasiones confesables. También mi tiempo se ha ido entre manos que acarician, ojos que miran con pasión y otras cosas más cotidianas y prosaicas, así que no sigo.
            Mi intención, una vez más, así que de antemano soy poco creíble por la inconstancia, es intentar tener regularidad en recoger aquí las reflexiones que aparecen después de las lecturas, de las películas vistas y no dejo atrás lo que la propia realidad del transcurrir de cada día se preste al comentario.
            Ya está bien de disculpas y volviendo a Mario Benedetti y su poemario, que como se afirma en el prólogo del mismo, el autor no le dio su “rigurosa mirada final”, aún así es un libro pleno, sugerente, con detalles muy íntimos y versos que puedes hacer tuyos con la seguridad de contar con el beneplácito de Mario (hay confianza. Bueno la que da ser un viejo lector de su obra).
            Aprovecho los versos del poema Paréntesis para invitarles/sugerirles la lectura de esta obra y al mismo tiempo pasarse por este cuaderno cuando les apetezca.

Paréntesis

Acompáñenme a entrar en el paréntesis
que alguien abrió cuando parió mi madre
y permanece aún en los otroras
y en los ahoras y en los puede ser
lo llaman vida si no tiene herrumbre
yo manejo el deseo con mis riendas
[…]
Busco mis cómplices en la frontera
que media entre tu piel y mi pellejo
me oriento hacia el amor sin heroísmo
sin esperanza pero con memoria

por ahora el paréntesis prosigue
abierto y taciturno como un túnel

Lo dicho, recomendable.


miércoles, 25 de enero de 2012

PREOCUPACIONES

Mientras por esta parte del mundo nuestra desazón se alimenta con el cierre de las webs de descargas y lo mal que lo estará pasando en prisión Kim Dotcom lejos de su ordenador y sus hamburguesas; las anécdotas del enésimo partido del siglo entre Barça y Madrid; lo mediático de los juicios en este país nuestro, niña desaparecida y padres dudando de la justicia, juez con toga en el banquillo, trajes subvencionados, y a todo esto podemos añadir lo del yerno habilidoso en temas de negocios poco claros.
            No, pero esto no es todo, además podemos recorrer la geografía de los “congresillos” (menuda palabra para la rima fácil), cosa que tampoco tiene desperdicio, pero si esto es calderilla hablamos de economía, bueno, de economía no, mejor será decir hostigamiento (saqueo) del bolsillo del trabajador, porque es así como se está pagando las deudas que los que han practicado la economía de casino. Por último también podemos poner, con tono dramático, algo así como: “el capitalismo ha fracasado”, si a esto, además,  ponemos cara de haber perdido a la mascota. Ya está, hemos elevado el nivel de las preocupaciones y quedamos satisfechos.
            Mientras estamos con todo esto y más cosas que cada uno de los lectores podrá añadir temas (preocupaciones) como el vecino de la comunidad que no paga y así muchos más, hacer una lista muy, muy larga.
            Ya, todo esto viene a que mientras en otra parte del mundo Estados Unidos e Irán están como los dos pistoleros que se miran fijamente en una calle desierta, y a la espera del más leve movimiento del contrario para desenfundar, y todo por quítame allá esa central nuclear, que si tengo un arsenal nuclear que no me cabe en la despensa, pero tú no puedes tener nada parecido, que yo le digo a mis amigos que no te compren petróleo y de camino te embargamos los euros y dólares que tenías en las huchas que hay repartidas por el mundo. Y nosotros pendientes si Pepe juega esta noche en el Madrid y ya se hacen apuestas sobre si partirá una pierna o no.
            Pues los pistoleros están en una tensión que se antoja extrema y casi el vuelo de una mosca les puede asustar y casi nada con lo que puede pasar si alguno se pone nervioso, que entre otras cosas puede ser: que el precio del petróleo alcance al del oro molido (no sé cuál es, pero se me antoja muy alto); que el duelo al sol tenga tantas balas perdidas que, aún metido bajo la cama, alguna te alcance, es decir, que el comercio quiebre y Mercadona deje de ser lo que es ahora, por ejemplo; que nos veamos envueltos en un conflicto entre pistoleros y haya que salir a dar la cara, porque vivimos a la sombra de uno de ellos.
            En fin para que seguir. Vamos a intentar que las moscas no vuelen y pongan nerviosos a los pistoleros porque si alguno desenfunda, el estrecho de Ormuz, por ejemplo, nos va a ser más familiar que el pasillo de casa, mientras olvidémonos de Rajoy, de sus ministras casadas por lo civil, de los obispos, de los “congresillos”, del “eurillo” y procuremos ser moderadamente felices, como mínimo.

domingo, 2 de octubre de 2011

LECTURAS: LA ACABADORA. MICHAELA MURGIA

Me he puesto delante de esta página en blanco para plasmar las impresiones que me ha dejado la lectura de La acabadora, Salamandra, 2011; novela de la escritora italiana Michela Murgia, y me cuesta arrancar porque es difícil asumir la naturalidad con la que los habitantes de un pueblo, pequeño, de Cerdeña aceptan el “trabajo” de la protagonista Bonaria Urrai. Bueno creo que llamar “trabajo” a lo que hace Bonaria. “Yo he sido la última madre que algunos han visto”, no se ajusta a la concepción que ella y sus convecinos tenía de su labor. La naturalidad con la que se acepta algo que escandaliza, que es tema de debate permanente y en muchos casos la prohibición de la elección es coartar la libertad del individuo.
            Ya, seguro que has pensado que en el párrafo anterior falta algo, pero voluntariamente he omitido el por qué de su nombre: La acabadora, aunque en realidad la vida se la ganaba como costurera y ya entrada en años adopta a una niña, que cuestionará lo de acabadora, así la novela es muy recomendable porque nos permite ver desde una óptica distinta algo que nos ocupa, hasta preocupa en algunos casos y es objeto de permanente controversia. Seguro lector que sabes de qué va la historia, pero permíteme que guarde el secreto, para que quien se acerque a la novela sin leer la contraportada descubra donde le lleva la lectura de la obra de Michaela Murgia.

            Les dejo con algunos párrafos y espero que sean sugerentes y disfruten la novela si deciden leerla.

            “No resultaba fácil calcular los años de la tía Bonaria por aquel entonces, pero eran años detenidos desde hacía tiempo, como si hubiera envejecido de golpe por decisión propia y luego se hubiera limitado a esperar pacientemente a que el tiempo la alcanzara con retraso. María, en cambio había llegado demasiado tarde incluso al vientre de su madre y de inmediato se había acostumbrado a ser la última preocupación de una familia que ya tenía demasiadas. Sin embargo, en casa de aquella mujer experimentaba la insólita sensación haberse vuelto importante. Cuando por la mañana dejaba a su espalda y apretaba la enciclopedia entre las manos camino al colegio, tenía la certeza de que, si se volvía, la encontraría allí, mirándola, apoyada contra el quicio como si sujetara las bisagras.” [Ob. cit. pág. 11]

domingo, 25 de septiembre de 2011

LECTURAS: CUALQUIER OTRO DÍA. DENNIS LEHANE

Con cierta pena llegué a la página 728 de Cualquier otro día, Círculo de Lectores, 2011; del escritor Dennis Lehane. Pena porque Cualquier otro día es un retrato detallado de lo que sucede en Boston en un momento crucial de la historia, no solo de la ciudad de Boston, sino de la Humanidad casi. Los últimos estertores de la I Guerra Mundial, el momento previo de la Gran Depresión, el racismo o el temor a lo que estaba sucediendo en la Unión Soviética son componentes más que destacados para que la obra tenga un interés intrínseco y sea un reto para el autor abordar este entramado.
           
            Lehane con los personajes que dibuja, el policía reivindicativo, los negros Luther y Babe; el primero alguien de la calle, que se mueve en el sustrato más bajo y que da por bueno estar en Boston, llega huyendo, pero en esa ciudad se ahorcan pocos negros; Babe es un negro triunfador, no en el boxeo, más propio en este momento, pero sí en el beisbol. Este triángulo tiene otras conexiones que colocan al lector frente a un friso de personajes y situaciones en las que los intereses, los miedos, la reacción a la famosa epidemia de gripe, o a los bolcheviques, por ejemplo, y el ejercicio del poder con pocos controles y menos escrúpulos nos conducen, casi como espectadores de una proyección de la vida en la ciudad, perfectamente delineada y solo se echan en falta los aromas y pestilencias de la misma.

            Puede que las distintas tramas que se organizan den la impresión de un abigarramiento presuntuoso o un intento desmesurado de abarcar distintas historias, aunque es cierto que Lehane logra un equilibrio entre ellas y mantiene el interés del lector sobre todas. No quiero desentrañar su contenido, pero nuestro protagonista blanco, policía y en huelga da mucho juego a lo largo de la obra y su protagonismo nos conduce por momentos estelares en la lectura.

            Les dejo con algunos párrafos y espero que si deciden leer Cualquier otro día, les resulte interesante.
            Danny observó a Johnny Green acercarse y vio algo en su mirada que no le gustó, algo desconectado. Johnny Green miró al público, miró al ring, miró a Danny pero no vio nada. De hecho, lo miraba todo y a la vez miraba más allá de todo. Era una mirada que Danny ya había visto antes, particularmente en las caras de individuos borrachos como cubas o de víctimas de una violación.
            Steve se acercó por detrás y le cogió el codo.
            -Mills acaba de decirme que ésta es su tercera pelea en veinticuatro horas.
            -¿Cómo? ¿De quién?
            -¿De quién? De Green. Anoche tuvo una en el Crown de Somerville, esta mañana ha disputado otra en los apartaderos de Brighton, y ahora aquí lo tienes.
            -¿Cuántos asaltos?
            -Por lo que sabe Mills, anoche fueron trece como mínimo. Y perdió por KO.
            -¿Qué hace aquí, pues?
            -El alquiler –contestó Steve-. Dos hijos, una mujer encinta.
            -¿Por el puto alquiler?
            El público se había puesto en pie: las paredes temblaban, las vigas vibraban. Si el techo salía disparado hacia el cielo, Danny no se sorprendería. Johnny Green accedió al cuadrilátero sin bata. Se detuvo en su rincón y golpeó un guante contra otro, con la mirada fija en algo dentro de su cráneo.
            -Ni siquiera sabe donde está –observó Danny.
            -Sí, sí que lo sabe –contestó Steve-, y ya viene hacia el centro. [ob. cit. págs. 48-49]

PUEDE OCURRIR (SEGUNDA PARTE)


A finales del pasado mes de agosto y después de leer un artículo de Joaquín Estefanía y en él una cita de Keynes, me atrevía a señalar que la opción de un conflicto armado, localizado en Europa era factible, y además creo que no andaría muy errado si me atrevo a afirmar que hasta deseado.
            No, no es esta afirmación el producto de una mente calenturienta azota por el verano y menos influenciada  por los “cigarritos de la risa”. La realidad es lamentablemente creo que más cruel y hoy, mientras leía El País, concretamente la crónica de Andreu Misse desde Bruselas se me encendieron las alarmas. Transcribo el primer párrafo de dicha crónica: "La semana pasada me encontré en el aeropuerto con un colega que había trabajado conmigo en el Ministerio de Finanzas y ahora es presidente de un gran banco. Hablamos de la crisis de la zona euro y me dijo: 'Después de todas estas conmociones políticas y económicas que estamos pasando va a ser muy raro que en los próximos diez años podamos escapar sin una guerra, así que estoy pensando en sacar la green card para mis hijos y emigrar a Estados Unidos". La anécdota fue contada en el pleno del Parlamento Europeo el pasado día 14 por Jacek Rostowski, ministro de Finanzas de Polonia, que ostenta la presidencia de la Unión. "Esto no podemos permitirlo", apostilló el ministro tras afirmar que "Europa está en peligro". [Leer más]. La voz autorizada solo muestra que la idea no es descabellada y es posible que los analistas barajen tal hipótesis de cara al futuro inmediato de Europa.
            Al parecer solo nos queda esperar al grueso de ciudadanos/consumidores y desear que no se cumplan los peores vaticinios, porque Europa ya ha sido escenario de los mayores conflictos y aberraciones contra la Humanidad y que se repitan dirá poco del género humano, así que manos a la obra y a esperar pacientemente.

domingo, 11 de septiembre de 2011

LECTURAS: B-17G. PIERRE BERGOUNIOUX


En sesenta y dos páginas (el libro tiene 75 porque incluye el postfacio de Pierre Michon) Pierre Bergounioux (ed. Alfabia, 2011) reúne una serie de reflexiones sobre la guerra, sus protagonistas y lazos que cohesión a quienes se juegan la vida en el frente de batalla.
            Las imágenes, en blanco y negro, borrosas tomadas desde un caza alemán en las que un B-17 acaba convertido en la bola de fuego es el arranque de sus reflexiones. Un recuerdo de su infancia da pie a un análisis de cómo la primera mitad del siglo XX, tremendamente convulso, donde los cambios ya en el tiempo se sucedían a una velocidad antes desconocida en la Historia. Una generación, como afirma Marc Bloch fue testigo de cambios sustanciales en la Humanidad.
            La tecnología puesta al servicio de la guerra permite ver como aquella máquina de guerra, concebida para matar, que lleva en sus entrañas a una tripulación que ha creado unos lazos, unas afinidades marcadas por un objetivo común: la lucha contra el mal, podrá acabar convertida en un amasijo de hierros retorcido, aún así ese objetivo cohesionaba a unos jóvenes que sabían que en cada una de las misiones, sobre objetivos militares o sobre las ciudades alemanas, podían dejar su vida.

            ¿Qué pasa por la cabeza de esos jóvenes tripulantes que ven llegar a su estela la muerte? El lector puede tener argumentos suficientes para su imaginación haga el recorrido en cada una de esas misiones. La artillería aérea les busca, los cazas revolotean como avispas que clavan su aguijón de muerte en aquel grupo que se desplaza pesadamente como una manada de elefantes o grandes ballenas que se mueven majestuosamente, sin prisa aparente.

            Una óptica distinta nos pondría en el lugar del cazador que con su acción y en breves segundo puede convertir una máquina de guerra y a sus guerreros con sus habilidades y sentimientos en algo irreconocible, amorfo y ataúd envuelto en llamaradas de su tripulación, esto solo con apretar el disparador de sus ametralladoras. Cada cartucho que escupen sus armas es como un telegrama de muerte.
            Muy interesante su lectura y relectura. Da para un rato, y luego si esa lectura enciende nuestras calderas imaginativas y prende la llama de los por qué, mejor que mejor. Recomendable, así que les dejo con algunos párrafos.

            Se me olvidaba, incluyo unas imágenes encontradas en internet y la reseña de una película, Memphis Belle, 1990 del director Michael Caton-Jones que puede poner cara y voz a todo lo que rodea a la guerra vista desde los ojos de unos jóvenes que saben que están allí para lugar contra el mal, algo tan impreciso pero tanta cohesión logró.
           

            “El viento confinado en Europa desde la antigüedad cambió de cama, llevado hacia lo lejos, a América y la Unión Soviética, por vientos de tempestad. Por supuesto fue en las viejas capitales, Varsovia, Rotterdam, Londres, San Petersburgo-Leningrado, Berlín donde cayó la lluvia de fuego y los tesoros acumulados desde el final de la Edad Media y hasta los confines del continente asiático, quedaron carbonizados; y a estos hay que añadir los hombres, las mujeres y los niños a los que una Alemania demente quemó en sus hornos. Pero fueron los habitantes del Nuevo Mundo los que experimentaron aquel burbujeo formidable en el que quedaron atrapados desde las grandes masas hasta los más pequeños detalles, la totalidad de la vida. Vertieron la energía, el entusiasmo de la gente joven…” [ob. cit. pág. 26]


   

        

sábado, 10 de septiembre de 2011

LECTURAS: EL PENTATEUCO DE ISAAC. ANGEL WAGENSTEIN

                  Isaac Jacob Blumenfeld, el personaje de “El Pentateuco de Isaac”, Angel Wagenstein; Libros del Asteroide, 2008, con una ironía más o menos fina y mucho humor, afronta su recorrido vital por la primera parte del siglo XX, siglo apasionante pero convulso, y lo hace en centro Europa, allí donde las fronteras han cambiado como las estaciones, donde el Gran Imperio se desmembró en trozos que no lograban recomponer una estructura política estable por la agitación de los nacionalismos que chocaban frontalmente con la revolución que venía del este y las viejas rencillas locales.
            Isaac con ese panorama logró atravesar por vicisitudes propias de héroes de cómic. Nació austrohúngaro, luego fue ciudadano polaco, luego soviético y por último austriaco, así que sus señas identitarias referidas al lugar de nacimiento estaban muy difuminadas. Si esto parece poco, además tuvieron con él, con otros muchos también, la gentileza de recluirlo en un campo de trabajo nazi, su condición de judío, ya se sabe, pero también en los campos de trabajo en el “archipiélago”, los soviéticos no le consideraron un buen patriota, ya que estuvo detenido por los nazis.
            No, no piensen en heroicidades para explicar la vida de Isaac. Puede que haya sido su simpleza y afrontar la vida con un enfoque más displicente lo que le permitió atravesar la tormenta del siglo XX.
            Para intentar acercarles a esta obra les dejo con algunas de sus explicaciones, historietas, chistes con los que intenta explicar desde su óptica de judío los acto de fe de su religión, así como lo que vivió. Que la disfruten si deciden leerla.

Afirmación de Isaac: “Conste que jamás me he interesado por la política, pero la política sí se ha interesado por mí”. Pág. 16

Agradecimiento de Isaac: “¡Gracias, Dios mío, por tan alto honor!, ¿pero no pudiste escoger a algún otro pueblo?”. Pág. 17

Advertencia de Isaac: “Por favor, no busques lógica en mi destino, porque no es que yo empujara los acontecimientos, sino que éstos me empujaron a mí. N he sido la piedra del molino, ni el agua que la hace girar: he sido la harina. Y desconocidos han sido para mí los propósitos del Molinero, santificado sea su nombre por los siglos de los siglos y después del último de los siglos también.” Pág. 17

De su padre, sastre, buen sastre, aunque su especialidad era volver del revés los abrigos. La necesidad obliga, pero cuenta la anécdota del uniforme del dragón: “Cosió un uniforme rojo a un dragón de la Guardia de Su Majestad (yo, particularmente, jamás había visto a ningún dragón en nuestro pueblo). El cliente quedó muy contento al verse en el espejo, pero dijo: “lo único que no entiendo es por qué necesitaste todo un mes para hacer un uniforme normal y corriente, si vuestro Dios judío hizo el mundo en seis días”. A lo cual le contestó mi padre: “Pues, mire usted. Señor oficial, la chapuza que le salió y sin embargo, ¡fíjese en este precioso uniforme!” pág. 28

Claro que la conversión fue para muchos la salvación, la pérdida del estigma, aunque Isaac cuenta sobre el particular: “El judío converso Goldenberg, gran banquero, quien casó a su hija con el heredero del empresario Silberstein, converso también. Muy feliz el banquero comentó: “¡Siempre he soñado con un yerno como éste: un joven cristiano, rico y simpático, de buena familia judía!” pág. 30.

No hay duda sobre: “Y el séptimo día descansó”. Isaac lo reivindica de esta manera: El día festivo es un gran invento de los judíos de antaño. A nadie más se le había ocurrido que podía haber un día a la semana sin trabajo. Con tal ahínco defendieron su invento mis lejanos ancestros, que obligaron a Dios a que abreviara su trabajo a seis días y descansara el séptimo, como buen judío que es”. Pág. 32

Para ese festivo, el Sabbat, y no tocar el dinero también Isaac encuentra la forma de contarlo, y lo hace con este cuento/chiste. Dos judíos de pueblos cercanos discuten cuál de sus rabinos está más en contacto con Dios, y por tanto, tiene más capacidad para hacer milagros.
-Por supuesto que es nuestro, dice el primero. El pasado Sabbat nuestro rabí se encaminó hacia la sinagoga, pero de repente se puso a llover a cántaros. No es que nuestro rabí no tuviera paraguas, pero ya que el sábado no se debe hacer nada: ¿cómo lo iba a abrir? Miró al cielo, Jehová lo entendió enseguida y se hizo el milagro: por un lado la lluvia, por el otro, lluvia, y en el medio, ¡un pasillo seco hasta el propio templo! A ver, ¿qué me dices a todo esto?”.
-Pues escucha lo que te voy a contar: el Sabbat pasado nuestro rabí regresaba a casa después de rezar. En el camino se encontró un billete de cien dólares. ¿Cómo recogerlo, si es un pecado tocar el dinero? Miró al cielo, Jehová se dio cuenta y se hizo el milagro: por un lado, Sabbat, por otro lado, Sabbat, y en el medio, no me lo vas a creer, ¡era jueves! Pág. 33

viernes, 2 de septiembre de 2011

CINE: SUPER 8. J. J. ABRAMS

Ya vi super 8 del director J.J. Abrams y la producción de Steven Spielberg y no me gustó porque: (enumero las causas y no creo que haga falta ninguna aclaración más, pero estoy dispuesto a debatir cualquiera de los argumentos enumerados.

1- No me gustan las películas que cuentan historias de forma muy pobre y elemental.

2- No me seducen los efectos especiales. Son un reclamo fácil y simple para atraer al público.

3- Las situaciones de supuesto pánico, miedo, son sustos del nivel más simple y previsible (como el niño que se adelanta a los mayores y se esconde para asustarlos).

4- Donde los expertos ven un homenaje a John Williams por parte de Michael Giacchino, yo veo un simple guiño sin mucho esfuerzo.

5- El alienígena, muy muy feo, pero con gran corazón no seduce a pesar de esa mirada muy de ET.

6- Alienígenas que desean volver a casa, además de ET, encantador están los de District 9, 2009 del director Neill Blomkamp, que también quieren volver a su “casa”.

7- La apariencia de alienígena terrorífico se acentúa con la desaparición, con intento de susto, de ciudadanos corrientes y moliente;  la más trágica: la heroína, adolescente rubia. Se intensifica esa imagen de malvado cuando aparecen las víctimas como los “trofeos” del alienígena en la película Depredador, 1987 del director John McTiernan.

8- los niños protagonistas poco convincentes, no digo creíbles. Para actuación de un menor ver My Father, My Lord, 2007, del director David Volach. Lo mejor que he visto en mucho tiempo. Sobran las palabras y bastan los gestos, las miradas de ese niño y en el ambiente que vive.

             En fin, opinión de simple espectador, con miopía, que va al cine a disfrutar de una historia bien contada con alienígenas o no. Disfruten del cine en pantalla grande que hay otras opciones también.

District 9 - Official Trailer [HD]


DEPREDADOR

My Father, My Lord


jueves, 1 de septiembre de 2011

DOÑA ESPERANZA Y SU INQUINA A LO PÚBLICO


La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, miente deliberadamente cuando para justificar los recortes en educación con medidas como el aumento de dos horas lectivas y la supresión de la las tutorías, entre otras dice: "La mayoría de los madrileños trabaja más de 20 horas". Miente porque sabe que el profesorado trabaja 37,5 horas semanales, de las que 18 son lectivas, en el aula para entendernos; el resto son labores de acción tutorial, guardias, atención a las familias, preparación de clases y labores burocráticas. Con el aumento de dos horas lectivas y supresión de las dos de tutoría, solo se consigue una merma de horas dedicadas a las actividades no lectivas enumeradas, que son de trabajo, aunque para la señora Aguirre no contabilicen, fundamentales para la marcha de un centro educativo, aunque ella y su equipo intentan ningunear ese trabajo.
Cuatro horas por cada docente funcionario, hay 25 000, son 100 000 horas detraídas de los centros (puede que sean algo menos por ser algunos cargos directivos, no estar directamente en los centros educativos…). Pongamos que son 80 000, que a 37,5 horas por trabajador, da algo así como 2 300 interinos que se quitan de en medio.
Ya sé que son cálculos hechos a vuela pluma, pero lo que sí es cierto es que esta “rebaja” de los costes educativos no salvará a la Comunidad de Madrid, y solo conseguirá erosionar más la calidad de la enseñanza pública, al tiempo que se coloca a los pies e los caballos a los docentes una vez más y con la vesania que da el despego hacia lo público y quienes trabajan en la enseñanza. Doña Esperanza la inquina le sale por los poros.


jueves, 25 de agosto de 2011

LECTURAS: HONRARÁS A TU PADRE. GAY TALESE


Con cuarenta años de retraso llega la traducción en castellano de Honrarás a tu padre del escritor y periodista Gay Talese, publicado por Alfaguara. El tiempo transcurrido ha erosionado el contenido de esta obra casi monumental porque el cine y la televisión han tenido mucha culpa. Me explicaré.
            El trabajo de investigación de Talese en esta obra sobre las actividades de la familia Bonano en Nueva York, nos lleva a la trastienda y a conocer los entresijos de una organización mafiosa como era esa familia. El trabajo de Talese no se queda en la mera descripción de esas actividades como el juego, la prostitución, “impuestos” por protección, drogas y todo un conjunto de figuras delictivas que generaban pingües beneficios, sino que en un ejercicio de análisis exhaustivo profundiza en ellas, poniendo luz, allí donde a la Justicia americana le gustaría ver. De igual manera lo hace con otros aspectos como la vida familiar, las relaciones con otros grupos mafiosos, los códigos de conducta, los valores que modelan a personajes como Joseph Bonano, o su hijo Bill, eje de esta obra y con quien Talese mantuvo una estrecha amistad después de años de contactos para elaborar esta obra.
            Creo que Talese consigue que lo podría ser un frío y distante trabajo de investigación periodística se convierta casi en una novela, así se puede leer, y esto no es demérito del resultado, sino todo lo contrario; como lector se agradece esta proximidad a la historia, casi familiaridad (Vemos crecer a los hijos de Bill Bonano y eso se nos coloca en una posición muy cercana, porque son los problemas que afronta cualquier familia).
            Decía que el cine y la televisión le han hecho muescas a esta obra porque para quienes hemos seguido la trilogía de El Padrino, Francis Ford Coppola; 1972, 1974 y 1990; las seis temporadas de Los Soprano o alguna que otra película como Uno de los nuestros, Martin Scorsese; 1990, por ejemplo, la lectura de Honrarás a tu padre tiene muchas claves ya desveladas porque directores y guionistas han bebido en esta obra que digo llega, en castellano un poco tarde. Es evidente que esto no le resta valor, ni interés, pero cuando imaginas a los Bonano y quienes le siguen o trabajan a sus órdenes te acuerdas de algunos de los personajes que aparecen en Los Soprano o cualquiera de las películas citadas.
            Solo me queda dejarles algunos párrafos por si tienen la curiosidad de leer esta obra, recomendable. Espero que sean interesantes.

            “Aunque Guliano era un héroe en oeste de Sicilia, en cualquier otra parte fácilmente podrá ser visto como un ladrón común; todo dependía en gran medida del punto de vista, y lo mismo se aplicaba cuando se juzgaba la vida de cualquier hombre, las actividades de cualquier grupo, las políticas de cualquier nación. Si Bill Bonano había aprendido algo después de leer las memorias de grandes estadistas y generales, era que la frontera entre lo correcto y lo incorrecto, lo moral y lo inmoral, era con frecuencia muy tenue y que el veredicto final siempre lo escribían los triunfadores. Cuando Bill entró al campamento del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva, y más tarde al servicio militar en las Reservas del Ejército, fue entrenado en la técnica de matar legalmente. Aprendió a usar una bayoneta, cómo disparar un rifle M-1, cómo ajustar el telémetro del cañón de un tanque Patton. Aprendió de memoria el código militar de los Estados Unidos, que en principio no era muy distinto del de la Mafia, con su énfasis en el honor, la obediencia y el silencio en caso de ser capturados. Y si hubiera ido a combatir en el frente y hubiera matado a varios norcoreanos o chinos comunistas, se habría convertido en un héroe. Pero si mataba a uno de los enemigos de su padre en una guerra de la Mafia, podía ser acusado de asesinato a pesar de que en el fondo del asunto había la misma mezcla de codicia e ínfulas de superioridad moral que había en todas las guerras de las grandes naciones.” [ob. cit. págs. 70-71]

miércoles, 24 de agosto de 2011

PUEDE OCURRIR

El pasado día 18 de este mes de agosto leí en El País un artículo de Joaquín Estefanía: “Pentimento”, del que entresaco una cita de Keynes: Parece imposible políticamente, en una democracia capitalista, organizar el gasto público a una escala lo suficientemente grande como para llevar a cabo el gran experimento que probaría lo correcto de mis argumentos, como no sea en las condiciones creadas por una guerra”.
            Me viene al pelo esta cita para entender lo que algunos analistas apuntan como posibilidad para salir de esta situación en la que el estancamiento económico tiene que ver con el intento de recorte de los logros alcanzados en el estado del bienestar y buscar nuevos nichos de negocio en las grandes áreas de la sanidad, educación, etc.
            Un flujo de capital importante, comparable al movilizado después de la II Guerra Mundial, el aumento de la actividad económica en amplios sectores y casi comenzar desde cero en la reconstrucción de un estado del bienestar es lo que anida en algunas mentes que en ese camino la solución al escaso crecimiento económico, ya que la especulación y ataques contra algunos estados tarde o temprano dejará de surtir efecto por no dar los beneficios que se esperan. Así que puestos a imaginar, sin fumar ningún “cigarrito de la risa”, ni coger mucho sol la solución que se podría provocar sería la fomentar un conflicto bélico, limitado en cuanto al uso de armamento nuclear, en un escenario mundial con centros neurálgicos en Europa, norte de África y Asia; la neutralidad China le daría el papel de árbitro y lideraría el conflicto desde el punto de vista económico junto a los Estados Unidos. La duración limitada en el tiempo, pero con el calado suficiente para que las bajas dejaran pequeñas a las contabilizadas en la II Guerra Mundial; con una distribución geográfica más amplia, aunque Europa saldría muy tocada en este aspecto.
            Así planteado “solo” quedaría iniciar un proceso de reconstrucción, la declaración de buenas intenciones, el nunca más entre los contendientes y vuelta a empezar.
            Ah, se me olvidaba, no habrá ni vencedores, ni vencidos, solo dañados, con lo que habría una nueva división del mundo en áreas de influencia en la que las materias primas, su control, sería la justificación para mantener una industria armamentística y numerosos ejércitos que se encargarían de mantener esa “paz armada”.
            Por último las multinacionales de la salvación, cómo no, sobrevivirían al conflicto y buscarían nuevos argumentos, o a los viejos les darían una mano de barniz para seguir ocupando su puesto en este mundo.
            No es dar ideas, pero…

martes, 23 de agosto de 2011

ADIÓS BENEDICTO

Ya está, ya se ha marchado el máximo representante de esa multinacional, una de las más importantes que se dedica a ofrecer el paraíso y la salvación para la otra vida. Aquí en España su implantación es muy antigua y está arraigada, así que la presencia de su máximo representante tiene una acogida importante, al tiempo que también es controvertida, porque las iras de muchos ciudadanos se manifiesta por la amplia, dilatada y controvertida trayectoria.
            Ya se va Benedicto, jefe, y los ecos de su presencia se van apagando. Poco importa ya, lo sucedido; queda en el olvido si fueron uno o dos millones los seguidores, si follan o no con condón, si los jóvenes hacen botellón o no, si se ha gastado mucho o poco con su visita, si el gobierno se ha plegado más o menos a su presencia, si la cerviz de los adeptos a esa multinacional seguirá fuerte para mantener el peso que se les impone. En fin ya esas cosas van cayendo en el olvido, sobre todo en este agosto, no muy caluroso pero lleno de acontecimientos que ayudan a diluirse todo lo que ha sucedido con las jornadas JMJ, que no corresponden a Jóvenes Muy Jodidos, sino a otra cosa; incluso los calificativos de policía fascistas se van perdiendo y aparece cierta cordura cuando se pide que se aclaren los hechos y se pidan responsabilidades, porque hablar de policía fascista es cuando menos un exceso.
            Se ha ido, pero hay algo que queda, que no se mueve y parece que poco se va a mover en este País, en el que ahora parece que se quiere incluir en la Constitución el límite de gasto de los dineros públicos, cuando donde se debería poner es en el compromiso de los regidores público y ya debería ser suficiente. Lo que queda y parece inamovible, y que no interesa a las distintas opciones políticas es terminar con el tiempo en el horario escolar dedicado a la apología de esa multinacional. Es un caso excepcional en el mundo donde una multinacional con rango de estado tiene mediante un acuerdo entre estados capacidad para  fijar un tiempo para su promoción en el currículo escolar. La Escuela (con mayúsculas) que es el lugar para el estudio y el conocimiento racional y todo lo que tenga que ver con la dimensión humana tiene que incluir cuestiones ajenas a su función. Increíble, pero cierto.
            Si están pensando en reformar la Constitución una de los asuntos “olvidados” es el planteado, así que, sería bueno que se pusiera fin al Concordato rubricado y que de la constitución se sacara del artículo 27 el punto 3: Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Discutible su redacción y el lugar que ocupa, pues está dentro del derecho a la educación y “obliga”, parece, al Estado a mantener ese tiempo en el currículo dedicado a la apología de esta multinacional y al mantenimiento de la misma.
            En fin, adiós Benedicto, ven poco, por favor porque mira la que has armado y como tu presencia aviva el frentismo en este país. Me despido hasta nunca y de camino te dejo unos párrafos que hablan de la multinacional que diriges. Hago mías las palabras de César Vallejo, su autor y por eso me permito dedicarte esos párrafos y recomendarte la lectura de su libro. Sin acritud, claro.

Fernando Vallejo, La puta de Babilonia
Seix Barral

"La puta, la gran puta, la grandísima puta, la santurrona, la simoníaca, la inquisidora, la torturadora, la falsificadora, la asesina, la fea, la loca, la mala; la del Santo Oficio y el Índice de Libros Prohibidos; la de las Cruzadas y la noche de San Bartolomé; la que saqueó Constantinopla y bañó de sangre a Jesusalén; la que exterminó a los albigenses y a los veinte mil habitantes de Beziers; la que arrasó con las culturas indígenas de América; la que quemó a Sagarelli en Parma. a Juan Hus en Constanza y a Giordano Bruno en Roma; la detractora de la ciencia, la enemiga de la verdad, la adulteradora de la Historia; la perseguidora de judíos, la encendedora de hogueras, la quemadora de herejes y brujas; la estafadora de viudas, la cazadora de herencias, la vendedora de indulgencias; la que inventó a Cristoloco el rabioso y a Pedropiedra el estulto; la que promete el reino soso de los cielos y amenaza con el fuego eterno del infierno; la que amordaza la palabra y aherroja la libertad del alma; la que reprime a las demás religiones donde manda y exige libertad de culto donde no manda; la que nunca ha querido a los animales ni les ha tenido compasión; la oscurantista, la impostora, la embaucadora, la difamadora, la calumniadora, la reprimida, la represora, la mirona, la fisgona, la contumaz, la relapsa, la corrupta, la hipócrita, la parásita, la zángana; la antisemita, la esclavista, la homofóbica, la misógina; la carnívora, la carnicera, la limosnera, la tartufa, la mentirosa, la insidiosa, la traidora, la despojadora, la ladrona, la manipuladora, la depredadora, la opresora; la pérfida, la falaz, la rapaz, la felona; la aberrante, la inconsecuente, la incoherente, la absurda; la cretina, la estulta, la imbécil, la estúpida; la travestida, la mamarracha, la maricona; la autocrática, la despótica, la tiránica; la católica, la apostólica, la romana; la jesuítica, la dominica, la del Opus Dei; la concubina de Constantino, de Justiniano, de Carlomagno; la solapadora de Mussolini y de Hitler; la ramera de las rameras, la meretriz de las meretrices, la puta de Babilonia, la impune bimilenaria tiene cuentas pendientes conmigo desde mi infancia y aquí se las voy a cobrar".

lunes, 4 de julio de 2011

LECTURAS: PURGA. SOFI OKSANEN

     Casi de un tirón he leído Purga, novela de Sofi Oksanen, editada por Ediciones Salamandra, 2011. No han si las prisas, ni el aburrimiento, tampoco es que sobre el tiempo; las razones para explicar esta lectura con tanta fruición están en la trama de la novela, evidentemente, pero también la forma en la que con Sofi Oksanen construye una obra, que divide en capítulos cortos, muy cortos en algún caso, contundentes y precisos. Con esta estructura aborda lo que podría ser el núcleo de una novela que llamaríamos de amor, la historia trágica de una familia y el recorrido los años centrales del siglo XX en una aldea en Estonia. Lo que podría entender como un bucle se cierra con episodios sucedidos en los años noventa del siglo pasado en esa aldea y que abordan otro tema candente como es la trata de mujeres.
            Los personajes dibujados en pocas palabras, bien perfilados, obligan al lector a poner en marcha  su imaginación para completar el retrato donde todos quedan enmarcados perfectamente.
            Y ya, todo está condensado de forma excepcional en casi cuatrocientas páginas, ah, se me olvidaba, el tiempo cronológico, Oksanen juega con él y lo retuerce trasladando al lector en un tobogán, donde los desniveles te llevan a momentos distintos de forma vertiginosa, en ocasiones de una página a otra cambias de siglo. Que la disfruten si deciden leerla.

            Les dejo algunos párrafos.
                        “Ahora, Aliide le dedicó una calurosa bienvenida y lo invitó a  tomar achicoria. Hablaron un poco de todo. Después él le contó que quizá le llevasen a juicio.
            El espanto de ella fue como un relámpago y Aliide se quedó como cegada por un instante.
            -Se inventan toda clase de mentiras. Es posible que vengan a hacerte preguntas a ti también, Aliide.
            Volli hablaba en serio. Todo aquello tendría que haber quedado en el pasado. ¿Por qué tenían que ir a molestar a la gente mayor?
            -Todos nosotros nos limitamos a cumplir órdenes. Éramos buena gente. Y ahora de repente somos los malos, no lo entiendo. –Volli negó con la cabeza y empezó a criticar a Yeltsin y la ingratitud de los jóvenes hacia el país que ellos habían construido lo mejor que habían podido-. Ahora necesitas cartillas de racionamiento para comprar cualquier cosa, ¿acaso eso es bueno?
            Aliide se negó a oír lamentaciones. Tenía que hacer nuevos planes otra vez, aunque ya no tenía fuerzas para ello, ya no”. [Ob. cit. pág. 96]