sábado, 31 de enero de 2009

OPERACIÓN MASACRE


Ya terminé de leer “Operación Masacre”, del argentino Rodolfo Walsh [1927-1977], editorial 451. Un relato periodístico fundamentado en una profunda investigación que casi convierte el resultado de esa investigación en una crónica negra, con más agarre que una novela, porque la realidad supera cualquier ficción.

Rodolfo Walsh, reconstruye los crímenes de estado cometidos en Argentina en junio de 1956, cuando un grupo de ciudadanos es detenido y conducido a un descubierto en el campo para ser fusilados sin más. La fracasada revolución del Valle es el sustrato en el que se desarrolla este vil asesinato. Walsh toma este acontecimiento a partir del testimonio de un superviviente. La pasión con la que se toma la investigación es una muestra de un tipo de periodismo que ya, creo, que no se hace, ahora toca un periodismo más melifluo, más de comunicado oficial, de sillón mullido y sobre por debajo de la mesa para engrasar comentarios y redondear los filos cortantes de las palabras.

Es de justicia recordar aquí otro trabajo de investigación periodística de la mano de Germán Castro Caycedo, periodista colombiano que en su obra “El palacio sin máscara” descubre, analiza y fundamenta todo lo sucedido en el asalto al Palacio de Justica en Bogotá los días 6 y 7 de noviembre de 1985. (Ya comenté esta obra en una entrada anterior) y que es otra muestra de ese tipo de periodismo de investigación que da lugar a estas obras.

Como muestra les dejo algunos párrafos de “Operación masacre”, que les resulte interesante.

Seis meses más tarde, una noche asfixiante de verano, frente a un vaso de cerveza, un hombre me dice:

-Hay un fusilado que vive.

No sé qué es lo que consigue atraerme en esa historia difusa, lejana, erizada de improbabilidades. No sé por qué pido hablar con ese hombre, por qué estoy hablando con Juan Carlos Livraga.

Pero después sé. Miro esa cara, el agujero en la mejilla, el agujero más grande en la garganta, la boca quebrada y los ojos opacos donde se ha quedado flotando una sombra de muerte. Me siento insultado, como me sentí sin saberlo cuando oí aquel grito desgarrador detrás de la persiana.

Livraga me cuenta su historia increíble; la creo en el acto.

Así nace aquella investigación, este libro. La larga noche de 9 de junio vuelve sobre mí, por segunda vez me saca de “las suaves, tranquilas estaciones”. Ahora durante casi un año no pensaré en otra cosa, abandonaré mi casa y mi trabajo, me llamaré Francisco Freyre, tendré una cédula falsa con ese nombre, un amigo me prestará una casa en el Tigre, durante dos meses viviré en un helado rancho de Merlo, llevaré conmigo un revólver, y a cada momento las figuras del drama volverán obsesivamente: … “Operación Masacre”, pág. 13

JUSTICIA EN ARGENTINA


La causa Posadas a juicio

INCLUYE AL DICTADOR BIGNONE Y A OTROS SEIS MILITARES Y CIVILES

Inmediatamente después del golpe de 1976, el hospital de Haedo fue ocupado por una patota que hasta armó un centro de torturas interno. El juez Rafecas elevó a juicio el caso, pero pueden pasar años antes de las audiencias.

Por Diego Martínez

El juez federal Daniel Rafecas elevó ayer a juicio oral y público la causa por secuestros y torturas a médicos, enfermeros y empleados del Hospital Posadas durante los días posteriores al golpe de Estado de 1976. La elevación abarca a cinco imputados, incluido el dictador Reynaldo Bignone, en tanto otros seis estuvieron en la mira de la Justicia por su participación en los mismos delitos pero murieron a tiempo de no rendir cuentas. Por conexidad con otros expedientes vinculados con el Primer Cuerpo de Ejército, la causa quedó radicada en el Tribunal Oral Federal 5, que acumula juicios por crímenes de lesa humanidad para no menos de un lustro, dato no menor si se considera que tres imputados tienen más de 80 años.

El 28 de marzo de 1976 el policlínico Posadas, en Haedo, fue ocupado por una patota al mando del general Bignone, delegado de la junta militar en el área de Bienestar Social, que designó como interventor al coronel médico Agatino Di Benedetto. En los días posteriores fueron detenidas cuarenta personas, distribuidas luego en comisarías, cárceles y la Superintendencia de Seguridad Federal. Seis fueron trasladadas a El Chalet, centro clandestino ubicado en la residencia del flamante director, dentro del predio del hospital, donde fueron interrogadas bajo tortura. El médico Jorge Roitman y el empleado Julio Quiroga nunca reaparecieron. A mediados de abril de 1976 se instaló en el hospital un grupo de tareas que los empleados llamaban “Swat”, con la misión de proteger el lugar de “resentidos, disociadores y subversivos”. La banda, integrada por varios civiles, ostentaba sus armas en los pasillos y participaba de operativos en la calle y en domicilios particulares.

[LEER MÁS]

No hay que dar tregua a los asesinos, allí donde estén, tengan la edad que tengan, se tienen que sentar en el banquillo de los acusados y que sus actos sean puestos sobre la mesa y sufran los cargos de conciencia, si es que tienen, y el peso de la justicia, si no se equivoca. Otro más

MANUEL AZAÑA Y SUS RECOMENDACIONES

Desde chico había sido siempre “muy apegado al rincón casero” y volver a él significaba entrar en un clima apacible. Reposo profundo, después de la caminata; silencio, después de tanto estruendo; trato con libros y papeles, hartazgo colosal de lecturas, que le sirvió de correctivo de una deformación peligrosa porque “nada estrecha más la mente, apaga la imaginación y esteriliza el espíritu como la política activa y el gobierno”. Son recuerdos de 1937, que reviven un semestre en el que creía haber recobrado, con el rincón casero, el gusto por la lectura, por el silencio y la vida interior, abandonada en los dos años de gobierno. [pág. 354]

Santos Juliá, Vida y tiempo de Manuel Azaña, 1880-1940; Taurus, 2008

Pues sí que tiene razón don Manuel cuando dice que el correctivo para la estrechez de mente está en la lectura, lástima que no hagamos caso a su sugerencia con la diligencia debida porque esa estrechez de mente, y de miras, por descontado lleva a las personas a decir cosas que luego, cuando les dedica algo más de tiempo para la reflexión, seguro que se arrepiente, aunque no lo manifieste.

Ahora mientras escribía estas líneas y escuchaba un disco de Toumani Diabaté, regalo que aprecio mucho, me estaba acordando del alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, que con su salida de tono al convocar un gobierno de concentración frente a la crisis. A este llamado, que ningún miembro de ese ayuntamiento denunció por desorbitado y fuera de lugar, acudieron casi todos para no se sabe qué, salvo el posible reparto de poder.

Digo que lo del gobierno de concentración es un disparate mayúsculo porque para la gobernabilidad del municipio dispone de mayoría suficiente sin que haya tenido ningún problema para aprobar los asuntos que se han llevado a pleno. Otra cosa es que entre sus concejales hay alguna que le haría falta una sobredosis de lectura (me estaba acordando del famoso caso de las siglas ONG). Reitero lo de disparate en la propuesta del alcalde porque no creo que prevea un “caracazo” da la tensión social existente –en su mente, claro-. No me veo bajando desde el barrio de La Salud y La Cuesta con los vecinos para asaltar algún centro comercial en busca de alimentos. La verdad es que no.

Lo que creo que debería hacer es aclarar los presupuestos aprobados, si éstos se ajustan a una situación de crisis y cómo va a atender a las familias más necesitadas en el municipio, al tiempo que atiende otros deberes municipales.

En fin, don Miguel maree la perdiz del gobierno de concentración que a su llamado han acudido todos y en las filas socialistas, en la agrupación local de la capital ha metido a dos gatos en un saco. Los dos van a salir con marcas en la piel y usted se encargará de sacudir el saco las veces que haga falta.

martes, 27 de enero de 2009

RECORDANDO HOY, 27 DE ENERO A PRIMO LEVI


Entrevista inédita con Primo Levi 11:00 | Marco Viglino, un magistrado de Turín acaba de dar a conocer una entrevista inédita con Primo Levi realizada hace tres décadas. Vigliano, que entonces era sólo un joven de menos de 20 años, autorizó ahora una larga conversación jamás revelada con el autor de Si esto es un hombre.

"Marco, vení, está Primo Levi en el teléfono". Marco Viglino tenía 19 años y se estaba preparando para dar el examen de maturitá, en un liceo católico privado, cuando una noche de abril de 1978 lo sorprendió la llamada del escritor de la que nació la entrevista inédita que "La Repubblica" y Ñ Digital publican ahora.


Treinta años después, el autor de esta entrevista se convirtió en juez mientras que en Turín nació el centro de estudios que deberá catalogar el legado y los apuntes del escritor, un trabajo que fue confiado al historiador Fabio Levi, que mantiene silenciosamente el mismo estilo reservado y esquivo que caracterizó al escritor y –que después de su muerte el 11 de abril de 1987- mantuvieron sus herederos, la viuda y los hijos del autor de Si esto es un hombre.


Pero en las escuelas de Turín y del mundo la obra de Primo Levi asume hoy mientras se preparan las iniciativas para "El día de la memoria", un nuevo significado.

Es a la literatura, de hecho, pero también al cine, a la música, al teatro a los que se confía el recuerdo de la Shoah, ahora que los testimonios se vuelven cada vez más extraños.

El 26 de enero en Turín el escritor y director de la feria del libro, Ernesto Ferreol hablaron durante la jornada de estudios promovidas por la comunidad hebraica. "Primo Levi sabía muy bien que la memoria por sí sola no basta, porque la memoria es a su modo, una escritura, una reescritura continua que se aleja cada vez más del recuerdo original. La memoria es un material entre tantos y merece ser verificada y sometida a contrapruebas. Solo así, haciéndola objeto de una actividad de laboratorio rigurosa y continua puede ser una verdadera antropología de la banalidad del mal".

También por esto la entrevista inédita que ahora publica Viglino tiene un valor especial, sobre todo para quien tuvo la suerte de hacerla. "La lectura de Si esto es un hombre me había impactado –cuenta el hoy juez de un tribunal en Turín-. Así había dedicado a Levi la tesis que cada alumno debía preparar para el examen final. Pero una tía hizo una copia y se la dio a una vecina de su casa, que era pariente lejana del escritor. Esa tesis al final llegó a manos de Levi, a quien le gustó y me llamó inmediatamente. Todavía hoy, treinta años después me conmuevo al pensar en la simplicidad de un escritor famoso que llama a un chico desconocido.

[LEER MÁS]

[LEER MÁS]

Si esto es un hombre

Los que vivís seguros

En vuestras casas caldeadas

Los que os encontráis, al volver por la tarde,

La comida caliente y los rostros amigos:

Considerad si es un hombre

Quien trabaja en el fango

Quien no conoce la paz

Quien lucha por la mitad de un panecillo

Quien muere por un sí o por un no.

Considerad si es una mujer

Quien no tiene cabellos ni nombre

Ni fuerzas para recordarlo

Vacía la mirada y frío el regazo

Como una rana invernal

Pensad que esto ha sucedido:

Os encomiendo estas palabras.

Grabadlas en vuestros corazones

Al estar en casa, al ir por la calle,

Al acostaros, al levantaros;

Repetídselas a vuestros hijos.

O que vuestra casa se derrumbe,

La enfermedad os imposibilite,

Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.

PRIMO LEVI