No, pero la esencia del
republicanismo no tiene que echar raíces en los odios y enfrentamientos. El
fundamento del mismo hay que buscarlo en la controvertida etapa de la
Ilustración, etapa de desenlace tal como la define Tzvetan Todorov, porque el
cúmulo de ideas son más antiguas, de diversa procedencia. El rastro llega hasta
la Antigüedad, el mismo Renacimiento es un revulsivo, o la oscura, aunque no
tanto Edad Media también aporta a esta mezcla algún ingrediente.
Mejor, mucho mejor de lo que pueda
hacer yo, explicar los fundamentos del republicanismo, lo hace Tzvetan Todorov
en El Espíritu de la Ilustración, Galaxia Gutenberg, 2008, aunque me quedo con
algo que dice y transcribo: “el origen de todo poder está en el pueblo,
y nada es superior a la voluntad general” [ob. Cit. pág.13]. aquí está
el nudo de la cuestión que hoy 14 de abril se conmemora, porque tal día como
hoy se depositaron muchas esperanzas para se cumpliera esta premisa, pero hemos
tenido un pasado tan convulso y lleno de salvadores de patria que parece
imposible que algo que se define con tan pocas palabras sea inalcanzable.
Le podemos echar la culpa a la
Transición, como está de moda, pero la verdad es que partidos en particular y
la ciudadanía en general no se ha percatado de algo esencial: si la democracia/libertad
no se cuida, no se mima y no se le exige nos topamos con instituciones que se
resquebrajan porque de ellas se han hecho campos de cambalaches o zonas de
saqueo a las que han llegado una clase política cada día más mediocre, más
trincona y desapegada de lo que se entiende por lo que formaría ese grupo de
“servidores públicos”.
Pues nada otro año más y a esperar
la respuesta de la ciudadanía antes de ver colgado el cartel de: “Peligro,
derrumbes incontrolados” . les dejo con unas palabras, breves, pero concisas de
Todorov: “El escepticismo generalizado y la burla sistemática tienen de
sabiduría sólo la apariencia” [ob. Cit. pág. 53].
Ah, se me olvidaba, no hay fanatismo en esta reivindicación, ni en la reivindicación del espíritu de la II República, sólo esperanza para el futuro.