Después de arrastrar el prestigio personal y profesional de Luis Montes, médico, ex coordinador del servicio de urgencias del hospital Severo Ochoa en Madrid, y del equipo de profesionales que compartía tareas con él. Después de permitir que numerosas personas no fueran atendidas con los cuidados necesarios para evitarles sufrimientos innecesarios, la justicia ha archivado el caso de las supuestas sedaciones irregulares en este centro hospitalario. Durante tres años y a partir de una acusación anónima y la complicidad del gobierno popular de la comunidad de Madrid han colocado al sistema público sanitario en cuestión y los daños que han causado movidos por no se sabe qué, ya no tienen solución, por lo tanto sólo queda preguntarnos y ahora qué, pues no vale el perdón, porque no tienen la humildad suficiente para pedirlo; ni siquiera la compensación económica, pues no hay cantidad de dinero que repare el daño hecho, porque desmantelar el prestigio personal, profesional y de las instituciones es relativamente fácil, sin embargo, recuperar lo perdido no creo que sea igual de sencillo.
Creo que los ciudadanos debemos tomar buena nota de quienes han sido los responsables de esta situación y ejerzamos conscientemente nuestro papel y exijamos de quienes han sido los causantes el consejero de sanidad, la presidenta de la Comunidad y el partido al que pertenecen que, es el popular una rectificación sincera y que estén lejos, de de puestos donde tengan que tomar decisiones que afecten a los ciudadanos.
Creo que los ciudadanos debemos tomar buena nota de quienes han sido los responsables de esta situación y ejerzamos conscientemente nuestro papel y exijamos de quienes han sido los causantes el consejero de sanidad, la presidenta de la Comunidad y el partido al que pertenecen que, es el popular una rectificación sincera y que estén lejos, de de puestos donde tengan que tomar decisiones que afecten a los ciudadanos.